‘Vamos a andar’ es un grupo de reflexión digital para mayores que busca favorecer el recupero de las voces perdidas, de los sueños pendientes de realización y del que-hacer colectivo en adultos de más de 60 años. En esta ocasión, no acercaron un material de análisis, que aquí compartimos
Nosotros/as Adultos/as Mayores pertenecemos a la generación en la que se comenzó a internar en los llamados Geriátricos (hoy Residencias para mayores) a nuestros/as abuelos/as y padres/madres.
Queremos decir en primera instancia y de un modo “visceral”, que nos ubicamos en la vereda de enfrente de quienes defienden o, lo que es peor, hacen negocios con el destino y la salud de la gente.
Pero, también, con mucho pesar supimos comprender que nos cruzamos con muchas situaciones que llevaron a familiares y allegados a recurrir a dichas internaciones, sea por razones de salud y en muchos casos agravados por motivos económicos.
A la vez que nos corresponde también, a nosotras/os mismos/as como personas mayores sentar posición sobre lo que viene ocurriendo en este campo, agravado por la Pandemia del Covid 19.
Sin lugar a dudas asistimos a una Geronto-epidemia que se ensaña con aquellos que tenemos más años en especial que portamos otras enfermedades que la agravan.
Vemos en estos días con dolor, indignación y temor las noticias sobre la situación de los/as residentes de los geriátricos y solo se nos ocurre una palabra Gerontocidio.
En primera instancia interpretamos que los problemas de las residencias son claramente preexistentes a la Pandemia, los cuales además de perjudicar la salud integral de los/as mayores internados/as vulneran los derechos reconocidos por la Convención Interamericana de Derechos de las Personas Mayores.
Dentro de dichas problemáticas destacamos:
• Resulta imperioso modificar las formas de organizar, planificar, gestionar y evaluar las Residencias para mayores, en las que hoy perseveran estilos verticales y atávicos de funcionamiento. Urge promocionar modelos organizativos más acordes con las épocas que vivimos y ponderando una mayor participación de todos los actores que albergan por dentro y por fuera dichas instituciones (internados, familiares de los mismos, trabajadores, directivos, etc).
• Podemos inferir que las legislaciones locales y de los organismos financiadores son deficitarias adoleciendo de criterios de integridad y careciendo de una indispensable mirada SOCIOSANITARIA.
• Resultaría un serio error considerar que el problema generado con la soledad y el aislamiento de los mayores institucionalizados en residencias se originó, únicamente, por la falta de protocolos sociales para recibir a familiares y sostener prestaciones socio recreativas en funcionamiento, dentro de dichas instituciones.
• Al cabo de los años y como producto de sucesivos “ajustes” vividos por nuestro país se registró un paulatino vaciamiento de prestaciones y servicios fuera de la atención residencial básica y de los cuidados elementales, sin estar “en carpeta” su solución.
• El hecho social y sanitario trágico de la pandemia, también pone sobre el tapete la imprescindible necesidad de programas generales de trabajo dentro de las Instituciones de larga estadía.
Pensamos en base a todo lo expuesto, que resulta apremiante la asunción de la necesidad de una serie de acciones:
– Proponemos la creación de una Comisión de elaboración de una nueva normativa para el contralor, contención y regulación de las Instituciones abocadas a la atención de adultos mayores conformada por representantes de:
– Residentes de los geriátricos.
– Jubilados y Pensionados no residentes de los geriátricos.
– Profesionales de la salud que integren un equipo interdisciplinario especializado en el tema (conformado por médicos/as, psicólogos/as,/kinesiólogos/as, cuidadores/as, trabajadores/as sociales, profesores/as de educación física, enfermero/as, etc.).
– Instituciones gubernamentales, privadas y del Tercer Sector involucradas en el tema de la tercera edad.
• Reconocemos el rol indelegable del Estado en todo lo referido a la prevención, promoción, asistencia y rehabilitación de la salud integral de los mayores. En este sentido damos por sentado que no puede haber política sanitaria sin una política social articulada.
• Recordamos la plena vigencia de los Derechos de las Personas Mayores con rango constitucional en nuestro país. Incluyendo todas las facetas que comporta el proceso del envejecimiento y en especial, el derecho de vivir y también de morir con dignidad.
• Hacemos un explícito pedido a favor de una DECLARACIÓN DE EMERGENCIA para todos los Establecimientos Geriátricos, Residencias de Adultos Mayores (RAM) y Residencias de Adultos Mayores con control psiquiátrico, trátese del ámbito Público o Privado.
• Exigimos que la Autoridad Sanitaria de cada Jurisdicción, se haga cargo del TESTEO INMEDIATO Y SISTEMÁTICO de todo el personal que en ellos desempeñe cualquier tipo de tareas y de los Residentes que en estos lugares se encuentren alojados.
DECIMOS FINALMENTE Y EN VOZ ALTA QUE:
En estas horas urge un re-planteo que ubique los temas de las residencias en una discusión más abarcativa, por ejemplo, sobre una Ley para un SISTEMA NACIONAL INTEGRADO DE CUIDADOS, que incluya además de las internaciones, las tareas de los cuidados domiciliarios (su profesionalización y su financiamiento), el acompañamiento terapéutico, los recursos alternativos a la institucionalización y las prestaciones dinerarias a los familiares, que hoy sufren la mayor de las incertidumbres y de las desesperanzas por la des-gracia de tener a sus mayores, internados en residencias para mayores en las épocas del COVID19…
Alejandra Brillante – Alicia Reyley – Beatriz Mendoza – Cacho Mengarelli –Carlos Guanciarrosa – Chalo Ynchaurregui – Delia Silva – Emilce Esperón – Guillermo Defays – Jorge Eduardo Alo – Jorge Quiroga – Jorge Szkolnik – Julia Elena Pérez – Luis Maceiros – Marcos Wolman – María Clara Cocco – Mariana Castillo – Marta Rosendo – Olivia Ruiz – Quique Fernández – Roberto Horacio Orden – Rolando Amaro – Sandra Delfino – Silvia Graciela Chalup – Silvia Lezaun –Susana Laino – Toribio Torcuato Navarro.