Con el decreto que pone fecha a las PASO, el gobernador busca ganar autoridad y erigirse como una nueva cima política en el paisaje nacional. Para ello, debe transitar un fino equilibrio. ¿Cómo administrar el principal distrito sin perder terreno en su propio espacio partidario a pesar de las amenazas de Milei y las tensiones eléctricas del peronismo? Opinan Claudio Lozano, y los analistas Lucas Romero y Mariel Fornoni
Por Juliana Ricaldoni
Ilustración; Juan Soto
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, atraviesa un doble frente de batalla. Por un lado, el presidente Javier Milei lo convirtió en su principal adversario en la arena nacional, con constantes embates desde lo discursivo y lo financiero. Por el otro, la interna peronista lo obliga a caminar por una delgada línea para no desdibujarse en la disputa por el liderazgo opositor. En ese ajedrez, el mandatario provincial deberá demostrar habilidad para gestionar y sobrevivir en un contexto hostil.
El año electoral ya comenzó y la polarización entre Kicillof y Milei es un eje central de la campaña. Ambos se eligieron como rivales y no escatiman golpes. La última escalada la protagonizó Milei, quien pidió la renuncia del gobernador tras el incremento de casos de inseguridad y sugirió intervenir la provincia por la inseguridad. El gobernador replicó con dureza, calificando la propuesta como un “hecho de gravedad institucional sin precedentes” y su equipo trabaja en una denuncia penal.
Pero, la pulseada entre ambos no se reduce a los cruces verbales. Kicillof denuncia el ahogo financiero impuesto por Nación: la quita de recursos del orden del 92%, y la paralización de más de mil obras públicas. Hay, al menos, siete presentaciones ante la Corte Suprema en reclamo de fondos retenidos.
El desafío de construir un frente opositor
La batalla contra Milei no es la única que enfrenta el gobernador. Kicllof encabeza la construcción de un gran frente opositor que se proyecte, según sus palabras, como “una alternativa para el futuro”. Para ello, lanzó la corriente interna Movimiento Derecho al Futuro dentro del peronismo, con el respaldo de 40 intendentes, legisladores, dirigentes sociales y sindicales. A ese armado se sumaron figuras del ámbito científico y cultural, y ahora el trabajo apunta a fortalecer el espacio en los municipios y sumar militancia en las ocho secciones electorales.
La decisión generó ruido dentro del kirchnerismo más duro, donde aún persisten recelos sobre la autonomía creciente del gobernador respecto de su mentora, Cristina Fernández de Kirchner. También despertó reparos en otros sectores que buscan construir una opción más amplia. Por caso, el economista y referente de Unidad Popular, Claudio Lozano, planteó la necesidad de conformar un frente electoral de mayor alcance para las elecciones.
«Uno de los problemas centrales en la política argentina es que, si bien existe resistencia social, jornadas de protesta, paros de las centrales obreras y lucha política, hay una dificultad muy grande para traducir eso en política institucional», sostuvo Lozano.
En ese sentido, consideró vital «tratar de conformar en todos los distritos del país frentes amplios, democráticos y diferentes a los que conformamos en los últimos tiempos, pero con contenidos políticos precisos y democracia interna, sin imposiciones” y planteó que “las distintas opciones del movimiento popular fracasaron: el Frente de Todos gobernó sin lograr una expresión popular exitosa, y la izquierda no pudo canalizar el malestar de la sociedad”.
«Debemos conformar frentes amplios, democráticos y diferentes a los que conformamos en los últimos tiempos, pero con contenidos políticos precisos y con democracia interna, sin imposiciones»
Claudio Lozano, economista y referente de Unidad Popular.
Lozano también destacó el rol que podría ocupar Kicillof en ese armado y planteó que el gobernador «tiene más capacidad que nadie para convocar a todas las fuerzas del campo popular a ser parte de un frente amplio y democrático que frene las políticas del libertario”.

