Para muchos argentinos Claudio Lozano nunca dejó de ser legislador nacional. Es tan continuo y propositivo en sus posicionamientos, que para algunos sigue hoy pujando con sus miradas desde una banca de la Cámara de Diputados. Pero no, desde 2015 ya no ocupa ese lugar, por lo que ahora, en agosto, buscará recuperarlo con el voto popular. Y lo hará con estas iniciativas que nos cuenta en Malas Palabras.
Desde capital federal construimos Convocatoria Abierta por Buenos Aires (CAxBA) para compartir con la sociedad tres grandes propuestas que vamos a transformar en la campaña en iniciativas populares, O sea en simultaneo iremos recabando firmas para que estas ideas, además de para una candidatura, también se transformen en iniciativas para el Congreso Nacional y la Legislatura porteña.
El primero de los temas, tiene que ver con algo esencial y prioritario en la Argentina como es terminar con la pobreza en nuestro país. Nuestros cálculos comprueban que son solo invertir el 6 por ciento de la riqueza que aquí se genera cada año, no habría pobreza en estas tierras. Si eso les parece mucho, también mostramos que invirtiendo al menos el 1 por ciento de esa riqueza, no habría hambre.
En este último punto, ejemplifico una posible solución: En nuestro país existen 114.000 personas que poseen bienes inmuebles y recursos depositados en bancos, acá y en el exterior, que tienen un valor patrimonial, en promedio, de 1.000.000 de dólares. De esas 114.000 personas, hay once que tienen un patrimonio superior a mil millones de dólares y también otras 1040 personas que tienen un patrimonio superior a treinta millones de dólares.
Si a estos 114.000 argentinos se les cobrara el impuesto a los bienes personales (que existe en nuestro país) y le cobraramos apenas el 0,75%, recaudaríamos 12.750 millones de dólares, el equivalente a 199 mil millones de pesos. Con eso podríamos garantizarle a cada persona en situación de pobreza, 15.000 pesos al año o sea 1.250 pesos por mes o podríamos garantizarle, a cada hogar de cuatro personas entonces 5.000 pesos por mes. Así no habría nadie por debajo de la línea de indigencia y por lo tanto podríamos terminar con el hambre
Argentina es un país en el que para que haya hambre hay que esforzarse para lograrlo, y eso hace que sea una vergüenza esta realidad. Desde los ’90 para aca, el sector agropecuario de nuestro país se ha convertido en una potencia alimentaria mundial, y, sin embargo, en ese período se ha duplicado el hambre y la pobreza.
Es inadmisible que esto siga, porque resolverlo es posible y nosotros planteamos la construcción de un piso de ingresos para el conjunto de los hogares que los coloque por encima de un umbral de dignidad. Esto tiene que ser apoyado por la ciudadanía, para que con la firma de todos obliguemos al Congreso Nacional a debatirlo, porque la idea de Pobreza Cero, con la que alardeó Macri, es posible hoy, no dentro de 50 años.
La segunda cuestión que sostenemos en esta campaña, es que no se puede permitir esta especie de amenaza que existe sobre cada uno de los argentinos con el tema del endeudamiento.
Esta idea de tomar deuda nueva para pagar deuda vieja, esta idea de endeudarnos a 100 años compromete la suerte de futuras generaciones, con pibes que nacen hoy y ya tienen una deuda para toda su vida, es algo que tenemos que terminar.
Pretendemos que el Parlamento retome sus atribuciones en la materia, le de forma a una comisión investigadora que se aboque al tema, haga el censo de acreedores que tiene el país –tantos de ellos que viven en nuestro territorio-, discrimine la legitimidad de cada una y decida cual pagar y cual no.
Y en ese marco, propiciar la creación de un Frente Nacional contra la Deuda, para que la sociedad toda se involucre más allá de banderías políticas.
La tercera propuesta es para la Legislatura porteña, ya que apunta a solucionar el drama de 400 mil personas que carecen de agua potable. Esto implican problemas ambientales muy serios, problemas de salud muy serias, en especial para los pibes, y en definitiva, darle una solución a un problema que no se entiende porque ya no ha sido resuelto.
Es más, le aviso a los funcionarios que los recursos para darle solución a esta cuestión ya están. Resulta increíble, pero ya se gasta más dinero en acercarles el agua a esos habitantes de manera artificial, que de instalar las redes necesarias como para que el agua llegue a esos asentamientos, que principalmente se encuentra en el cordón sur de la ciudad, y que, hay que remarcarlos, en los últimos años se han ido triplicando en su tamaño.
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En 18 meses, Macri endeudó a todos los
argentinos en 142 millones de dólares diarios
En un reciente informe sobre la Evolución de la Deuda Pública, elaborado por Claudio Lozano junto a Alejandro López Mieres, Lozano expresó que “el aumento neto del endeudamiento en el 2016 ascendió a 52.000 millones de dólares o, lo que es lo mismo, a 142 millones por día. Además, el acuerdo con los Fondos Buitre, tan valorado por el gobierno nacional y acompañado por la mayor parte del sistema político, le impuso a nuestro país la necesidad de pagar 9.500 millones de dólares para cancelar sólo 2.400 millones de dólares”.
“Es decir, -añadió- que les pagamos un 295% más que el capital adeudado. Capital éste, que jamás fue prestado por estos fondos a nuestro país, ya que compraron estos bonos a precio vil en el mercado financiero mundial. Proyectando lo ocurrido en el 2016 al total del capital que adeudamos a los Holdouts nos obligará a pagar 25.675 millones de dólares por los 6.500 millones que se les reconocieron. Por último, si al endeudamiento del 2016 le agregamos los 28.723 millones de dólares de deuda que se tomaron en los seis meses del 2017, la cifra escala a 80.723 millones de dólares”.
