SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE .

Nota publicada el 15 / 09 / 2021

Gobernar a favor del pueblo que lo votó

La dura derrota del gobierno requiere antes que nada una autocrítica hacia adentro, respecto del rumbo desarrollado durante los dos primeros años de gestión.
El presente argentino nos muestra una realidad en la que siempre se busca en el otro las razones de nuestro accionar, pero en este caso se nos ocurre que lo que debe imperar es una mirada hacia los gestos y las decisiones propias, y, sobre todo, rectificaciones profundas en las políticas de Estado que apunten, especialmente, a mejorar las vidas de los millones que poco o nada tienen.

En esa dirección va la mirada del dirigente de UP y titular del IPPYP, Claudio Lozano, quien sintetizó su lectura de lo ocurrido y de lo que ahora debería ocurrir afirmando que “el contrato electoral del Frente de Todos con el pueblo argentino es recomponer sus condiciones de vida, y para eso hay que ponerle un piso de dignidad a la situación social es clave. Eso requiere de una discusión diferente con el FMI”.

Para Lozano los resultados electorales “son un fuerte llamado de atención para el Gobierno, claramente un cachetazo porque se perdieron 18 provincias y la provincia de Buenos Aires. En este sentido, algunas de las presunciones que teníamos respecto a que el proceso de ajuste que se puso en marcha allá por octubre del año pasado y que persistió hasta junio, en relación a la negociación con el Fondo, han tenido algo que ver con lo que pasó.
Hay un dato objetivo, los niveles de pobreza y de indigencia en Argentina son superiores a los que teníamos cuando se fue Macri, y si hay algún contrato electoral que el gobierno del Frente de Todos tiene con el pueblo argentino es recomponer sus condiciones de vida, por lo tanto hay elementos como para no pensar que esto es fruto de que la gente se confunde, sino que hay cosas importantes que corregir en el rumbo de la gestión”.
¿La mirada económica tuvo que ver? Para el actual director del Banco Nación “hay una demanda muy fuerte para domar la situación en materia de precios sobre la cual el Gobierno no ha tenido éxito y que ha dado como resultado cambiarle el signo a la política económica, porque si bien la economía creció desde el pozo en el que había caído por la pandemia, lo hizo sobre la base de una distribución del ingreso más desigual todavía, se amplió la desigualdad, aumentó el excedente empresarial de los sectores más concentrados y cayó la masa total de los ingresos populares y esto es fruto de cómo funcionaron los precios, entonces en ese contexto hay una demanda por ese tema y una demanda de todas las organizaciones populares que integramos el Frente De Todos respecto al tema de un salario universal que le ponga un umbral de dignidad y nos garantice una Argentina libre de hambre, eso está planteado en todos lados y necesita tener un lugar en la discusión del Frente que hasta el momento no ha tenido”.

Para Lozano la salida debe contener una fuerte estrategia de recomposición para la vida de lo que menos tienen y en esa dirección propone un plan de acción que contemple “el ingreso universal; el control social del sistema de precios, que en las cadenas de producción estratégica de la Argentina, de alimentos, de insumos, haya una participación de trabajadores, empresarios pymes y grandes con el Estado y ahí se regule y se eviten los abusos de posición dominante, pero no sobre la base del Estado solo discutiendo con las grandes empresas, sino con todos los actores de esa cadena porque los que todos somos víctimas del abuso, las pymes, los consumidores, los laburantes, por lo tanto el Estado lo que tiene que hacer es articular ese consenso social en cada cadena de producción, no a nivel general, para mantener los precios a raya. El control social de precios es clave y ponerle un piso a la situación social de la Argentina garantizando un ingreso universal sobre la población en situación de informalidad y desempleo, y eso requiere de una discusión diferente con el Fondo que la que se viene llevando hasta acá”.

Para el final, en cuanto al comentado crecimiento de la derecha y, por ejemplo, de la figura de Miles como símbolo, el diputado MC reconoció que algo le “preocupa, pero creo que si se hacen las cosas como hay que hacerlas eso rápidamente se desarma, me parece que tiene mucho que ver con un elemento clave que es que la democracia argentina, del 83 para acá, no ha podido garantizar la mejora en las condiciones de vida de la población, y esto hay hecho que se acumule una bronca con el sistema político que no es menor.
—–

Una tormenta de cisnes negros
que el Gobierno no vio venir

Por Federico Chechele

La estrategia y el armado de listas del oficialismo naufragaron y ya se habla de cambios en el gabinete y un rediseño de la campaña. Las políticas sociales y el rumbo económico, en discusión. Sin embargo, el descontento también alcanzó a Juntos por el Cambio y en noviembre habrá otro 20% de votos en disputa.
13 septiembre, 2021
Por Federico Chechele | Pocas veces se vieron unas elecciones que le marquen tanto la cancha a un gobierno. El oficialismo sólo ganó en seis provincias, en todas las demás se rechazaron las políticas nacionales. Y se las rechazó por derecha, por extrema derecha pero también por izquierda. Fue la fiesta en Olivos, la pandemia y la pobreza.
Al Gobierno le entraron todas las balas. Si bien el mundo castigó a los oficialismos que tuvieron que ir a elecciones durante la pandemia, en Argentina además se agravaron todos los indicadores económicos y sociales. No quedó uno de pie y eso fue castigado en las urnas.
¿La culpa es del presidente Alberto Fernández, de la vicepresidenta Cristina Kirchner o de Máximo Kirchner y Wado de Pedro que recargaron la tinta de la lapicera para diseñar la estrategia electoral nacional? Esta pregunta, más allá del desastre actual que arrojaron los resultados de anoche, tendrán que responderla los propios protagonistas con hechos y acciones. No es momento para señalar, sí para que se escuchen todas las voces.
Más allá del golpazo, quizás no sea una mala noticia para aquellos sectores que acompañan al Gobierno y que le exigen radicalizar las decisiones políticas en favor de los que menos tienen. Porque en lo único que no hay que engañarse es en que “la gente votó por derecha”. Es mucho más sencillo, la sociedad le dio la espalda a la falta de respuestas y se votó a las diferentes alternativas. No hay que horrorizarse con los Milei -que sacó 13% en la burbuja que es la Capital Federal-, pero sí con la paliza que sufrió el Gobierno en la provincia de Buenos Aires y en la mayoría del país.
A lo que habrá que estar atentos es a cómo se profundizarán las diferencias entre el Presidente y la vice. Se supone que vendrán cambios tardíos en el gobierno, tal como pidió Cristina Kirchner con aquello de “los funcionarios que no funcionan”, que por lo visto para el electorado tampoco funcionaron. Además, es natural en la política que ante un choque de tamañas dimensiones se pegue un volantazo para oxigenar al gabinete nacional y para mostrarle caras nuevas a la sociedad.
Y en este replanteo que verá ver la luz lo más rápido posible, hay que definir en las próximas 24 horas qué Presupuesto presentará el Gobierno. Ya estaba hecho, se descarta que haya modificaciones en los números y en los argumentos.
El último interrogante es cómo queda parado el gobernador Axel Kicillof, por la importancia electoral que tiene el territorio bonaerense, y porque se quedó afuera del armado de listas de la misma manera que los intendentes al someterse a la estrategia electoral de La Cámpora.
No quedó un solo presidenciable de pie. El Presidente hoy es el máximo responsable. Kicillof es el padre de la derrota en el mayor distrito del país. Máximo ayer se erigía como el jefe político de la provincia y su debut fue una derrota por goleada, y a Massa todavía le están buscando los votos que no aportó. Más allá de noviembre, quedan 17 meses para elegir al próximo candidato a Presidente.
Pero en noviembre hay revancha, ahí se sabrá en serio cómo quedará el Congreso nacional. Si se repiten los números que se alcanzaron anoche en todas las provincias, el Gobierno podría perder la primera minoría en la Cámara de Diputados y, por primera vez desde el regreso de la democracia, el peronismo perdería el quórum propio en el Senado.
Pero hay dos datos que aportan ciertas expectativas. Ayer votó el 68% de la población (la más baja desde que se instauraron las Primarias) y en las elecciones generales el número promedio llega casi al 80%. A ese 10 o 12% hay que agregarle el otro 10% de los espacios políticos que no superaron el 1,5% y que no llegan a noviembre.
En definitiva, habrá un 20% más en disputa. El Gobierno puede achicar la diferencia o le puede ir peor. Depende de sí mismo.

