Por Mariano Vázquez.- “Como Presidente de la República Argentina valoro la respuesta y la responsabilidad que ha asumido la senadora Yañez (sic) como presidenta a cargo de Bolivia. Como ustedes conocen hay un período de transición en mi país, como presidente electo (por Alberto Fernández) que asumirá el 10 de diciembre espero que oficialice la labor que está llevando la presidenta electa (sic). No tengamos dudas que el camino adoptado por el Congreso de Bolivia es el que reestablecerá la paz democrática respetando la voluntad de los bolivianos”. Este discurso pronunció Mauricio Macri el 5 de diciembre de 2019 en la 55° Cumbre del Mercosur.
En apenas 38 segundos, el ex mandatario pronuncia mal el apellido de Jeanine Añez, le da el estatus de “electa” cuando nadie la votó para ese cargo, conmina a Alberto Fernández a reconocer a un régimen ilegal y habla de “transición pacífica” cuando ya se habían perpetrado las masacres por la represión conjunta de la Policía y el Ejército en Sacaba y Senkata, que dejaron un saldo de 22 personas asesinadas y más de 200 heridas.
Quedaba claro entonces el apoyo institucional de la administración de Cambiemos al golpe de Estado en Bolivia, pero el escándalo internacional estalló días atrás cuando el canciller boliviano denunció en conferencia de prensa que el apoyo no solo fue discursivo: “Hemos tenido acceso a un documento que pone en evidencia que el gobierno de Macri en Argentina aportó con material para que se pueda reprimir la protesta social y consolidar el gobierno de facto de Añez”. Rogelio Mayta exhibió la nota de agradecimiento del ex comandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), Jorge Terceros Lanza, al entonces embajador de la Argentina en Bolivia, Normando Álvarez Díaz, hoy ministro de Trabajo de Gerardo Morales, por la munición brindada. La carta fechada el 13 de noviembre de 2019 indica que “en el marco del apoyo internacional entre nuestros países” ya “se recibió el siguiente material de bélico de agentes químicos” y pasa a enumerarlos. “Vamos a pasar esta información a la Fiscalía porque consideramos esta situación de extrema gravedad y absolutamente inaceptable, porque es una contribución, ha sido una contribución para que se cometan graves violaciones de derechos humanos”, subrayó Mayta.
Instantáneamente, el presidente Alberto Fernández le envió una carta a su par de Bolivia, Luis Arce, pidiendo disculpas en nombre del gobierno y pueblo argentino por la “colaboración del gobierno de Macri con las fuerzas que perpetuaron el Golpe de Estado” y ordenó a los ministerios involucrados iniciar investigaciones urgentes. Arce respondió: “Repudiamos el apoyo del gobierno del ex presidente de Argentina, Mauricio Macri, al Golpe de Estado que vivimos el año 2019 en el Estado Plurinacional de Bolivia. El envío de material bélico para reprimir al pueblo boliviano contraviene las normas internacionales”.
El Ministerio de Seguridad de la Nación dio a conocer luego un informe preliminar del material enviado a Bolivia que indica que el 11 de noviembre se autorizó para “brindar seguridad y protección al Embajador y el personal de la Embajada argentina en Bolivia” por noventa días corridos el despacho de 10 pistolas semiautomáticas, 2 escopetas de repetición, 5 carabinas automáticas, 2 ametralladoras, 2 fusiles de repetición, 12 chalecos antibalas, 12 cascos balísticos, 2 escudos balísticos, 2 visores nocturnos y 8.820 municiones de distintos calibres. También el traslado de once integrantes de la Gendarmería Nacional. Un día después añaden 70.000 cartuchos anti-tumultos, 100 spray de gas pimienta y 661 granadas de mano de gas hostigamiento. Sin embargo, la carta de Terceros Lanza habla de “40.000 cartuchos AT 12/70, 18 gases lacrimógeno en spray MK-9, 05 gases lacrimógeno en spray MK-4, 50 granadas de gas CN, 10 granadas de gas CS, 52 granadas de gas HC”. Se observan incongruencias en cantidad y tipo de armamento, ¿no todos los pertrechos fueron registrados?, ¿parte de la carga era ilegal? Sí es así, son varios delitos para investigar; no estaban transportando caramelos. El 12 de noviembre a las 23:40 partió un Hércules C-130 desde el aeropuerto de El Palomar y aterrizó a las 4:40 en el hangar de la FAB en El Alto. Este material nunca retornó al país, es decir, fue utilizado. La excusa del macrismo: lo usaron los gendarmes como entrenamiento. Suena inverosímil.
