por Carlos Fanjul
Nos atravesó en estas horas el Día del Padre.
Y uso esa palabra, porque es una fecha que provoca eso: nos traspasa por el medio del cuerpo y del alma.
Pensaba en ellos mientras escribía estas líneas. En todos. Como dice Daniel Barinaga, un hermano de la vida, “los del cielo y los de la tierra”.
En unos, para que explicarlo si los tenemos abrazados con la imaginación en cada minuto, y en los otros por los momentos que se viven en estos tiempos, tan abundantes en condiciones demasiado complicadas como para cumplir su principal misión en la vida, que es la de darles lo mejor en el presente y en el futuro a sus hijos.
Son horas jodidas para la mayoría de los padres!!!!!!
Uno de esos cartelitos que te aparecen a cada rato en las redes, decía algo interesante. Profundo como pocas cosas.
“Fijate bien por donde caminas”, recomendaba un papá a su hijo….
”Fijate bien vos, porque lo que yo hago es seguir tus pasos”, le respondía el nene.
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Y ahí es donde pensaba en los papás del presente. En lo que tienen que pelearle a la vida, lucharla cara a cara y con la dignidad en alto, para que ese pibe que les sigue el paso, no se sienta desprotegido ahora y defraudado más delante de las decisiones de su viejo.
El formato es más o menos así: gobiernan unos tipos con total conciencia de clase. De la clase de ellos, claro. Todas las políticas que deciden están pensadas en el beneficio de unos pocos. Ellos son esos pocos. Y, entonces, en perjuicio del resto, la enorme mayoría del país.
Ahora bien, si te quedás quieto pasas por ventanilla y te limitas a pagar con la boquita callada. Ahora, si reclamás que no te gusta ese formato tan desventajoso, te cagan a palo o te meten en cana.
No hay vueltas. No hay otro formato…
Bah, sí lo hay. Y no es otro que, que te importe un bledo el formato, y sigas reclamando. Y reclames más y más….mientras también le das tu voto a algo distinto.
No una sola cosa. Las dos tienen que ser desde ese razonamiento que venimos sosteniendo de que “si querés una cosa distintas, tenés que votar distinto”.
Sino te sale igual que ahora, y que antes de este ahora.
Y ahí los tenés a los padres –y a las madres obvio- poblando las calles de protestas. No dejando dormir tranquilos a los que no te dejan soñar. Y construyendo. Construyendo un escenario distinto. En el laburo, en el barrio, en el gremio, en el partido político que eligieron…
Según los números oficiales, una familia debe ganar unos 14 mil pesos para no ser pobre. Pero te pagan, el Estado mismo o cualquier privado, unos 8 o 10. O menos.
Y entonces hay que protestar.
Ya se dice que la inflación supera en lo que va del año el 10%, y que, juntando los últimos 12 meses, la cosa ya supera el 24%. Pero apenas te siguen ofreciendo el 18 de aumento.
Y entonces hay que protestar
También los números te confirman, lo que decimos desde hace meses: que casi la mitad de los pibes argentinos son pobres, o extremadamente pobres y no comen.
Y entonces hay que protestar, ya con más bronca. Casi con ira.
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-Entonces papá, a los malos hay que pegarles?
-No hijo, a los malos no hay que pegarles……Hay que ganarles….