SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE .

Nota publicada el 25 / 06 / 2025

Restringir (la) Constitución

El apoyo plural a Cristina, diverso en lo político y social, expresa evidentemente un rechazo a las últimas pretensiones supremas del gobierno, violentar la Carta Magna y la expresión callejera

Por Emiliano Guido

La estación subterránea más próxima a la residencia de Cristina Fernández es un hub de techo bajo sin marquesinas comerciales o anuncios de gobierno a la vista, sobre sus paredes curvas, bañadas por una iluminación sucia, un hilo de viñetas -de colores saturados y trazo rústico- evocan a la cinta infinita “moebius”. 

Una división sustancial de la ciudad de Buenos Aires está parcelada en colores y letras. Es que el status inmobiliario y la conectividad de cada ciudadano se halla influida de forma notoria por cuál es la línea de subte con la que contigua, en una urbe híper saturada, la mejor forma de desplazarse es por abajo, ocultos y decididos como los topos. 

Una división sustancial de la ciudad de Buenos Aires está parcelada en colores y letras. Es que el status inmobiliario y la conectividad de cada ciudadano se halla influida de forma notoria por cuál es la línea de subte con la que contigua.

La linea D de color verde, el segmento subterráneo de mejor frecuencia en el arribo, es el ducto distintivo de las comunas pudientes del norte; su reverso es sin duda la línea E, las de formaciones más añejas, que serpentea de sur a oeste, el único rincón de la capital aún no gentrificado por el mercado, cuyo estampado violeta tiene la singularidad de ser el tono que arropa al oficialismo. 

Cristina decidió habitar el sur de CABA; podría haberlo hecho en Recoleta, donde tiene una propiedad. Pero, tiene su lógica, una vecina de aquel condominio fue señalada como partícipe secundario en su intento de asesinato. 

Entonces, quizás, se halle más a gusto en el hemisferio de la ciudad menos mimado por el gobierno del PRO, donde las plazas tienen hinchados pastizales porque no son prioridad en el mantenimiento público, donde las personas en situación de calle y las trabajadoras sexuales son perseguidas y reprimidas con severo maltrato por parte de la policía local. 

Cristina decidió habitar el recodo de la ciudad al que se llega con la formación de subte violeta, el haz subterráneo menos cool. Una comuna, la uno, donde el peronismo viene imponiéndose en los últimos comicios, aunque también es el barrio de CABA donde el abstencionismo electoral pegó más fuerte. Contrariedades.

El Tribunal a cargo de monitorear el arresto de Cristina utilizó una palabra extraña, “vecindario”, un término más propio de la literatura hispanizada, para indicar que su prisión domiciliaria no debe alterar la tranquilidad de Constitución. El barrio donde las personas sin techo son violentadas a mansalva; incluso por vecinos autoorganizados, el vecindario de las luces maltrechas, de los múltiples hoteles de dos estrellas habitados por familias hacinadas.

El Tribunal a cargo de monitorear el arresto de Cristina utilizó una palabra extraña, “vecindario”, un término más propio de la literatura hispanizada, para indicar que su prisión domiciliaria no debe alterar la tranquilidad de Constitución.

Cristina decidió habitar un barrio que lleva como nombre, vaya paradoja, el término que designa a la Carta Magna, a la ley de leyes, al santo grial del orden jurídico. Constitución, la barriada en cuyos balcones penden, ahora, decenas de banderas políticas esmaltadas en el centro con su rostro o por la figura icónica de los dos dedos en V.

Demotransversal

La movilización del 18 J contra la proscripción electoral de Cristina Fernández tuvo un componente atípico y masivo. Atípico porque estuvo la izquierda, y no la CGT. La masividad se explica por las fotos. Se trató de una movilización contundente, varias columnas debieron escuchar el audio de la ex presidenta a varias cuadras de una Plaza de Mayo colmada. 

En cuánto a las firmas de los convocantes se observó la estampa de casi la totalidad de la feligresía trotskista, salvo el Movimiento al Socialista de los Trabajadores, pero no la firma de la conducción de la central sindical de calle Azopardo que, tras varios devaneos y en plena transición de su conducción, decidió no participar. 