Cómplice de un Golpe de Estado
Esto nos lleva otro gran interrogante. El 10 de noviembre a las 15:48, el Alto Mando militar, entre ellos Terceros Lanza, da una conferencia de prensa demandando la renuncia de Evo Morales, hecho que se desencadena a las 16:52. La sesión ilegal en la Asamblea Legislativa que unge a Añez en la presidencia se produce a las 18:51 del 12 de noviembre. Entonces, ¿entre quiénes, ante un evidente vacío de poder, se gestionó este envío de material represivo? ¿Quién o quiénes ejercieron en la práctica el manejo del Estado en esos dos días? ¿Cuál fue el rol de los agregados militares argentinos en La Paz? El periodista Julio Peñaloza, en una serie de artículos sobre el golpe publicados en el diario La Razón, viene desnudando el rol de los diferentes actores del quiebre constitucional. El papel de Terceros Lanza es central en estas 72 horas, lo que indica que las gestiones de armas al gobierno argentino la podría haber encarado él junto a la pata civil, que por su activo rol en esas 48 horas, parece haberla ejercido el ex presidente Jorge Quiroga, de aceitados vínculos con Estados Unidos. Ambos actores fueron fundamentales para que se forzara la renuncia de los representantes parlamentarios del Movimiento Al Socialismo en la línea sucesoria constitucional y así garantizar los planes conspirativos. Revela Peñaloza: “Quiroga se encargó de comprometer al comandante de la Fuerza Aérea, general Jorge Gonzalo Terceros, para que tal condición, previa a cualquier diálogo, se cumpliera.
Los representantes del MAS que conversaron con Quiroga entre el lunes 11 y el martes 12 no sabían que cuando Morales, García Linera y Gabriela Montaño aterrizaron en Chimoré (domingo 10 por la noche) estaban siendo inicialmente conducidos a la zona militar del aeropuerto muy probablemente para ser detenidos, decisión cambiada por el piloto de la nave ante una advertencia hecha por García Linera, que dijo que con la marea cocalera que esperaba en la plataforma principal podía generarse una tragedia espeluznante. Una vez en tierra, los ex mandatarios y la ex ministra de Salud fueron envueltos por sus compañeros hasta ser internados monte adentro, donde policías y militares no pudieran llegar para capturarlos”.
En ese sentido, el 16 de diciembre de 2019, Morales, ya refugiado en la Argentina, revelaba en una entrevista en C5N que “el principal golpista, ahora lo estoy identificando, era el comandante de la Fuerza Aérea, el general Terceros, me sorprendió”.
La venta de material represivo –una verdadera bomba periodística– fue ninguneada por los grandes medios en Argentina y en Bolivia, que dieron más relevancia a las desmentidas de Macri, Álvarez Díaz, Patricia Bullrich, Oscar Aguad, Jorge Faurie, Terceros Lanza, Añez y otros ex funcionarios a ambos lados de la frontera que a la denuncia misma. El gran chasco lo cometió la organización Bolivia Verifica –el Chequeado boliviano– que con la sola declaración del abogado de Terceros Lanza afirmó que la carta era falsa. Parece que no se les ocurrió consultar a fuentes como el Ministerio de Defensa, la Fuerza Aérea Boliviana o la Embajada Argentina y tuvieron que rectificarse. Es que el ministro de Defensa de Bolivia, Edmundo Novillo, informó que la carta original figura en los archivos de la FAB. Además, el embajador argentino, Ariel Basteiro, certificó el ingreso por Mesa de Entradas de la carta del coronel. La nota es la 89/19 del Departamento IV de logística de la FAB, fechada el 13 de noviembre y tiene sello de entrada a la legación nacional el 15.
Álvarez García publicó una carta, de amplia difusión en el periodismo mainstream, explicando que nunca llegó a sus manos el agradecimiento del comandante de la FAB. Pero en uno de sus párrafos hace una revelación que pasó desapercibida y es gravísima. El gobierno macrista negó ayuda para salvaguardar la vida de Evo Morales, quien en esos momentos era buscado por la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP): “Solicité a diferentes dirigentes y funcionarios argentinos autorización (que no fue concedida) para que el avión de Evo Morales pueda aterrizar en Argentina”, asegura el ex embajador.
Recordemos que a Macri le quedaba menos de un mes para salir de la presidencia, es imposible imaginar que semejante decisión no pasara por sus manos. La profundización de la investigación determinará si esas manos no están, además, manchadas con sangre boliviana.