Cuando hablamos de basura hablamos de modos de producción y reproducción y sus modos de circulación, la basura es un big problem que no empieza en el tacho de casa, sino en la gestión productiva y reproductiva del desecho: la basura se produce.
Por: Cecilia Fernández Lisso, IDEP Salud ATE Argentina
El sitio periodístico Escritura Crónica presentó este 2022 #MapaTrash, un mapa interactivo de Argentina que reúne información geolocalizada y con vistas satelitales de basurales a cielo abierto de todo el país, rellenos sanitarios, plantas de tratamiento de residuos sólidos urbanos y cooperativas de reciclado.
El mapa está dividido en regiones (CABA, GBA norte, oeste y sur, Provincia de Buenos Aires, Cuyo, Noroeste, Pampeana, Nordeste y Patagonia). Cada zona brinda detalles sobre los basurales a cielo abierto y los cientos de centros de reciclado con inclusión social.
Otro lanzamiento fue el primer Mapa interactivo sobre el Reciclaje Inclusivo y los residuos en Argentina, que “permite visualizar información geolocalizada con vistas satelitales de plantas de tratamiento de residuos sólidos urbanos de basurales, planes de erradicación y rellenos sanitarios, basurales a cielo abierto y cooperativas y centros de reciclaje“. Esta iniciativa está apoyada por el Programa Recuperadores y la plataforma Latitud R.
Agustina Grasso, Periodista Ambiental e investigadora a cargo del relevamiento explica: “La provincia de Buenos Aires más o menos alberga un 30% de los basurales que tenemos mapeados y esto se condice mucho también con donde hay más población y más consumo, es decir, un 56% de la población del país vive en Buenos Aires y eso se ve reflejado en el mapeo“. Sobre este relevamiento presentado en su primera etapa con la intención de continuar desarrollando, Grasso destacó “la cantidad de centros verdes, de espacios y cooperativas de reciclado que tenemos en distintas provincias”.
LA BASURA SE PRODUCE
Cuando hablamos de basura hablamos de modos de producción y reproducción y sus modos de circulación, la basura es un big problem que no empieza en el tacho de casa, sino en la gestión productiva y reproductiva del desecho: la basura se produce.
Basura al producir, basura al envasar, al testear, al trasladar, al consumir, basura al investigar, basura al viajar, basura al imprimir dossiers, al pintar, al enviar satélites a la atmósfera… basura orgánica, basura inorgánica, basura tecnológica, basura radiactiva… del mismo modo que el calentamiento global no se produce proporcionalmente por todos los mortales, sino que un puñado de ricachones generan altísimos porcentajes de daño, con los desechos pasa algo similar.
Un artículo titulado «Contaminación plástica“ publicado en la web Más Azul Planeta en abril de 2022 dice: “Los expertos señalan que no sólo se debe poner el foco en las grandes empresas que producen y distribuyen el material plástico terminado, sino también aquellas que son responsables del suministro y atención del consumo masivo. La lista de culpables en el primer segmento la encabezan la petrolera estadounidense ExxonMobil, con 5,9 millones de Tn (toneladas), seguida por la química Dow (también estadounidense), con 5,5 millones Tn. En tercer lugar está la empresa china de energía, Sinopec, con 5,3 millones Tn“.
Muchos proyectos de recuperación y reciclado están financiados por las mismas empresas que generan toneladas de basura, por ejemplo Recicladores, antes mencionada, es “una Asociación Civil que tiene como objetivo incrementar los niveles de reciclaje en Argentina a través de la generación y divulgación de conocimiento técnico-operativo en sistema de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos“. Entre sus socios se encuentra Tetra Pack, que mueve basura plástica desde Estados Unidos a Argentina y Nestlé, y que fue denunciada en 2020 como una de las cuatro empresas que mayor contaminación provocan con sus envases plásticos.
Sigue el artículo sobre Contaminación plástica: “En cuanto al segmento del consumo masivo, un informe de la ONG británica Tearfund denuncia la contaminación que generan cuatro grandes empresas de bebidas, Coca-Cola, PepsiCo, Nestlé y Unilever. Cada año se producen 500.000 millones de botellas de plástico, un billón de botellas en dos años!!“, al mismo tiempo que estima que la quema de los envases plásticos que comercializan estas empresas produce 4,6 millones de toneladas de dióxido de carbono, lo que se equipara a las emisiones anuales de dos millones de automóviles.
BASURALES A CIELO ABIERTO
Se denomina basurales a cielo abierto a aquellos sitios donde se disponen residuos sólidos de forma indiscriminada, sin control de operación y con escasas medidas de protección ambiental.
En Argentina existen 5 mil basurales a cielo abierto, lo que significa, en promedio, más de dos basurales por municipio. La mayoría de ellos son formales, es decir, son el modo oficial en que los gobiernos locales eliminan su basura.
A diferencia de otros sitios de disposición y tratamiento de residuos, los basurales a cielo abierto carecen de medidas mínimas de seguridad por lo que puede encontrarse todo tipo de residuos, incluso patogénicos y peligrosos. Tampoco cuentan con la impermeabilidad de los suelos donde se emplazan o la distancia adecuada respecto de las napas freáticas, los cursos de aguas superficiales, los centros urbanos u otras áreas susceptibles de recibir los impactos derivados de estas instalaciones.