En el interior del panperonismo el presentismo fue absoluto, otra particularidad. Más allá de la organización La Cámpora, el instrumento político fiel a Cristina, cuatro dirigentes de peso, y de perfiles muy disímiles, como Sergio Massa, Axel Kicillof, Juan Grabois y Guillermo Moreno, también se mostraron solidarios con la ex Jefa de Estado. A su vez, estuvieron las dos centrales sindicales de la CTA con la representación de sus máximos dirigentes. 

En síntesis, fue una marcha con mucho perfil político partidario, también con protagonismo de los movimientos sociales y de los colectivos feministas, pero poco nutrido con la voz de los sindicatos, un blend identitario ajustado a la última génesis del kirchnerismo.

Fue una marcha con mucho perfil político partidario, también con protagonismo de los movimientos sociales y de los colectivos feministas, pero poco nutrido con la voz de los sindicatos, un blend identitario ajustado a la última génesis del kirchnerismo.

El fallo de la Corte Suprema modificó el paisaje político. Cristina recuperó centralidad política porque la sentencia, si bien atentó claro está contra su libertad personal, instala una doctrina jurídica muy lesiva del sistema político. En pocas palabras, la resolución de la causa de Vialidad endilga responsabilidad legal a la máxima autoridad política del país en cada uno de los actos de gobierno que se desarrollen bajo su extenso y abigarrado organigrama estatal. 

Con la lógica argumentativa de los tres jueces supremos si un ministro de Catamarca hubiese cometido un desfalco en determinada partida presupuestaria la autora jurídica del hecho sería, en última instancia, Cristina. De ahora en más los futuros Jefes de Estado están en la mira, el fallo de la causa Vialidad extiende los hilos tóxicos del lawfare sobre toda la arquitectura política. 

Mientras tanto, la ministra Patricia Bullrich anuncia en redes sociales de forma periódica que las fuerzas de seguridad desarrollan operativos en San Telmo (sic) para que la militancia congregada en torno al domicilio de Cristina no altere la paz del vecindario, ese que lleva un nombre tan particular.

Noticias Relacionadas

Manteras digitales

Manteras digitales

Corrido de la calle a bastonazos, el informalismo laboral se trasladó a internet. Eva, Carina y Sasha ocupan sus redes sociales para vender prendas usadas, muffins, cristales sagrados. Historias de mujeres que toman la fuerza del algoritmo para llegar a fin de mes

Por Mariana Portilla

La dialéctica del amo y el celular

La dialéctica del amo y el celular

El politólogo Matías Mora acuñó una innovadora categoría análitica – “manteros digitales”-  para pensar y entender mejor a la nueva informalidad laboral. ¿Se trata de un nuevo sujeto político? ¿Es un nicho sociólogo del mileísmo? ¿Qué lugar les da el peronismo en su doctrina? 

Por Nicolás Poggi

A ver quién tiene la sección más grande

A ver quién tiene la sección más grande

La singular elección legislativa bonaerense, por primera vez desagregada, expone las diferentes sociologías políticas de la provincia más extensa. ¿Qué mapa electoral primará más, aquel donde reside el precariado sur ambeño o el padrón de los conductores de Hilux? 

Por Emiliano Guido

¿Vamos las bandas?

¿Vamos las bandas?

Crónica periodística de días calientes por la fiebre del dólar. ¿Podrá el gobierno atenuar la suba de la divisa estadounidense? Opinan el ex presidente del Banco Central Alejandro Vanoli y el economista Martín Rapetti

Por Luciana Glezer

Héroes de la rosca

Héroes de la rosca

Los gobernadores definirán las leyes aprobadas en el Senado. Qué quiere ese sector de la política, ambiguo y sin liderazgo nacional pero con mucha capacidad de veto.  Con la opinión de la consultora Shila Vilker, el diputado nacional cordobés Carlos Gutiérrez y la periodista legislativa Verónica Benaim.

Por Mariana Portilla y Nicolás Poggi

Risas como piedras

El escritor platense Gonzalo Zuloaga (Editorial Cariño, 2024) revela en Chistes para llorar las fallas de la sociedad burguesa a partir del humor

Por Laureana Cardelino

Western alucinado

En “Los colonos”, ópera prima del chileno Felipe Gálvez, la dialéctica del amo y el esclavo tiene olor a pólvora y paisajes patagónicos de ensueño

Por Edu Guzman

Juegos de fe y poder

El film Cónclave de Edward Berger permite al espectador percibir la cruda atmósfera política interna del Vaticano. Una oportuna excusa para recordar a Francisco.

