El conflicto por la Hidrovia Parana-Paraguay y la postura de varias organizaciones sociales de recuperar para el Estado su manejo, más la idea de priorizar el sentido soberano del país, quedaron expresados durante audiencia pública para analizar el proyecto del Canal Magdalena, que se celebró horas atrás. Aquí la crónica, para observar la actitud de cada uno de los actores.
El encuentro comenzó con la presentación de las autoridades a cargo de la Audiencia; la secretaria de Articulación Interjurisdiccional del Ministerio de Transporte, Marcela Passo; el titular de la Unidad Ejecutora e interventor de la Administración General de Puertos (AGP), José Beni; y Gustavo Rinaldi, director de Impacto Ambiental del Ministerio de Ambiente.
Tras la lectura de la orden del día, a cargo de la presidenta de la Audiencia, el ingeniero Héctor Retamal hizo una presentación del proyecto y dio detalles de las características del canal y las obras a realizarse, para posteriormente dar paso a la lista de oradores, con el aporte del senador Jorge Taiana.
En su presentación, Taiana argumentó la importancia estratégica que representa la apertura del Canal Magdalena para la Argentina y en particular para la provincia de Buenos Aires. “Necesitamos el Canal Magdalena para conectar nuestros puertos fluviales y marítimos, para mirar hacia el Atlántico Sur, las Islas Malvinas y la Antártida y para impulsar nuestra soberanía”, dijo.
Y agregó: “El Estado Nacional debe recuperar el control sobre la Vía Navegable Troncal Paraná-Río de la Plata y cobrar el peaje por el uso de esa vía de comunicación estratégica, en manos de una empresa privada que realiza las tareas de dragado y balizamiento. Al no contar con los datos concretos de las obras que se realizan se desconocen los costos reales que tiene el concesionario. El Estado Nacional está en condiciones de ejercer la administración y el control sobre la vía navegable, sobre las obras que realiza el concesionario privado y de esta manera darle racionalidad económica al uso de esa vía de comunicación”.
En representación de los trabajadores nucleados en la CTA Autónoma habló su secretario general adjunto, Hugo “Cachorro” Godoy, que acompañan la iniciativa oficial. “Respaldamos la visión que ha planteado el compañero senador Jorge Taiana como uno de los abanderados de esta iniciativa porque nos ubica en la posibilidad de que este abordaje de construcción del Canal nos permita recuperar el sentido de la soberanía como aspecto profundo, pero la soberanía no solamente en la capacidad de recuperar el control de la administración sobre puertos y sobre la navegación, que indudablemente debería extenderse a la red troncal Paraguay-Uruguay, sino también de soberanía para la integración nacional”, sostuvo Godoy.
Asimismo, señaló: “El Canal Magdalena nos ofrece la posibilidad de una perspectiva de infraestructura que va a alimentar una integración soberana de nuestro propio territorio nacional. Una sola obra no va a resolver los problemas de la soberanía si no se reactiva la capacidad del desarrollo industrial, naviero y fluvial, si no se recupera la capacidad de tener una marina mercante del país, si no se generan puestos de trabajo que alimenten las perspectiva de un desarrollo autónomo como sociedad”.
También el secretario General de ATE Ensenada y trabajador del Astillero Río Santiago, Francisco Banegas, fue parte de las exposiciones y afirmó: “Se presenta la necesidad de tener una flota propia, y por eso se necesitan empresas nacionales para crearlas. Pero, además, hay que tener un fondo estatal para desarrollar esas empresas. Es tiempo de recuperar esa flota propia para no tener que seguir dependiendo de empresas privadas externas”.
Luego, el titular de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) y del Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento, Juan Carlos Schmid, estimó que el proyecto representa “un desafío logístico tremendo para el que se requerirá mano de obra especializada” y aseguró que “es una obra invaluable de mejora en la infraestructura marítima y fluvial de la Argentina”.
El proyecto
El Gobierno Nacional creó a principios de febrero último la Unidad Ejecutora Especial Temporaria Canal Magdalena, con el objetivo de asistir y asesorar en el llamado, adjudicación y firma de contrato de la licitación pública nacional e internacional para ejecutar las tareas de dragado de apertura, señalización y mantenimiento del sistema de esa vía navegable.
El Canal es considerado como crucial en la conexión marítima entre los puertos del Río de la Plata y los del litoral marítimo de las provincias argentinas.
Se trata de una franja natural del estuario sur del Río de la Plata que posee una profundidad de 4,50 metros, pero que en caso de dragarse hasta los 12 metros abriría una conexión directa entre los puertos fluviales y el litoral marítimo nacional.
La traza prevista consistirá en un canal rectilíneo a desarrollarse entre la zona denominada El Codillo y el área de profundidades naturales conocida como Zona Beta.
La proyección de esta obra es de dos años, su financiación se aproxima a los $ 25.800 millones y el plazo de vigencia será hasta el 2 de febrero de 2023 o una vez cumplido el objetivo para el cual fue creada.
El 23 de marzo pasado, se procedió a fondear una boya en el kilómetro 200,800, en el inicio del Canal Magdalena, estableciendo una señal de aguas seguras o de recalada, para su navegación con calados compatibles con sus profundidades naturales.
En tanto, la Delegación Argentina ante la Comisión Administradora del Río de la Plata procedió a notificar su emplazamiento al gobierno uruguayo, conforme lo acordado oportunamente en el ámbito de la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP).