Johanna Duarte, secretaria gremial de la UTEP, analizó con Malas Palabras la situación de urgencia que se vive en los territorios por la decisión del gobierno nacional de congelar la entrega de fondos y alimentos a los comedores. El rol de la UTEP y el protagonismo de los trabajadores en esta etapa.
-¿Cómo se están posicionando los movimientos sociales en esta coyuntura? ¿Espacios como la UTEP toman un rol más protagónico en la lucha más cercano al movimiento obrero?
Sin dudas que la avanzada sobre los derechos de los trabajadores y la falta de respuestas a los canales de diálogo llevó a la unidad de los trabajadores que están tanto en el empleo formal como en la economía popular.
Esta etapa encuentra a la UTEP con otros niveles de institucionalización y organización. Fuimos la primera comisión electa por los afiliados en asumir en el salón Felipe Vallese de la CGT, lo que refleja la constitución de esta nueva etapa que es sin duda con el protagonismo del pueblo trabajador, pero también refleja el fracaso de la política tradicional, más partidaria.
Creo que hoy la CGT, las CTA y los movimientos populares toman mayor protagonismo porque estamos en la primera línea de resistencia.
-¿Cómo es la situación en los barrios? ¿Cómo golpea la crisis en los comedores? ¿La fila del hambre que se vio en las inmediaciones del Ministerio de Capital Humano se extiende a lo largo y ancho del país?
En el territorio se vive una situación de gravedad y urgencia por la decisión del gobierno de congelar la asistencia a los comedores que están registrados en el ReNaCoM en pos del discurso de estigmatización que vienen teniendo hacia las organizaciones populares.
Los comedores y los merenderos son la última contención del tejido social en el territorio y es grave que el Ejecutivo no lo reconozca. Hoy asisten trabajadores formales porque ya no llegan a fin de mes y son las únicas herramientas con las que cuentan para garantizar el plato de comida a su familia.
-¿Hoy más que nunca la lucha del movimiento obrero, del pueblo trabajador, tiene que seguir estando en la calle?
Sin dudas la unidad que se pudo construir en la plaza del 24 de enero es el marco que necesitamos para decirle no a las políticas económicas que buscan la destrucción del Estado, del tejido social y de la Patria.
El ataque a las provincias y a las economías regionales lo van a sufrir los habitantes, no los gobernadores. El freno a ese ataque se expresó durante el último paro general, por eso, vamos a seguir poniéndole un freno al gobierno que intente avanzar sobre nuestros derechos.
En esta etapa el protagonismo de los trabajadores es central no solo en la calle sino también en la expresión política a mediano y largo plazo.