Opinan: Marcela Soengas, psicóloga e integrante del Centro de Asistencia y Prevención al Juego Compulsivo del Ministerio de Salud, provincia de Buenos Aires; y Walter Martello, Defensor del Pueblo Adjunto General de la Provincia de Buenos Aires a cargo del Observatorio de Niñez y Adolescencia.
Por Redacción Malas Palabras
Ilustración: Adictos Gráficos
Las grandes compañías mundiales de apuestas online se instalaron en Sudamérica, un territorio con pocas o nulas restricciones, después de haber sido limitadas fuertemente en Europa a través de legislaciones.
En Argentina coparon el mercado compañías extranjeras y algunas asociadas a otras de capital nacional: Codere, Betsson, Biplay… las ves estampada en las camisetas de los principales equipos de fútbol, auspiciando los programas de mayor audiencia, en boca de personas con influencia en redes sociales y stream. La arenga a apostar online es spam, y cualquier persona, en cualquier lugar, a cualquier hora, tiene acceso a apostar desde el celular o la computadora, sin distinción de legalidad.
Con la promesa de plata fácil, sorteos y bonus, el fenómeno de las apuestas y el juego online corre como reguero de pólvora sobre las subjetividades y lógicas de consumo de la época, y trae como principal problema el traslado del rango etario de la adicción al juego digital hacia los sectores de menor edad.
Juego mágico
En la edición de Malas Palabras de diciembre del 2023, Esteban Rodriguez Alzueta afirmaba que los jóvenes ya no creen en el trabajo ni les organiza la vida, y que “cuando no hay futuro, y los jóvenes viven replegados en el presente, el mercado les recuerda que “siempre es hoy”. Lo que se gana rápidamente se gastará rápidamente también. No hay culpa en ese derroche sino el deseo de pasarla bien un rato, movilizar las emociones que llegan con las mercancías encantadas”.
La publicidad del juego y las apuestas online prometen multiplicar el dinero a través de un click. Esa promesa se ubica cómodamente en la lógica capitalista que empuja a gozar a través del consumo y a resolver los problemas rápida y mágicamente.
Según Marcela Soengas, psicóloga integrante del Centro de Asistencia y Prevención al Juego Compulsivo del Ministerio de Salud, provincia de Buenos Aires, este problema “afecta básicamente a los jóvenes porque está inmerso en lo que tienen que ver con las nuevas tecnologías y responde de una forma muy clara al imperativo de la época del discurso capitalista, produce movimientos ilimitados y empuja al sujeto al consumo. A los jóvenes, los adolescentes que están formando sus subjetividades, que están intentando insertarse en el nuevo mundo adulto, les queda como anillo al dedo”.
“El imperativo es gozar. ¿De qué?, de lo que el mercado ofrece”, dice Soengas a Malas Palabras. “En este momento se está imponiendo el juego online, que promete a los jóvenes dinero y toda la fantasía que eso conlleva. Y por otro lado, la adrenalina que le genera al joven el movimiento que hace jugando y apostando en su casa, es la misma que se genera yendo al casino. La diferencia es que en la comodidad de su casa, o en el aula, o en cualquier lugar, porque no implica hacer ningún tipo de movimiento del sujeto, sino que puede estar almorzando con su familia y apostando desde el celular”.
Para Walter Martello, Defensor del Pueblo Adjunto General de la Provincia de Buenos Aires, el juego online vino a ocupar el “lugar de pertenencia”. “En el último tiempo, como producto de la crisis de estos cuatro meses, los jóvenes tuvieron la necesidad de contribuir a su mejora económica o de colaborar con los ingresos de la propia familia”, asegura en diálogo con Malas Palabras. La herramienta está al alcance de la mano: “El acceso a las billeteras virtuales desde los 13 años les permite a muchos jóvenes tener una interconexión entre la plataforma y el link propio para efectuar los pagos. Todo ese conjunto de situaciones fue proliferando la adicción al juego entre los menores de 13 a 18 años”.
Publicidad abusiva
El negocio gana posiciones en el fútbol argentino. A la española Codere en River se le suma Biplay que es sponsor de Vélez y Estudiantes de La Plata. Betsson, empresa nacida en Suecia, es la marca principal de la camiseta de Boca Juniors y Racing.
Las principales empresas de apuestas online publicitan en los programas de televisión con mayor audiencia, como Gran Hermano, no sólo el programa más visto en la televisión argentina, sino un fenómeno multipantalla.
En el terreno siempre cambiante del marketing digital, la alianza entre influencers y streamers y la industria de las apuestas deportivas es tendencia. Con capacidad de llegar a millones de seguidores en un instante, los influencers se han convertido en una herramienta poderosa ya que al hablar en primera persona generan confianza y credibilidad. Desde celebrities, modelos, actores y músicos comparten estas publicidades pagas sin ningún tipo de advertencia. En Argentina no existe ninguna norma que regule directamente a los influencers y la publicidad digital.
Tratamiento
En un período en que el presidente anuncia el fin de la era del Estado presente y se pretende dejar todo librado a las fuerzas del mercado, sigue existiendo multiplicidad de miradas desde las instituciones y lo público en relación a la vida de las personas.
Walter Martello cuenta que “hay países que tienen regulaciones muy severas y que les están dando resultado. España, por ejemplo, reguló todo lo que tiene que ver con la publicidad de apuestas online: ni los eventos deportivos ni los clubes puedan ser auspiciados por plataformas de juegos; reguló la participación de influencers en la promoción de casas de apuestas y la utilización de plataformas de stream para publicidad directa o indirecta de juegos online; y, además, tiene una fuerte penalización para aquellas personas o empresas que no cumplan con la ley. Argentina está en el desarrollo de proyectos legislativos que van a una velocidad demasiado lenta para un fenómeno tan grave”.
Para Soengas, “siempre es fundamental que el Estado esté presente. La regulación, en un tratamiento posible, pone un límite ante un joven que juega compulsivamente ”. Sin embargo, son fundamentales herramientas más inmediatas para el tratamiento de la ludopatía digital en jóvenes: “Hablar del tema, visibilizarlo, ponerlo en pregunta ya es una forma de tratamiento posible para una prevención”.