SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE .

Nota publicada el 27 / 02 / 2018

¿Invasión a Venezuela?

 

(Por Carlos Aznárez, director de Resumen Latinoamericano)

No se trata de dramatizar, exagerar o esbozar conspiraciones apocalípticas, pero cada una de las piezas que el Imperio está moviendo en el tablero latinoamericano apunta a establecer un escenario de intervención militar contra Venezuela bolivariana.
Podrá ser tercerizada o de forma directa con las falsas excusas del “humanitarismo”, pero la situación adquiere cada vez mas gravedad si se tiene en cuenta que todo este andamiaje belicista podría estar orientado a impedir que el pueblo chavista vuelva a proporcionar una contundente paliza electoral al poder oligárquico en abril.

Hay múltiples elementos que coadyuvarían a armar un inminente tinglado intervencionista a partir de la toma de decisión del gobierno estadounidense de apurar la caída del gobierno ultra legítimo de Nicolas Maduro. Primero, hace unos meses el vocero fue el vicepresidente Mike Pence quien recorrió el continente visitando presidentes “amigos” para ordenarles apretar las tuercas del bloque económico. No le fue como esperaba pero dejó la semilla que hace pocos días, intentó volver a sembrar el canciller Rex Tillerson. Esta vez la propuesta de aumentar la beligerancia contra el “dictador” Maduro fue ampliamente comprada por dos puntales del equipo neoliberal más agresivo. Tanto Macri (solo basta observar la foto de la cara de enamorado con que mira a Tillerson), como el perrito faldero Santos, se subieron al portaaviones made in USA y prometieron ser de los primeros en la embestida que Washington resuelva.

Después hay un acumulado de gestos indicativos del peligro en ciernes. A saber: las declaraciones del subsecretario de Estado para Latinoamérica y el Caribe, Francisco Palmieri, ofreciendo ayuda a Colombia y Brasil debido “a la gigantesca y continua migración venezolana hacia ambos territorios”. Palmieri utiliza allí, el sesgo intervencionista “humanitario”, el mismo en que viene insistiendo el cadete de la CIA, Luis Almagro o su cómplice peruano Kuzinsky, uno de los impulsores de esa mafia presidencial autodenominada Grupo de Lima. En esa misma sintonía Macri dio luz verde para que los estudiantes venezolanos “que vengan a Argentina huyendo del caos dictatorial no sufran más sinsabores”, y por lo tanto, a diferencia de quienes provienen de otros países, se les legalizará de inmediato su situación educativa. La maniobra, como se ve, es demostrar que “la dictadura venezolana” no da para más. Algo muy similar a lo que durante años Estados Unidos intentó con Cuba y hace muy poco con la “dictadura siria”, que se resume en la frase: “te hago la vida imposible, obligo a tu gente a emigrar, los recibo con los brazos abiertos y luego te invado humanitariamente”. Para completar Militarmente también hay datos inquietantes: la presencia del Comandante del Comando Sur en Colombia, el movimiento de tropas en la frontera amazónica de Brasil y Colombia, otra vez con la excusa migratoria venezolana. El punto central de confluencia de estos aprestos es la base móvil brasileña de Tabatinga, que fuera inaugurada en noviembre pasado con los ejercicios militares conjuntos de EE.UU, Brasil, Colombia y Perú, en que se practicaron simulacros de invasión “a un país bajo dominio comunista”. Como en las viejas épocas.

En la seguidilla injerencista, luego le tocó el turno al embajador yanqui en Bogotá, Kevin Whitaker, quien afirmó que Venezuela necesita “una salida democrática, institucional y rápida”. Enseguida, Santos y Uribe, cada uno por su lado aplaudieron la oferta y mientra el mandatario colombiano aseguraba que no reconocerá los comicios de abril, el paramilitar Uribe echaba más gasolina al fuego instando a apurar una intervención militar “con el concurso colombiano”. Todo esto en el marco de la re-ocupación territorial de grupos paramilitares colombianos en Cúcuta, en Catatumbo y otros puntos próximos a Venezuela. Ni qué decir de la reciente presencia de soldados yanquis en la zona de Tumaco y la intensa actividad de entrada y salida de hombres y equipos de las nueve bases USA en Colombia.

