Los manteros, los mapuches del sur, los piqueteros……
Todos ‘enemigos’ expuestos convenientemente para ser masacrados por el debate social.
Ni hablar de los docentes o los trabajadores en general luego de sus diversas medidas de fuerza.
Creatividad exigieron para que no se dificulte el derecho a transitar libremente, como si ese fuera el único derecho violado en la actualidad. O, tal vez para ELLOS, el más importante de los derechos, luego claro está del derecho a la propiedad privada….
La represión ejecutada semanas atrás cuando los maestros intentaban instalar una carpa en la Plaza de los Dos Congresos, para llevar adelante una ‘escuela itinerante’ que no contenía ni cortes de calles, ni paros de actividades, fue una muestra palpable de su formato genético.
El ajuste deviene por lógica en que la calle se llene de reclamos, y a los reclamos les sucede siempre la justificación gubernamental de que es hora de que llegue la represión.
Sucedió cientos de veces en la historia argentina, tanto en dictadura como, curiosamente, también en democracia.
Es preciso advertirle al lector que no se compre eso de que los problemas de la sociedad nacen con la alteración del clima social provocado por los cortes de calles o las protestas.
Para comprobarlo, basta con ver que pidieron creatividad y se les respondió con una medida creativa como es instalar un sitio para dar clases publicas…..Pero te cagaron a palos lo mismo.
Luego te dijeron -y por desgracia tienen razón-, que están avalados por la Ley Antiterrorista, aprobada por la mayoría K en 2007, la que les da fuerza legal a la necesidad que tienen de poner orden en el funcionamiento social, pero, la verdad, es que la idea de cagarte a palos es intrínseca con la inicial de acogotarte mientras te ajustan el bolsillo.
La Ley Antiterrorista, que permite acusar de tales a miembros de los movimientos sociales, políticos o gremiales, y el llamado ‘Proyecto X’ también del tiempo kirchnerista, que habilitaba, y hasta el día de hoy hablita, a espiarlos en su accionar diario, tienen su correlato en tiempos de gobierno amarillo con el Protocolo Antipiquetes de Patricia Bullrich.
Todo es igual, nada ha cambiado….
El consenso conservador que hoy nos gobierna trae en sus genes la idea de que la parte del país que tiene menos de lo que necesita debe aceptar esa realidad, como si se tratara de un dictamen de la justicia divina.
‘Te tocó esta…..aceptala y no me jodas’, parecen decirte mientras te pegan con un palo en la cabeza.
Pero atención: también en los genes de la lucha popular, existen partículas históricas de resistencia a las injusticias, primero, y organización masiva, luego, para cortarlas de raíz….
Es como un mandato de la historia que, más tarde que temprano, siempre aflora.
En eso andamos…..