—–
Un grito no escuchado

Por Carlos Fanjul

Allá por finales de la década de los ´90 una muy pensada iniciativa de Claudio Lozano generó una amplia repercusión en todas las capas de la militancia que luchaban por desterrar la siembra de destrucción que había dejado Menem, y continuaba De la Rúa.
El plan conocido como ‘Shock distributivo’ fue la piedra basal del Frente Nacional contra la Pobreza (FRENAPO) que emergió como una salida posible ante la crisis terminal que vivía el país.
Consistía en tres ejes fundantes:

1) Darle a cada pibe/a una Asignación Universal, pensada desde las necesidades de ese pibe/a y no desde la realidad económica de sus padres.

2) Otorgar a cada padre o la madre de las familias sin empleo un Seguro de Empleo y Formación durante dos años, en los que el beneficiario tuviera una formación en algún oficio.

3) Mientras ese tiempo transcurría, el Gobierno debía generar una salida laboral para esa persona capacitada en un oficio al final de aquellos dos años.

La propuesta contemplaba una mirada completa para cada núcleo familiar empobrecido, en medio de un país que no le generaba respuestas verdaderas.
Claro, como generalmente ocurre, cada gobierno que surgió tras aquellos años de explosión social, eligió caminos más ‘directos’ para apagar el incendio y, aunque con nombres variados, tomó solo la primera parte de aquella estrategia global.
Duhalde le llamó Jefes y Jefas, Néstor y Cristina Asignación Universal por Hijo, Macri usó algún otro nombre, Alberto le llamó IFE, pero luego la corto. TODOS apostaron a dinero en efectivo para aminorar el fuego, pero ninguno se propuso de verdad a terminar con la pobreza, o la llamada pobreza estructural que encubre dialécticamente la temida palabra del hambre de un pibe/a.

En aquel final de siglo y en el comienzo del actual, nosotros gritamos El ‘Hambre es un crimen’, y lo hicimos en cada plaza o en cada kilómetro recorrido a lo largo y ancho del territorio nacional. Pero nos escucharon a medias.

Hoy los índices de pobreza andan bastante por arriba del 40 por ciento y ronda el 50, y hasta podemos afirmar que mucho más de la mitad de cada pibe/a de la Argentina es pobre o pasa hambre.

Lo avisaron varias protestas sociales y la marcha de San Cayetano fue un aviso muy fuerte, y hasta un grito dramático de los sectores más empobrecidos.

Los resultados del último domingo le han pegado un fuerte golpe al gobierno y, aunque solo parece mirarse la cuestión como un crecimiento de la derecha, si uno rasca un poco más los números comprueba que no se trata tanto de eso, sino mucho más de una notoria pérdida del caudal de votos propios que ha tenido la fuerza gobernante.

Tal vez le sirva para abandonar cierta tibieza a la hora de tomar decisiones en el rumbo correcto y empezar a resolver los dramas reales del pueblo.
Sobre todo, y prioritariamente, los de quienes necesitan de un Estado que los proteja de verdad en medio del subsuelo que atraviesan.
Un paraguas que les garantice un proyecto de vida, que hoy no tienen.

Noticias Relacionadas

La batalla cultural

La batalla cultural

En su cruzada por sentar las bases de un nuevo imaginario político, Milei cita a Gramsci, se pelea con estrellas pop y hace del barro de las redes su zona de confort. Con la efusividad de un trotskista y el ímpetu de los activistas, el libertario da mecha a la batalla cultural corriendo las fronteras y rivalizando contra todos.

