Soy leyenda
César Luis Menotti, considerado el refundador de la Selección, quedará en la memoria nacional como el padre icónico de un estilo técnico enlazado a la belleza del fútbol. El Flaco, una filosofía deportiva marcada por las hoces y martillos, y el roce con la última Dictadura.
A lo largo de su vida, como jugador primero y como director técnico después, César Luis Menotti logró algo mucho más importante que ser considerado el refundador de la Selección argentina, a la que llevó por primera vez a ganar una copa del Mundo, en aquel terrible invierno de 1978.
El rosarino, que murió el domingo 5 de mayo a los 85 años, fue el fundador de un estilo futbolístico enlazado con una filosofía de vida, en el que el respeto por las formas, el buen juego y la belleza son puestas por delante del resultado. En Rosario Central, Huracán, Independiente, Barcelona, Boca y la selección, Menotti se transformó en una referencia a nivel mundial de una manera de entender el juego que todavía sigue ganando adeptos.
Su imagen queda para siempre asociada a esa foto de 1978, parado al lado de la línea de cal en el mundial que consagró por primera vez a Argentina campeón del mundo. Fue durante lo más negro de la larga noche de la dictadura y ese vínculo entre el “Flaco” y la junta militar fue un peso que cargó por años, ya entrada la democracia.
En una de las crónicas de su despedida, el periodista Ezequiel Fernández Moores se ocupó de poner en perspectiva el rol de Menotti en ese momento histórico. “Se declaró en contra del Golpe apenas se produjo -recordó-, firmó en 1980 una primera y valiente solicitada reclamando por los desaparecidos y, cuando en alguna entrevista radial le preguntaban qué tema musical quería escuchar, él provocaba pidiendo a Mercedes Sosa, que estaba prohibida por la dictadura. Y citaba siempre a su admirado Osvaldo Pugliese, otro artista histórico afiliado al PC. ¿Tenía un DT de fútbol obligación de pronunciarse así? Menotti, de discurso rico, delicia de periodistas en todo el mundo, no fue un DT cualquiera. Fue ante todo un hombre político”.
En esta despedida de Malas Palabras, rescatamos algunas de las frases sobre el fútbol, la política y la vida que el Flaco dejó para la posteridad.
- “Hay que tener respeto a lo que el juego significa. Jugar es una maravillosa palabra, hasta en el amor. No puedo entrar en una cancha sin sentir la emoción del juego. Más teniendo en cuenta que hay jugadores que lo han llevado a una expresión artística, como Diego Maradona”.
- “El fútbol es un fenómeno social que mueve pasiones y genera intereses. No podemos ser ingenuos y pensar que está exento del poder”.
- “Imagínese que el fútbol es como una orquesta de grandes músicos, pero lo primero de lo que debés ocuparte como entrenador es de los músicos, dejarle claro lo que querés del violinista, para que luego tenga todo lo que necesita para que pueda tocar con el resto. Ahora empiezan a meter números, eso del 4-3-3. Pelé decía que pagaba a ver cuándo Brasil había jugado un 4-2-4, ¡parece un número de teléfono! Al final el fútbol puede resumirse en cuatro fases: defender, recuperar, gestar y definir”.
- “El fútbol debe ser un espectáculo, un show para la gente. No podemos conformarnos con partidos aburridos y llenos de pelotazos”.
- “Se puede dejar de correr, o dejar de entrar en juego durante largos minutos; lo único que no se puede dejar de hacer es de pensar”.
- “Un entrenador genera una idea, luego tiene que convencer de que esa idea es la que lo va a acompañar a buscar la eficacia, después tiene que encontrar en el jugador el compromiso de que cuando venga la adversidad no traicionemos la idea. Son las tres premisas que tiene un entrenador. Napoleón no era un táctico, sino un estratega. Si tenía que cambiar, cambiaba. Eso vale para el fútbol también”.