Desde el espacio del Manifiesto sobre la Soberanía, el Trabajo y la Producción, donde articulamos organizaciones sociales, políticas y sindicales de distintas centrales, planteamos la necesidad de garantizar el Acceso a la Vivienda Digna y la Planificación Territorial.
Para esto, decimos que:
1- Es necesario poner en marcha un plan de construcción de un millón de viviendas populares en un año. Un hecho de justicia social y unidad nacional. No puede haber salud para todos sin viviendas dignas planificadas con urbanismo popular, saneamiento y vinculación a su producción.
2- Es necesario que se ejecute un reordenamiento del territorio nacional con nuevas ciudades creadas alrededor de nuevas unidades productivas. El trabajo es garantía de arraigo, por eso la importancia de planificar la vivienda y la producción conjuntamente.
3- Ley de Alquileres que termine con los sobreprecios y garantice vivienda digna.
4- Integración social y urbana de los 4.416 barrios populares de argentina y creación de 200.000 lotes con servicios para las jóvenes familias humildes. Es fundamental cambiar las condiciones de extrema exclusión en las que vive el sector más empobrecido de nuestro pueblo: sin agua potable ni cloacas, sin recolección de residuos, aislados de los centros urbanos donde se concentra el trabajo, la salud y la educación.
Una vez más sostengo que la clave está en que los gobiernos nacional y provincial se animen a llevar adelante esta propuesta, no solo diciendo lo que hay que hacer sino construyendo la fuerza necesaria que haga posible la instrumentación de esta política.
Es necesario establecer un acuerdo firme entre los sectores populares, sindicales, organizaciones sociales, religiosas, movimiento de mujeres, entre otras, donde se aborden los temas que no pueden esperar.
La cuestión alimentaria, de vivienda, la soberanía monetaria y financiera, marítima, energética, ingresos garantizados, no pueden esperar.
No alcanza con buenas propuestas, debemos construir una fuerza organizada que las banque y las milite. Enfrente hay poderosos que no quieren largar un peso para mejorar las condiciones de vida de los argentinos.
Es inmoral que los argentinos no accedan a un terreno donde vivir, mientras los ricos y poderosos concentran la tierra. Sé que con la unidad de todos los sectores populares podemos torcer el brazo, para ello los gobiernos son los que están en mejores condiciones para convocar a la unidad, ya que son los portadores del mandato del voto popular.
La mejores tradiciones de transformación de nuestro pueblo han sido con la participación y el protagonismo de la clase trabajadora y los sectores productivos, con debates profundos al interior de la sociedad.
Todavía no hemos alcanzado nuestros objetivos de buen vivir, por eso necesitamos recuperar las mejores tradiciones del movimiento popular para llevar adelante las propuestas que los sectores populares hemos formulado, y esta del Manifiesto por la Soberanía, el Trabajo y la Producción es una de ellas.
Tenemos iniciativa, propuestas y muchas necesidades pero contra los poderosos no alcanza con tener razón, también hay que tener la fuerza necesaria para que nuestros anhelos se reflejen en la realidad efectiva. Estoy convencido de que sólo así podremos alcanzar la soberanía política, la independencia economía y la justicia social.