El juego de la vida de la clase media argentina

El juego de la vida de la clase media argentina

Idas y vueltas de la clase social engrosada por la intervención virtuosa y planificada del Estado peronista. Sobre su ampliación desigual y fragmentada, pasando por la negación y el desprecio de su origen socio histórico, hasta el riesgo de la movilidad social descendente.

Látigo y billetera

Látigo y billetera

La avanzada de Milei sobre los fondos de las provincias y la pelea con los gobernadores es el primer movimiento en la cruzada del anarco libertario por demoler el sistema desde adentro e imponer un nuevo orden de ajuste y conflicto permanente. La posibilidad de nuevos liderazgos opositores. 

Las Malas Palabras del Mes: María Elena Walsh

Las Malas Palabras del Mes: María Elena Walsh

Muchos, muchos años antes de que la ola verde y el “Ni una menos” reavivara el fuego de la militancia feminista en Argentina, María Elena Walsh ya cantaba o escribía poemas con muchas de las ideas que hoy atraviesan al movimiento de mujeres. 

Estado de caos permanente

Estado de caos permanente

El feroz programa de ajuste y el conflictivo estilo del presidente Javier Milei profundizan la crisis económica, consolidan el malhumor social y aviva en las calles una resistencia creciente. Crecen los pronósticos de un nuevo paro general.

La repetición como dique de contención

Por Edu Guzman (@soloenelcine) 

La buena educación

Por Laureana Cardelino (@todas_lasfiestas).

Una red curiosa

Por Laureana Cardelino (@todas_lasfiestas).

Un atisbo de esperanza en este mundo amargo

Por Edu Guzman (@soloenelcine).

La verdad del poema

por Laureana Cardelino (@todas_lasfiestas).

La batalla cultural

En su cruzada por sentar las bases de un nuevo imaginario político, Milei cita a Gramsci, se pelea con estrellas pop y hace del barro de las redes su zona de confort. Con la efusividad de un trotskista y el ímpetu de los activistas, el libertario da mecha a la batalla cultural corriendo las fronteras y rivalizando contra todos.

El juego de la vida de la clase media argentina

Idas y vueltas de la clase social engrosada por la intervención virtuosa y planificada del Estado peronista. Sobre su ampliación desigual y fragmentada, pasando por la negación y el desprecio de su origen socio histórico, hasta el riesgo de la movilidad social descendente.

Látigo y billetera

La avanzada de Milei sobre los fondos de las provincias y la pelea con los gobernadores es el primer movimiento en la cruzada del anarco libertario por demoler el sistema desde adentro e imponer un nuevo orden de ajuste y conflicto permanente. La posibilidad de nuevos liderazgos opositores. 

Las Malas Palabras del Mes: María Elena Walsh

Muchos, muchos años antes de que la ola verde y el “Ni una menos” reavivara el fuego de la militancia feminista en Argentina, María Elena Walsh ya cantaba o escribía poemas con muchas de las ideas que hoy atraviesan al movimiento de mujeres. 

Estado de caos permanente

El feroz programa de ajuste y el conflictivo estilo del presidente Javier Milei profundizan la crisis económica, consolidan el malhumor social y aviva en las calles una resistencia creciente. Crecen los pronósticos de un nuevo paro general.

Rodolfo Aguiar. Foto: Manuel Cascallar.

“Milei está haciendo de la Argentina un Titanic y vamos todos arriba”

En una entrevista con Malas Palabras, el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, aseguró que el gobierno de Javier Milei “aborrece lo público y descree del Estado” y se refirió a la posibilidad de un nuevo paro general: “El peor error que puede cometer el movimiento obrero es abandonar la calle”.

Cartoneros y obreros, la columna es una sola

Los movimientos sociales cambian de piel en la era Milei. Acorde a una economía líquida o uberizada y a un ajuste brutal del gasto público, los trabajadores informales han crecido en volumen. Su dirigencia, lejos de mostrarse sectaria, camina cerca del movimiento obrero. El desafío de pintar de marrón al peronismo

La casta contraataca

El círculo rojo, los grupos económicos, exponentes del establishment, grandes capitales y la familia militar. Cuáles son los sectores que aportarán gobernabilidad al experimento de Javier Milei presidente.