Con toda precisión el ex militar y ahora analista geoestratégico William Izarra habla de que el “Operativo Tenazas” sigue cerrándose y menciona como territorios que podrían ser utilizados para una intervención a gran escala, aparte de Colombia, a Guyana y las islas-colonias holandesas de Aruba, Bonaire y Curazao, todos ellos sitios donde los militares norteamericanos se pasean como en casa.

Así las cosas, y con Trump ladrando, lo más lógico es que en el plano interno se cierren filas. Frente a la esperada retirada de la oposición de la mesa de negociaciones de Dominicana, cumpliendo una orden de sus amos imperiales, y el aumento de la escalada de bloqueo y guerra económica impuesta por Washington, sus acólitos latinoamericanos y la Unión Europea, se impone que el pueblo venezolano se prepare para repetir la proeza victoriasa del pasado 31 de julio. Sin una sola duda, todos y todas convencidas de que en abril llega la segunda parte de la madre de todas las batallas, que será para ratificar una vez más que la Revolución es necesaria no solo para asegurar la paz en Venezuela sino para atizar el fuego de la rebeldía continental y mundial. Esta no será una elección más de todas las que el chavismo ha ganado, sino que respaldando unitariamente a Maduro se puede propinar una soberana patada en el trasero a quienes están intentando que nuestros pueblos, todos ellos, regresen a la Edad Media.

Ahora bien, si por obra de la impunidad de la que se vanaglorian Trump, Rajoy, Macri y Santos se animaran a adelantar planes y decidieran lanzar directa o indirectamente una escalada militar, antes o después de los comicios, en el plano local venezolano no caben dudas que como señalara Diosdado Cabello, sobre una invasión disfrazada de ayuda humanitaria: ”Es probable que ustedes entren, pero vamos a ver cómo van a salir”. Y en el escenario continental habrá llegado la hora de “hacer arder la pradera”. No son tiempos de grandes discursos y prometer solidaridades por rutina ya que en Venezuela, se juega por décadas la suerte de Nuestra América y el socialismo, si se es fiel al legado insurgente de Hugo Chávez habrá que demostrarlo, con las ideas, con el corazón y poniendo el cuerpo como lo hizo el comandante eterno.

Noticias Relacionadas

Gula libertaria

Gula libertaria

Eufórico tras el arrasador triunfo de Trump, el gobierno estimula su apetito político y pisa fuerte. Ansía comerse al Estado, y a la democracia también. Opinan: Gonzalo Fiore Viani, doctor en Relaciones Internacionales de la Universidad Católica de Córdoba; y Celeste Tossolini, politóloga.

Por Nicolás Poggi

La canción sin fin

La canción sin fin

La interna entre CFK y el gobernador bonaerense sume al peronismo en una pelea endogámica, confusa en lo programático. Cuáles son los próximos pasos del Instituto Patria y el kicillofismo. Opinan: Raúl Timerman, analista político y director de la Consultora Grupo de Opinión Pública; y Juan Courel, analista y consultor político.

Por José Maldonado

Pelucas y patillas

Pelucas y patillas

El gobierno desplaza a la escuela austriaca y al recuerdo de la supuesta argentina potencia del siglo XIX como faros ideológicos, ahora la década del 90 es su nuevo imaginario político. ¿Por qué le resulta redituable la liturgia menemista? Opinan: Julio Burdman, politólogo; y Francisco Morán, cofundador de la agrupación “La Carlos Menem”.

Por Redacción Malas Palabras

Los pizarrones al sol

Los pizarrones al sol

Los estudiantes toman el control de las facultades y, en paralelo, colocan los pupitres a cielo abierto. Tres jóvenes cuentan sus anhelos y reclamos mientras la amenaza del apagón universitario pende sobre sus vidas.

Por Redacción Malas Palabras

La caída

La película “El jockey”, del realizador Luis Ortega, explora el declive alucinógeno de un deportista mutante. El film, precandidato local para los premios Oscar, llega endulzado con la música de Virus y Nino Bravo.

