Claudio Lozano, coordinador del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP-CTA-A) ;Tomás Raffo, integrante del Instituto de Estudios y Formación (IEF-CTA- A); y Mariana González, investigadora del Centro de Investigación y Formación (CIFRA-CTA), hablan sobre el legado político y militante del economista e investigador de la CTA- A Eduardo Basualdo, recientemente fallecido.
Por Redacción Malas Palabras
Eduardo Basualdo falleció el pasado 19 de octubre a los 79 años, dejando una marca imborrable en el pensamiento económico heterodoxo argentino. Desde sus estudios pioneros en los años 80 hasta sus reflexiones más recientes sobre deuda externa construyó un análisis riguroso y empírico para comprender las dinámicas estructurales de la economía del país.
Basualdo redefinió conceptos claves de la academia como grupos económicos locales y valorización financiera. Con una mirada integral y crítica, abordó las relaciones entre los actores económicos y las políticas que configuran las estructuras sociales de Argentina.
Más allá de la academia, vinculó el conocimiento con un fuerte compromiso político. Durante los años 90, en pleno auge del neoliberalismo, desafió el discurso dominante. Aportó su análisis al servicio de dirigentes sindicales y defendió una economía centrada en los trabajadores, buscando transformar el presente y proyectar un futuro más equitativo.
Basualdo vinculó el conocimiento con un fuerte compromiso político. Durante los años 90, en pleno auge del neoliberalismo, desafió el discurso dominante. Aportó su análisis al servicio de dirigentes sindicales y defendió una economía centrada en los trabajadores
En la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) trabajó en la creación de espacios de formación que combinaron conocimiento técnico con compromiso militante. Su enfoque fortaleció las herramientas de los sectores populares para disputar la distribución del excedente económico.
Para Basualdo, la economía no era sólo una ciencia, sino un medio para mejorar la vida de las personas. “Hago investigación aplicada y participó activamente en la vida social; eso plantea interrogantes que quiero develar. Estar vinculado a las esferas económica y social sirve para ir detectando problemáticas. No es común que los economistas se dediquen a la investigación, porque en el mercado laboral tienen trabajo e ingresos elevados”, aseguró en 2012 durante el ciclo de entrevistas Conicet.
Claudio Lozano, quien colaboró estrechamente con Basualdo en el proceso de discusión y formación sindical a lo largo y ancho del país, destacó su capacidad para situar el poder como eje central del debate económico. “Su enfoque demostraba que era imposible pensar la macroeconomía sin analizar las dinámicas de acumulación de capital, los actores concretos detrás de ella y su relación con las políticas económicas”, dijo Lozano a Malas Palabras.
«Su enfoque demostraba que era imposible pensar la macroeconomía sin analizar las dinámicas de acumulación de capital, los actores concretos detrás de ella y su relación con las políticas económicas”
Claudio Lozano, coordinador del IPyPP
Basualdo y Lozano formaron a los delegados de ATE en una mirada sobre la historia económica, social y política de la Argentina que visibilizara en cada etapa histórica el papel que había cumplido el poder económico desde n la generación del 80, continuando por el proceso abierto de la industrialización de los 30, las razones y los límites de la experiencia peronista, y las causas que dieron lugar a los niveles de conflicto social y político a mediados de los 70.
Bajo la consigna “Recuperar el Estado para liberar la nación”, Basualdo y Lozano promovieron un enfoque que combinaba historia, economía y compromiso social, unificando teoría y práctica para generar cambios concretos.
Construcción de un pensamiento crítico
En 1992 Basualdo fue un pilar en la creación del Instituto de Estudios y Formación (IEF) de la CTA, desde donde articuló investigaciones y presentó propuestas innovadoras. Fue parte de la presentación ante el juez Baltasar Garzón del informe de la Central que vinculó el terrorismo de Estado con el rol del poder económico en Argentina, incluyendo la represión al interior de los grupos empresariales.
Impulsó también los Encuentros por un Nuevo Pensamiento, destinados a cuestionar el pensamiento único que impregnaba la política y la intelectualidad argentina, abriendo espacios para el debate plural en tiempos de hegemonía neoliberal.
“Hacia el final de la convertibilidad, cuando el poder económico proponía la devaluación o la dolarización, Basualdo planteó una alternativa centrada en la redistribución del ingreso. Bajo la consigna ‘Ningún hogar pobre’ desarrollamos herramientas concretas para mejorar las condiciones de vida del pueblo, priorizando la justicia social”, agrega Lozano.
En el ámbito de la CTA Basualdo jugó un papel central. Mariana González, coordinadora del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra-CTA), subrayó su aporte en la producción de conocimiento enfocado en los trabajadores: “Fue fundamental en la elaboración de informes de coyuntura, siempre con un compromiso militante que buscaba intervenir y modificar la realidad. Su trabajo demostraba que el conocimiento podía ser una herramienta de poder para inclinar la balanza hacia los sectores populares”.
Según González, Basualdo entendía el conocimiento como una forma de resistencia frente al poder económico concentrado, y su participación en actividades de formación sindical reforzó esta visión: “El conocimiento no era solo académico, sino una herramienta para disputar poder en el terreno económico y político”.
“Fue fundamental en la elaboración de informes de coyuntura, siempre con un compromiso militante que buscaba intervenir y modificar la realidad. Su trabajo demostraba que el conocimiento podía ser una herramienta de poder para inclinar la balanza hacia los sectores populares”
Mariana González, investigadora del CIFRA
Tomás Raffo, integrante del Instituto de Estudios y Formación (IEF), destacó su aporte al desmitificar el impacto del poder económico: “Mostró cómo los grandes actores económicos siempre ganan, capturando el aparato estatal. Nos enseñó que detrás de las variables macroeconómicas hay actores concretos que deben ser analizados para entender la distribución del excedente”.
En ese contexto, Basualdo se erigía como una voz disonante dentro del panorama económico y cultural argentino. Su postura crítica lo había llevado a ser marginado de los principales espacios académicos y mediáticos: había sido excluido de los ámbitos tradicionales de difusión, no tenía presencia en las facultades y sus publicaciones solo podían encontrarse de manera esporádica o en circuitos alternativos poco difundidos.
Por eso, ATE y CTA le brindaron un espacio valioso para continuar con su trabajo de investigación y difusión, permitiéndole mantener activa su voz crítica y su aporte intelectual en medio de un entorno adverso.
“Lo veía no solo en reuniones técnicas, sino también juntando firmas para propuestas como el shock distributivo. Su compromiso político fue tan fuerte como su rigor académico”
Tomás Raffo, integrante del IEF
El conocimiento como resistencia
Basualdo también fue un puente entre la investigación académica y la práctica política. Desde su rol en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) coordinó programas que formaron economistas con una perspectiva crítica y comprometida. Raffo lo recordó como un militante integral: “Lo veía no solo en reuniones técnicas, sino también juntando firmas para propuestas como el shock distributivo. Su compromiso político fue tan fuerte como su rigor académico”.
Su vida estuvo marcada por una profunda coherencia entre su investigación académica y su trabajo político y militante. Eduardo Basualdo deja un legado de conocimiento, compromiso y transformación. Su obra inspira a quienes buscan entender la economía desde los intereses de los sectores populares y construir una sociedad más equitativa.
En cada libro, cada informe y cada enseñanza, Basualdo sigue presente, motivando a las nuevas generaciones a enfrentar los desafíos del presente con el mismo rigor y pasión que él dedicó a su trabajo.