Las falencias en el tratamiento de los residuos representan una realidad transversal a todas las ciudades de Argentina, un país donde nueve de cada diez personas habitan en núcleos urbanos. Es por esa razón que, si bien la competencia en el manejo de los residuos corresponde a los municipios, el problema de la gestión en general, y de los basurales a cielo abierto en particular, es por volumen y alcance, una preocupación a nivel nacional y uno de los principales problemas ambientales del país.
LOS RIESGOS
Al no contar con suelo impermeabilizado, los basurales a cielo abierto resultan un foco de contaminación, tanto por la generación de líquido lixiviado como por la emisión de gases de efecto invernadero.
El lixiviado es un líquido que se produce cuando los residuos sufren el proceso de descomposición, y el agua (de las lluvias, el drenaje de la superficie o las aguas subterráneas) se percola a través de los residuos sólidos en estado de descomposición. Este líquido contiene materiales disueltos y suspendidos que, si no son controlados de forma adecuada, pueden pasar a través del piso de base y contaminar fuentes de agua potable o aguas superficiales.
El biogás, por su parte, es una mezcla de metano y dióxido de carbono también producida a partir de la descomposición de los residuos. A medida que se forma el metano, acumula presión y comienza a moverse a través del suelo, siguiendo el camino de la menor resistencia. El metano es más liviano que el aire y es altamente inflamable, pero, además, liberado a la atmósfera, contribuye en gran medida al agotamiento de la capa de ozono y al cambio climático.
La contaminación del suelo repercute en los ciclos de vida de las plantas. A su vez los residuos mal dispuestos pueden generar la proliferación de plagas y vectores de enfermedades diversas.
Existe además el riesgo de que los residuos sean incinerados de forma espontánea o intencional, y en el caso de los plásticos y otros materiales puede derivar, también, en la emisión de sustancias tóxicas, aumentando la concentración de contaminantes atmosféricos como óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre o metales pesados, como el mercurio, el plomo, el cromo o el cadmio.
Muchos de los basurales se convierten en la fuente de trabajo de una gran cantidad de recuperadores informales, quienes realizan tareas sin ningún tipo de elemento de protección personal, ni cuentan con agua potable para su hidratación y correcta higiene. Tampoco disponen de un área de trabajo segura, quedando expuestos en el frente de descarga del basural.
Los daños a la salud humana pueden ser de diversa índole y diferente gravedad, según la incidencia de varios factores. Algunos de las recurrencias detectadas son problemas neurológicos, malformaciones congénitas, bajo peso al nacer, o enfermedades como dengue y cólera. El cáncer es otro tipo de enfermedad que se presenta en aquellas personas que habitan cerca de basurales.
GESTIÓN DE LOS RESIDUOS
El problema de los basurales a cielo abierto exhibe otros desafíos asociados. El tratamiento diferenciado y controlado como parte de una estrategia general de promoción de la economía circular, no sólo reduce el volumen de los desechos y sus efectos contaminantes, sino que fortalece el trabajo de las y los recuperadores. A su vez, una gestión eficiente de los residuos evita la contaminación por emanaciones tóxicas, pero también permite la reutilización de los residuos, convirtiéndolos en recursos que pueden ser reinsertados en el sistema productivo a través del reciclaje o de la extracción del biogás para generar energía. En ese sentido, la gestión de los residuos resulta una cuestión tanto ambiental, como sanitaria, social y económica que merece un abordaje integral.
Entendiéndolo como un problema de alcance nacional, el MInisterio de Ambiente de la Nación desarrolla en articulación con los gobiernos locales un Plan Federal de Erradicación de Basurales a Cielo Abierto. Esta iniciativa se sostiene en una inversión de más de 30 mil millones de pesos, alcanzada en base a presupuesto propio y a un préstamo otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo BID, plan que se encontraba a punto de vencer debido a su subejecución.
Asimismo, se derogó el Decreto 591/2019, que facilitaba la importación de residuos para ser utilizados como insumos industriales sin la exigencia de un certificado de inocuidad sanitaria y ambiental. Sobre esta base, se despliega hoy una estrategia de intervención sostenida en tres líneas de acción:
- Construcción de infraestructura para el tratamiento de los residuos sólidos urbanos
- Promoción del empleo de la economía circular y fortalecimiento a las recicladoras, recicladores y sus familias
- Fomento a la separación en origen, el reciclado, la valorización y promoción de una industria del aprovechamiento de los residuos como insumos de los procesos productivos.
En ese sentido, el plan dispone el cierre de basurales a cielo abierto en distintos municipios del país y la construcción de Complejos Socioambientales para el tratamiento diferenciado y eficiente de los residuos. A su vez, se incluye la adquisición de equipamiento y productos básicos para protección de recicladores y recicladoras urbanas. Dado que es una política de alcance federal pero articulada junto a provincias y municipios, se promueve también que las ciudades involucradas desarrollen normativas y acciones tendientes a garantizar la sostenibilidad de los proyectos a través de legislación local, sistemas de recolección diferenciada, inclusión social y campañas de educación y concientización.
Con estas medidas se busca brindar una solución integral a un problema de múltiples aristas, donde se concentran inequidades geográficas y socioeconómicas, serios riesgos ambientales y sanitarios y falta de gestión sostenible de los recursos. De esta forma, se apunta a producir un salto de calidad que permita un tratamiento eficiente y moderno de los residuos para un país que produce, en promedio, 1,15 kilos de desechos diarios por habitante, lo que equivale a casi 45 mil toneladas diarias para el total de la población (una tonelada cada dos segundos) y alrededor de 16,5 millones cada año.