Por Edu Guzmán @soloenelcine

La música de la selva

Por Laureana Cardelino (@todas_lasfiestas)

Cortázar, del libro a la pantalla grande

 Por Edu Guzman (@soloenelcine)

¡Qué alegría más alta: vivir en la poesía!

Por Laureana Buki Cardelino (@todas_lasfiestas).

Poemas e imágenes a un padre desaparecido

Por Edu Guzman (@soloenelcine).

Gula libertaria

Eufórico tras el arrasador triunfo de Trump, el gobierno estimula su apetito político y pisa fuerte. Ansía comerse al Estado, y a la democracia también. Opinan: Gonzalo Fiore Viani, doctor en Relaciones Internacionales de la Universidad Católica de Córdoba; y Celeste Tossolini, politóloga.

Por Nicolás Poggi

La canción sin fin

La interna entre CFK y el gobernador bonaerense sume al peronismo en una pelea endogámica, confusa en lo programático. Cuáles son los próximos pasos del Instituto Patria y el kicillofismo. Opinan: Raúl Timerman, analista político y director de la Consultora Grupo de Opinión Pública; y Juan Courel, analista y consultor político.

Por José Maldonado

Pelucas y patillas

El gobierno desplaza a la escuela austriaca y al recuerdo de la supuesta argentina potencia del siglo XIX como faros ideológicos, ahora la década del 90 es su nuevo imaginario político. ¿Por qué le resulta redituable la liturgia menemista? Opinan: Julio Burdman, politólogo; y Francisco Morán, cofundador de la agrupación “La Carlos Menem”.

Por Redacción Malas Palabras

Los pizarrones al sol

Los estudiantes toman el control de las facultades y, en paralelo, colocan los pupitres a cielo abierto. Tres jóvenes cuentan sus anhelos y reclamos mientras la amenaza del apagón universitario pende sobre sus vidas.

Por Redacción Malas Palabras

Walter Correa, ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires.

“El movimiento sindical da ejemplo de unidad”

El ministro de Trabajo bonaerense Walter Correa comparte definiciones contundentes sobre el vínculo de Axel Kicillof con los gremios, el proceso de la unidad de las dos CTA y el modelo “pre peronista” que, asegura, quieren imponer Milei y Sturzenegger.

Por José Maldonado

La violencia narrativa

A la par de los bastonazos de Gendarmería, el gobierno ejerce una represión discursiva permanente. Sus voceros hostigan con cachiporrazos verbales que buscan lastimar la identidad sexual y política de sus rivales. Cultura falocéntrica y paranoia antiinsurgente en una cruzada que busca convertir la conversación pública en un ring de boxeo. Opinan Franco Torchia, periodista especializado en diversidad sexual, y Sol Montero, socióloga e investigadora en UNSAM/CONICET.

Por Emiliano Guido

El optimismo libertario

¿Esperanza o expectativa? ¿Cuál es el combustible interno que moviliza al adherente de Milei? “La vida no está hecha de horizontes, sino de tener aseguradas las vacaciones de verano, y el tanque lleno del auto”, se advierte en esta columna que escanea con agudeza uno de los sentimientos claves de la base oficialista.

Por Esteban Rodríguez Alzueta

Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA - A.

La desigualdad avanza

Estadísticas oficiales recientes revelan una sostenida asimetría en el segmento de ingresos entre el decil más rico y el más pobre de la población. Qué políticas económicas puntuales acentúan la mencionada tendencia regresiva.

Por Luis Campos

Milei: acciones a la baja

La marca política “Milei” comienza a registrar un significativo descenso de su pregnancia simbólica. ¿Qué implica y cuándo se inició la “caída por goteo”? ¿La permanencia del núcleo duro de adhesión es suficiente para sostener la popularidad presidencial?

Opinan Roberto Bacman, director del Centro de Estudios de Opinión Pública, y Paola Zuban, politóloga y directora de Zuban Córdoba & Asociados.

Por Redacción Malas Palabras