Más allá del apretado 28 a 26 de la primera vuelta que dejó afuera de carrera a varios sectores tradicionales, la incógnita ahora en Chile pasó a ser cuantos de los votos de los demás candidatos terminarán volcando la balanza en el balotaje del próximo 19 de diciembre, que decidirá la suerte del pueblo hermano.
Según los primeros sondeos de opinión, el ultraderechista José Antonio Kast y el izquierdista Gabriel Boric aparecerìan empatados con 39% de la intención de voto para la segunda vuelta de la elección presidencial, según un estudio efectuado por la consultora Cadem. Hubo un 22% de los encuestados que dijo que no votaría, que no sabe por quién lo haría u optó por no responder.
Si Boric recibiera la totalidad de los votos de las agrupaciones de izquierda y centroizquierda que participaron alcanzaría el 46,5% de los votos. Si Kast lograra juntar al bloque derechista sumaría 53,5%.
De todas formas, los responsables de esa primera encuesta se encargaron de remarcar que no pareciera que los votos se trasladaran mecánicamente. Otro razonamiento para la incertidumbre está apuntado a ese amplio porcentaje de los electores que asegura que no votará.
Segùn esas primeras horas tras las primarias en la derecha, Kast ya recogió el apoyo «incondicional» de la UDI y la promesa del candidato oficialista Sebastián Sichel de sentarse a negociar un posible acuerdo. «Siempre planteamos que nuestro programa no está escrito en piedra, que hay cosas que se pueden modificar, que se pueden mejorar», aseguró Kast, quien reveló que el mismo domingo por la noche habló «con muchos dirigentes buscando los puntos de encuentro».
En la izquierda, Boric consiguió un inmediato respaldo del Partido Socialista y la promesa de la Democracia Cristiana de hacer todo lo posible para impedir la consagración de la ultraderecha.
Por su parte Franco Parisi, cuyo tercer puesto fue la sorpresa de esta primera vuelta aseguró que va a realizar consulta virtual entre sus seguidores para definir a quién respaldan en la segunda vuelta. Es como que a este caballero, más cercano a la antipolítica le da lo mismo si gobierna la izquierda o la derecha. Tanto que no pudo realizar su campaña en tierras chilenas, debido a que está viviendo en Estados Unidos, donde tuvo que refugiarse por las diferentes causas judiciales que tiene abiertas en su país.
«Boric tiene más posibilidades de ganar»
En tren de empezar a palpitar ese resultado, vital para el continente, el portal La Política Online a través del periodista Augusto Taglione, conversó con Roberto Izikson, que es uno de los analistas más respetados de Chile y que precisamente lidera la encuestadora Cadem.
Para Izikson, que es gerente de Asuntos Públicos y Estudios Cuantitativos de la encuestadora, estamos ante una elección sumamente extraña ya que Kast y Boric tienen niveles de rechazo del 58 por ciento, entonces, no sólo no sabemos quién va a ganar sino que el que gane tendrá una gran oposición. Todos estos elementos configuran un proceso político inédito y los candidatos no han demostrado tener el capital político de cualquier otro ex presidente a esta altura”.
Consideró además que “lo que pasa en Chile tiene componentes locales pero también es global. Pasa en Perú, pasó con el Brexit, Donald Trump, o Francia en las elecciones de marzo del año que viene. No es que las encuestas no tengamos la capacidad de anticipar quién va a ganar, el contexto es distinto.
–Resulta extraño que un proceso que comienza con un estallido social y sigue con la instalación de una Asamblea Constituyente termine con Kast de presidente. ¿Por qué puede pasar eso?
–Boric llega con más probabilidad de triunfo en segunda vuelta, podemos decir en un 55-45 y esto marca algo raro que es que Kast tiene 45 por ciento de posibilidades de ser presidente, algo que hace 3 meses era impensado.
Tengo dos argumentos para explicar el crecimiento de Kast. Cuando Barack Obama fue consultado por la victoria de Donald Trump el dice que «cuando creas una ola lo suficientemente grande y poderosa en una dirección, es inevitable que venga otra en sentido contrario».
Algo de eso hay en Chile. Cuando uno mira los atributos de los candidatos Boric y Kast nos encontramos con atributos de temas que son sustancialmente diferentes. Los atributos de Kast son: genuino, consistente, decir las cosas por su nombre y tener experiencia. Los de Boric son conocer la realidad de las personas, es lo nuevo y es el cambio. Es quien mejor podría llevar a cabo las transformaciones que permitan que Chile sea un país más justo, menos desigual, básicamente tiene un mejor diagnóstico sobre las razones que dieron origen del estallido social. Ahí tenes la ola.
Pero Kast tiene otro atributo es que ser la personas que puede traer paz, orden, tranquilidad y crecimiento económico. La contraola.
En cuanto a los temas que se apropia Kast vas a ver: orden público, delincuencia, inmigración, conflicto mapuche y defensa a los Carabineros.
Los temas de Boric: pensiones, educación, aborto, matrimonio igualitario y medio ambiente. Todas las dimensiones de cambio están puestas en Boric y todas las de orden en Kast.
–La impresión es que hay más sensación de temor e incertidumbre que de expectativa. ¿Por qué?
–En general, los candidatos de las primeras vueltas lo que buscan es la diferenciación. Kast es lo que no es Sichel, Boric es lo que no era Jadue. Por el contrario, la segunda vuelta suele ser la de elegir el mal menor. Tengo la impresión de que esa lógica de balotaje se instaló en segunda vuelta producto de que nunca tuvimos candidatos favoritos que no formaran parte de las coaliciones históricas que gobernaron el país los últimos 30 años.
Esa es una razón, la otra es la crisis de liderazgo con todos los elementos que mencionábamos antes: alto rechazo y poco capital político. Y el cuarto es la Convención Constituyente porque en el fondo hay una crisis institucional, de poderes con el gobierno enfrentado con el Congreso y el Tribunal Constitucional y ahora se suma la Asamblea Constitucional que puede traer cambios como que en dos años tengamos nuevas elecciones