La marcha organizada por la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Barrios de Pie y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) adquirió contornos de enorme simbología para las luchas populares que enfrentan la política de ajuste y desempleo del gobierno de Mauricio Macri.
Miles de personas, en su mayoría jóvenes, llegaron a la Plaza de Mayo tras caminar trece kilómetros desde Liniers. Banderas identificatorias de distintas agrupaciones fueron desplegadas en los alrededores de la iglesia de San Cayetano en coincidencia con la festividad católica del santo patrono de la Providencia. En forma separada miles de fieles se congregaron para participar de misas y saludar al santo.
En la Plaza de Mayo, poblada por unas 100.000 personas, según cálculos de los promotores de la protesta, hablaron Amancay Ardura (CCC), Daniel Menéndez (Barrios de Pie) y Esteban Castro (CTEP).
«Superamos las expectativas», coincidieron los tres. También participaron cooperativistas y organizaciones de izquierda pero toda la caminata la encabezaron los Misioneros de Francisco, un grupo de jóvenes que construye capillas y lleva la presencia de Dios a los barrios marginados. «‘Tenemos que llegar a las orillas’, fue lo que nos dijo Francisco», confió uno de ellos.
En la Plaza de Mayo, los discursos fueron muy duros contra el Gobierno al que empardaron con «las políticas de los noventas» condensadas en «la apertura de importaciones y su consecuente caída de la industria nacional con despidos y cierres de fábricas», entre otras cuestiones que denunciaron los oradores.
Menéndez dijo que «los pobres somos agredidos del Gobierno» y pidió que se «arme un comité de crisis para atender la emergencia social». Varios referentes de movimiento sociales junto con el padre Carlos Accaputo, presidente de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Buenos Aires y cercano al Papa Francisco, pidieron a legisladores porteños de la oposición que se dicte la Emergencia Social y Económica, en tanto que otros dirigentes de la CTEP denunciaron que ya no van solo chicos a los merenderos sino familias completas y que en algunas regiones del conurbano hay lista de espera en los 400 comedores que tienen.
Chiquito Ardura reconoció el peso de la herencia recibida por este Gobierno pero agregó que «con Cristina luchamos y se consiguieron cosas, pero hoy nos proponen que los pobres esperemos hasta que a los ricos se les caiga la plata de los bolsillos para que podamos recibir algo». Fijó postura negativa contra la Ley de Empleo Joven que el Gobierno está proponiendo debatir en el Congreso. Cerró: «No queremos desestabilizar pero sí que cambien las políticas de este Gobierno porque nos están matando».
Finalmente, el último orador fue de la CTEP. El Gringo Castro contó cómo se gestó la movilización: «Techo, tierra y trabajo nace con el Papa Francisco cuando fui al Vaticano y nos dijo de avanzar con la reforma agraria para garantizar un futuro y acá estamos con este lema y yo me pregunto, ¿cómo no lo vamos a reivindicar si el Papa es un compañero»
“El monopolio necesita imperiosamente trabajar sobre nuestras ideas, necesita a la clase trabajadora fragmentada… Nosotros vamos a trabajar imperiosamente para la unidad. Son fundamentales las tres T. No puede haber ningún campesino sin tierra, ninguna familia sin vivienda, y no podemos tener ningún trabajador sin derechos. Para eso es la unidad”, expresó Castro.
Variada representación
La “Caravana de la dignidad”, en la cual el denominador común fue por más “Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo” -palabras del Papa Francisco en el Encuentro de Movimientos Populares llevado a cabo en Bolivia en 2015-, hizo un descanso para recobrar fuerzas en la plaza Flores, donde se sumaron empleados del sector textil, y luego otra segunda parada se realizó en el emblemático cruce de avenida de Mayo y Nueve de Julio, para luego ingresar al casco histórico y desplegarse en la plaza de Mayo.
Allí estaban aguardando a los caminantes el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora y el periodista e historiador Osvaldo Bayer. Entre los asistentes pudo observarse a los dirigentes de la CTA Autónoma Ricardo Peidro; Daniel Jorajuría; Alejandra Angriman; Carolina Ocar; Carlos Chile; Oscar de Isasi; José “Pepe” Peralta; Luis Tiscornia y el secretario General de ATE, Hugo “Cachorro” Godoy, entre muchos otros.
También esperaban esperaron a los caminantes organizaciones que habían cocinado guiso en ollas que revolvían con palos de madera y cientos de choripanes que asaron en parrillas sobre la calle Yrigoyen.
Los organizadores explicaron que con esta movilización buscaban “la unidad de todos los trabajadores” para darle difusión a una “agenda de los más pobres” para construir “una sociedad más igualitaria, sin esclavos, ni excluidos”.
En el acto, se leyó la carta que el papa Francisco mandó a los trabajadores y en la que expresó su preocupación por los altos índices de desocupación que hoy sufre el país.
Víctor, luchador histórico
Durante la multitudinaria movilización el líder histórico de la CTA y presidente de Unidad Popular, Víctor De Gennaro, fue objeto de un reconocimiento público, con la entrega de parte de los organizadores de un diploma como luchador histórico de la causa de los trabajadores.
También fueron reconocidos en la oportunidad, los familiares del recientemente fallecido militante popular y revolucionario Jorge Reyna; “Pepino” Fernández, líder de la Unión de Trabajadores Desocupados (UTD) de General Mosconi, Salta; y los referentes de la lucha por los derechos humanos Adolfo Pérez Esquivel (SERPAJ), Premio Nobel de la Paz; y Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora.
El diploma de reconocimiento a Víctor De Gennaro dice textualmente: “Por su compromiso histórico con los trabajadores, por su aporte a la organización de loe excluidos, por ser uno de los fundadores de la Central de Trabajadores de la Argentina, reconocemos a Víctor De Gennaro como “Luchador Social Imprescindible” en la resistencia al neoliberalismo de los años 90”.
Respecto de la jornada, De Gennaro aseguró: “Cuando decimos San Cayetano, me remite al 7 de agosto de 1981, nuestra primer marcha con la CGT Brasil, en plena dictadura militar planteábamos ‘Pan, Paz y Trabajo’. Esa primer marcha fue un emblema, y siempre San Cayetano, la lucha por el trabajo y contra el hambre estuvo ligado en todas nuestras marchas en las décadas siguientes; desde la marcha de los Chicos del Pueblo hasta la gestación misma de la CTA. Lo más interesante es que hoy la gente está en marcha, hay una esperanza que se puso en movimiento”.
Entre las distintas columnas de la UP, Claudio Lozano expresó que “cerca de 100.000 personas le están marcando al gobierno nacional que el rumbo actual (que ya produjo 2 millones de nuevos pobres) no va más. La resistencia social crece frente al ajuste macrista. Hay que impulsar una propuesta política que la transforme en hegemonía popular”.