Por Edu Guzmán

Duelo y posesión en la llanura entrerriana

En “Jesús López”, disponible en los catálogos fílmicos de CineAr y Mubi, el director Maximiliano Schonfeld retrata una saga familiar herida en tonos semifantásticos.

Por Edu Guzmán

El azar fundamental

Con Error geográfico, la poeta brasileña Marília Garcia teje una poesía de viaje y observación por los Pirineos franceses. Una editorial del sur bonaerense tuvo el don de publicar, a dos idiomas, una pieza elogiada por la crítica pero fuera de circulación.

Por Laureana Buki Cardelino

Manteras digitales

Corrido de la calle a bastonazos, el informalismo laboral se trasladó a internet. Eva, Carina y Sasha ocupan sus redes sociales para vender prendas usadas, muffins, cristales sagrados. Historias de mujeres que toman la fuerza del algoritmo para llegar a fin de mes

Por Mariana Portilla

La dialéctica del amo y el celular

El politólogo Matías Mora acuñó una innovadora categoría análitica - “manteros digitales”-  para pensar y entender mejor a la nueva informalidad laboral. ¿Se trata de un nuevo sujeto político? ¿Es un nicho sociólogo del mileísmo? ¿Qué lugar les da el peronismo en su doctrina? 

Por Nicolás Poggi

A ver quién tiene la sección más grande

La singular elección legislativa bonaerense, por primera vez desagregada, expone las diferentes sociologías políticas de la provincia más extensa. ¿Qué mapa electoral primará más, aquel donde reside el precariado sur ambeño o el padrón de los conductores de Hilux? 

Por Emiliano Guido

¿Vamos las bandas?

Crónica periodística de días calientes por la fiebre del dólar. ¿Podrá el gobierno atenuar la suba de la divisa estadounidense? Opinan el ex presidente del Banco Central Alejandro Vanoli y el economista Martín Rapetti

Por Luciana Glezer

Héroes de la rosca

Los gobernadores definirán las leyes aprobadas en el Senado. Qué quiere ese sector de la política, ambiguo y sin liderazgo nacional pero con mucha capacidad de veto.  Con la opinión de la consultora Shila Vilker, el diputado nacional cordobés Carlos Gutiérrez y la periodista legislativa Verónica Benaim.

Por Mariana Portilla y Nicolás Poggi

El hombre de las novelas siamesas

El escritor Juan José Becerra presenta en Canal Abierto y Malas Palabras su díptico de novelas: Un hombre y Dos mujeres. Dos novelas publicadas en simultáneo, con una portada común partida en hemisferios; evidentemente, Becerra (Junín, 1965) hace de la ambición una estrategia de creación audaz.  Un encuentro con un hombre inmerso en la aventura de escribir.

Por Walter Lezcano

Hay olor a bosta en San Isidro

Tras el escrache al diputado mileísta Espert en su domicilio de zona norte, el Poder Judicial inició una persecución política sin precedentes contra militantes feministas y peronistas. ¿Se inicia una etapa más cruenta del lawfare? Opinan la dirigenta Myriam Bregman, el abogado Adrián Albor y Diego Morales, en representación del CELS.

Por Luciana Bertoia

La extorsión de la realpolitik

El realismo capitalista ha corroído la imaginación y la discusión política. La incapacidad de imaginar futuros posibles emancipadores restringe los contornos de la agenda de nuestros dirigentes y funcionarios.

Por Esteban Rodíguez Alzueta

Ningún tuit nace chorro

El Gobierno otorgó a la Policía Federal la facultad de monitorear las opiniones políticas en redes sociales. El ciberpatrullaje de Bullrich busca despejar la calle digital para blindar la presencia violeta en Internet. Opinan: Victoria Darraidou, coordinadora del CELS; y, Gastón Wahnish por la ONG Derechos Digitales. Información exclusiva sobre el primer detenido por tuitear contra Milei

Por Nicolás Poggi y Mariana Portilla

Censura o bala

¿Por qué no hay estallido ni originalidad, sino método y calco, en la batalla de Milei contra todo el sistema de medios? Con testimonio del periodista de El Destape Web Ari Lijalad

Por Emiliano Guido