Elia Espen, la compañera de cada lucha integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, por primera vez tras 39 años, pudo por fin declarar ante la Justicia, sobre la desaparición de su hijo Hugo Miedan, secuestrado en febrero de 1977, cuando cursaba la carrera de Arquitectura. “Que yo declare por primera vez hoy, después de 39 años, es una prueba de la desidia de los gobiernos de todos estos años”, reflexionó Elia, luego de dar el paso que tanto buscó.
Su declaración, de manera anticipada, ante el Tribunal Oral Federal 2 fue en el marco del juicio Atlético-Banco-Olimpo (ABO), que –aún sin fecha de inicio fijada- juzgará crímenes de lesa humanidad cometidos en ese ámbito durante la última dictadura cívico-militar.
En su testimonio, Espen, de 84 años, relató pormenorizadamente lo sucedido el 18 de febrero de 1977, cuando un grupo de tareas irrumpió en su casa y secuestró a su hijo, quien por entonces cursaba cuarto año de la carrera de Arquitectura en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y militaba en el PRT.
En este sentido, afirmó que “cuando estos militares vinieron a nuestra casa, además de llevarse todo, absolutamente todo, nos maltrataron de una manera muy violenta”.
De hecho, sostuvo que ella misma fue “tremendamente golpeada” y dos de sus hijas “golpeadas y manoseadas”.
Tras la desaparición de su hijo, la única información que pudo recabar es que había pasado por el centro clandestino de detención conocido con el nombre de Atlético, ubicado en la avenida Paseo Colón y Garay.
Si bien Elia Espen presentó el mismo día del secuestro de su hijo la denuncia, ésta nunca quedó registrada en la comisaría, consignó hoy en su declaración anticipada ante el TOF2.
Luego, Elia se sumó a Madres de Plaza de Mayo y, más tarde, cuando se produjo la escisión de esa organización, continuó militando activamente en la Línea Fundadora.
Elia Espen concurrió esta mañana a los Tribunales Federales de Comodoro Py acompañada por sus abogadas patrocinantes, Liliana Alaniz y Claudia Ferrero, de la Asociación Profesionales en Lucha (Apel).
Hugo Miedan tenía 27 años, cinco hermanos, militaba en el PRT, vivía en Flores junto a su madre y sus hermanas, estudiaba Arquitectura y trabajaba en la editorial El Derecho.
El 17 de febrero de 1977 por la tarde, antes de salir de su casa, saludó a su madre que estaba planchando sin decir dónde iba y sin que nadie volviera a verlo.
Según testimonios, Hugo estuvo encadenado en Atlético, se ocupaba de servir la comida aunque estaba muy deteriorado por las torturas y su destino final fueron los ‘vuelos de la muerte’, formando parte de los miles de secuestrados arrojados a las aguas del río de la Plata.
El centro clandestino Atlético comenzó a funcionar en un viejo depósito de la Policía Federal, ubicado en Paseo Colón y avenida Garay, hasta su demolición en 1977 cuando se construyó la Autopista 25 de Mayo, teniendo a los prisioneros temporalmente hasta su traslado a la Autopista Riccheri y el Camino de Cintura, en Puente 12, donde funcionó El Banco.
El circuito se completa cuando en agosto de 1978 pasaron al depósito de automotores de la Policía Federal en Lacarra y Olivera, bautizado Garage Olimpo.
Este nuevo tramo de la causa ABO es la continuación del juicio que en 2009 el Tribunal Oral Federal 2 condenó a 12 represores a prisión perpetua, cuatro recibieron 25 años y uno fue absuelto.
En un desprendimiento de la causa ABO, en junio de 2012, el mismo tribunal condenó al ex policía federal Pedro «Calculín» Godoy a 25 años de prisión y al ex miembro del Ejército Alfredo «Cacho» Feito a 18 años de prisión por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar.