(ACTA).-La fórmula propuesta por el Gobierno, que fue aprobada en la Comisión Bicameral Mixta de Movilidad Previsional y está lista para ser tratada por el Congreso, actualiza los haberes en función de la variación de los salarios registrados y de la recaudación de la ANSES.
Al respecto, la Secretaria de Previsión Social de la CTA A fue tajante: “Si no hay una recomposición salarial anterior real, que recupere el nivel de los haberes perdidos que es de aproximadamente el 22% en los últimos 3 años, ninguna fórmula sirve”.
Olivia Ruiz explicó que se reclama una recomposición atada al salario de los trabajadores y trabajadoras en actividad en su cargo y función, respetando una proporcionalidad del 82% para los jubilados y jubiladas. “De esa forma podremos hacer justicia y jubilación digna, para quienes no han tenido la suerte de tener los aportes necesarios”.
Ruiz explicó que la Central que integra lleva años reclamando y presentando proyectos para trabajar sobre una recomposición que pueda hacer justicia en los haberes de jubilados y jubiladas.
La dirigente recordó que la organización tuvo una importante participación en la Comisión Bicameral Mixta de Movilidad Previsional, con la participación del abogado Horacio González y el secretario Adjunto de la CTAA, Hugo “Cachorro” Godoy, en la cual se planteó una propuesta concreta que sugería “un aumento sustancial a los haberes jubilatorios mínimos que guarde relación con una canasta básica alimentaria”.
En ese sentido, la propuesta señalaba la necesidad de establecer sistemas de seguridad social “financiados con el salario de los trabajadores activos (aportes y contribuciones) y respaldados por una política social y fiscal progresiva y redistributiva, de los que más tienen respecto de los que menos tienen, es el fundamento de un Estado de derecho democrático y social”.
Olivia Ruiz sostuvo que “hay una corriente que asegura que el sistema previsional no funciona, y nosotros estamos de acuerdo con eso, pero no queremos ser Chile, que es el espejo que tenemos para defender nuestro sistema público y solidario de reparto”.
“Por decisiones políticas, el inicio de los trámites jubilatorios en la ANSES y en las cajas provinciales viene siendo tan lento que casi no hay resolución de tramites, mientras hay miles que están pendientes, y si a eso le sumamos la condición de aislamiento de las personas adultas mayores, estamos en una situación crítica”, advirtió Ruiz al ser consultada por la situación de los adultos mayores en el marco de pandemia.
A su vez, recordó: “En marzo nos pidieron a todos que nos quedáramos en casa, y que suspendiéramos todo, entonces se suponía que teníamos todas las garantías, pero después supimos que la gente que se moría en los hospitales era mayoritariamente los adultos mayores. También nos pidieron que a través de la Web hiciéramos las teleconsultas con los médicos, pero muchos ni siquiera tienen computadoras o no saben usarlas. Y si recordamos aquel día de abril en el que jubilados y jubiladas se abarrotaron en los bancos para cobrar, caemos en la cuenta de que la mayoría no tienen tarjeta de débito. Por eso sostenemos que hay una infinidad de factores que nunca fueron contemplados”.
“Somos una parte importante de la sociedad. Somos más de 10 millones en el país. Somos ciudadanos de derecho que necesitamos expresar nuestra voluntad, y que entiendan que la jubilación digna es la consecuencia de un trabajo de toda la vida, con aportes o sin ellos, pero que tiene respaldo en nuestra Constitución Nacional”, concluyó Olivia Ruiz, resumiendo el reclamo por los derechos de jubilados y jubiladas. Un reclamo que arrastra años de lucha, pero que aún no encuentra justicia.
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Graciela Iturraspe, ex diputada nacional, integrante del Equipo Nacional de Seguridad Social de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE):
“Es una ley que fue buena para la etapa de Cristina, pero ahora estamos en una situación en donde las paritarias se discuten a la baja, la recaudación está caída, y con estas vicisitudes cíclicas de la inflación quedamos en el horno”.
“Lo que hay es un problema de no recomposición. Antes de aplicar cualquier fórmula de movilidad, por maravillosa que sea, hay que recomponer los haberes para recuperar lo perdido durante los cuatro años de (Mauricio) Macri, sobre todo en la mínima. Sin eso, por más que la fórmula de movilidad sea maravillosa no podemos avanzar”.
“Además, en un país con semejante cantidad de crisis cíclicas y contracíclicas, en las cuales la inflación y la devaluación son moneda corriente, una cláusula gatillo es indispensable frente a la disparada inflacionaria. Es lo que dijimos en la comisión bicameral”.
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Ismael Bermúdez, periodista especializado en temas previsionales:
“Qué es lo que va a pasar en el futuro no lo sabe nadie, pero esta fórmula tiene un techo para los aumentos jubilatorios y no tiene un piso frente a la inflación. Por lo tanto en momentos de alta inflación o de baja actividad económica los jubilados pierden como en la guerra porque no tienen ninguna garantía de que la jubilación no caiga más allá de la inflación. No hay límite para la pérdida”.
“Por otro lado, si hubiera una expansión económica enorme, en este caso los jubilados recibirían menos que la bonanza económica porque la fórmula tiene un techo”.
“Esto significa que en los momentos malos el jubilado es una variable de ajuste fenomenal, y en los momentos buenos de la economía, que pueden llegar a existir, el aumento está limitado porque tiene un techo que tiene que ver con la recaudación total de la Anses, y nosotros sabemos que allí hay contribuciones patronales, que se ve afectada por la evasión. Con lo cual tampoco corresponde que los jubilados tengan un techo por medidas de política económica del Gobierno o por no fiscalizar correctamente a las patronales en el pago de los aportes jubilatorios”.