-Suena impagable…
La deuda, por las características que tiene desde su origen, no tiene solución financiera. La única deuda que se puede resolver financieramente es aquella que es tomada con un destino específico, entre otras cosas para ampliar tu capacidad de pago. Es decir: tomo una deuda, invierto, amplío mi capacidad económica y con eso pago la deuda que tomé.
La deuda argentina es un caso de deuda ilegítima, fraudulenta, que fue tomada en la etapa de la dictadura por capitales privados que la usaron para especular financieramente y luego se la transfirieron al Estado. El Estado nunca invirtió ni amplió capacidad económica alguna con esa deuda, y además todo esto convivió con el proceso de desarticulación y debilitamiento de la capacidad productiva del país. Por lo tanto, cuando el Estado tuvo que empezar a pagar no tenía con qué, y la forma de resolución de una deuda de esas características se resolvió tomando más deuda. Por eso es necesario investigarla, ver qué acreedores son legítimos y cuáles no, porque de lo contrario seguimos en este sistema del endeudamiento perpetuo. Eso significa que tomamos deuda nueva para cancelar intereses o amortizaciones o ambas cosas de una deuda vieja.
-Que los bancos de este acuerdo sean los mismos que colocarán los bonos a cien años, ¿es casualidad?
Ahí hay es una jugarreta complicada. Nosotros tenemos un banco que debería ser el agente financiero de la Nación, que debería intervenir en estas operaciones y su intervención debería implicarnos un bajo costo, que es el Banco Nación. En lugar de esto, se lo reemplaza por una serie de bancos extranjeros que, sin licitación, participan de estas operaciones. Los bancos que intervienen están digitados desde el propio Ministerio, lo que no se puede analizar disociado de que quien es ministro de Finanzas (Caputo) tiene jugosos vínculos con el Deutsche Bank y con la banca extranjera en general. Lo cierto es que estas operaciones donde estos bancos son colocadores significan comisiones importantes para esos bancos que termina pagando la Argentina. Podrían ser comisiones muchísimo más bajas si interviniera el Banco Nación o si se licitara para ver qué banco ofrece la mejor opción.
Esto es lo mismo que pasó con el bono a cien años que, como no estaba autorizado por el Congreso. Como el Congreso es el único que puede autorizar al Gobierno a endeudarse, en la práctica esta deuda es inconstitucional y legalmente nula.
-¿Y cómo impacta este endeudamiento en la cotidianeidad de los argentinos? ¿El desempleo o la inflación están relacionados con esto?
En tanto la deuda es pública y la paga el Estado con sus recursos, al aumentar la deuda también aumentan los intereses de deuda que forman parte del gasto público. Hoy un 20% de la administración central del gasto se utiliza para pagar intereses de deuda. Y esa proporción va en aumento. Hoy por hoy, de cada 100 pesos de recaudación del Estado argentino, 48 pesos están comprometidos en pago de intereses y capital de deuda.
-Pero cuando el Gobierno habla de reducir el gasto nunca habla de esta parte del gasto…
Para nada. Esto es lo que se mantiene inalterado mientras van por otros componentes vinculados a salarios, jubilaciones, gasto social, infraestructura, inversión, salud, educación, etcétera. Ahí es donde impacta en el los otros índices de la economía.
Por otro lado, si lo bonos otorgan rentas financieras importantes, esto desalienta la inversión productiva. Cuanto más señales dé el Estado argentino -ya sea vía de su política económica, monetaria, o de endeudamiento- de que se pueden hacer rentas financieras importantísimas en menor plazo, la tendencia a una inversión productiva de largo aliento es menor. De hecho, ya es así: las inversiones extranjeras cayeron a la mitad en 2016 respecto al 2015, y las inversiones financieras se incrementaron de manera monumental, hubo US$ 45.400 millones de dólares de inversión financiera. Si desalentás la inversión productiva, no podés decir que estás generando empleo.
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Que el Congreso suspenda el endeudamiento
Cabe agregar que Claudio Lozano, en este caso acompañado por su compañera de fórmula María Elena Barbagelata, y el postulante a la legislatura porteña, Héctor Polino presentaron un pedido ante ambas cámaras del Congreso Nacional, para que revise lo actuado por el Ejecutivo, solicite un informe a la Auditoría General de la Nación y, en función de ello, suspenda la operación de endeudamiento a 100 años.
Los tres también le hicieron llegar al Presidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó y a su par en el Senado, Gabriela Micheti, la denuncia penal que presentaron ante el Poder Judicial.
El texto a los legisladores, expresa que “mas allá de los variados argumentos que se exponen en la denuncia que adjuntamos, el núcleo principal involucra al Parlamento Nacional y obliga a que hagamos esta presentación a ambas Cámaras. En este sentido, en el artículo 60 de la Ley 24.156 de Administración Financiera se establecen taxativamente dos cosas. Por un lado, que no pueden contraerse operaciones de deuda por fuera de la Ley de Presupuesto Anual o Ley Especial al respecto. Por otro, que de incumplirse esta norma dichas operaciones de crédito son nulas”.
“En función de esto entendemos que no es solo el Poder Judicial quién debe intervenir. Al Parlamento Nacional le corresponde asumir sus obligaciones y, en ese marco, revisar lo actuado por el Poder Ejecutivo, solicitar un informe de la Auditoría General de la Nación y de acuerdo a la evaluación realizada, suspender la operación de endeudamiento a cien años”, remata la misiva.