Sin embargo, opinó que el lanzamiento del Movimiento Derecho al Futuro “termina siendo una suerte de corriente interna dentro del PJ” cuando el mandatario provincial “podría cumplir un papel más importante, convocando a un frente más amplio, que pueda dar respuesta a la necesidad de frenar a Milei y continuar con políticas que democraticen la provincia y generen transformaciones».
La incógnita del calendario electoral
Para el politólogo y director de Synopsis, Lucas Romero, el gobernador se encuentra en una posición estratégica dentro del peronismo. “Los números no le dan bien al peronismo, pero dentro de ese contexto, vemos a Kicillof como el dirigente con mejor imagen. Lidera un partido en una provincia donde hay una base de sustentación bien sólida. La de Buenos Aires es una de las cuatro provincias en las que Milei perdió. Kicillof tiene la potencialidad de estar en tiempo y lugar respecto de dar ese paso”, explicó.
«Los números no le dan bien al peronismo, pero dentro de ese contexto, vemos a Kicillof como el dirigente con mejor imagen. Lidera un partido en una provincia donde hay una base de sustentación bien sólida. La de Buenos Aires es una de las cuatro provincias en las que Milei perdió. Kicillof tiene la potencialidad de estar en tiempo y lugar respecto de dar ese paso”
Lucas Romero, politólogo y director de Synopsis.
Sin embargo, advirtió que aún persiste la resistencia interna a la renovación de liderazgos y que Cristina Kirchner no cederá fácilmente. “Si desdobla la elección, el incentivo prioritario será destruir a Kicillof. Ella va a trabajar en contra de su triunfo electoral. Si se desdobla, pierden los dos”, señaló el consultor.

Romero advirtió que el desdoblamiento electoral podría volcar el foco de la campaña exclusivamente sobre la gestión bonaerense, una administración que enfrenta dificultades debido al recorte de fondos nacionales. “Cristina tiene razón en que separar la elección generará una campaña focalizada sobre una gestión que es compleja porque la provincia está discriminada fiscalmente y sufre el recorte de fondos de Nación”, afirmó.
Por su parte, Mariel Fornoni, directora de la firma Management & Fit, consideró que Kicillof no rompió con Cristina Fernández. “Si bien pidió ‘nuevas canciones’, no tomó una decisión política concreta para separarse de ella”, señala. Para la analista, la distancia con Máximo Kirchner no significa un quiebre real con la ex presidenta: “Él tiene mala relación con Máximo, pero la realidad es que necesita a Cristina adentro porque, afuera, tiene mucho poder de daño”.
Además, Fornoni indicó que Kicillof enfrenta un dilema estratégico dentro del peronismo: “Veremos una decisión política si desdobla la elección pero, hasta el momento, es más una situación de modos y formas que una separación real de Cristina”.
“Si bien pidió ‘nuevas canciones’, no tomó una decisión política concreta para separarse de Cristina Fernández”
Mariel Fornoni, directora de la firma Management & Fit.
Romero también planteó que, dentro del escenario electoral, el gobernador debe pensar más allá de las elecciones de medio término. “Él necesita un acuerdo para 2027, no para 2025. Deben buscar una solución y acordar ir juntos, haciendo de esta elección una campaña nacional contra Milei. No veo margen para otras alternativas. Separados, pierden todos”, sostuvo.

Para el politólogo, el lanzamiento del Movimiento Derecho al Futuro permite al mandatario bonaerense exhibir capacidad de organización y musculatura territorial. “En el ‘poroteo’, hay dirigentes del interior, pero Cristina sigue teniendo a los intendentes fuertes del conurbano. En comparación con el movimiento DOS que, en su momento, armó Daniel Scioli, esto parece más sólido. No es mayoritario, no es que controla todo el poder territorial, pero le sirve para sentarse a negociar 2027”, analizó.
La gran incógnita que resta despejar es el calendario electoral en la provincia. Kicillof aún debe definir si desdoblará los comicios bonaerenses y si avanzará en la suspensión de las PASO. En Casa de Gobierno afirman que “la decisión final no será unilateral, ni intempestiva”: Kicillof espera que se concrete una reunión con Cristina Fernández y Sergio Massa, los otros líderes de Unión por la Patria, para consensuar el camino a seguir.