La interna entre CFK y el gobernador bonaerense sume al peronismo en una pelea endogámica, confusa en lo programático. Cuáles son los próximos pasos del Instituto Patria y el kicillofismo. Opinan: Raúl Timerman, analista político y director de la Consultora Grupo de Opinión Pública; y Juan Courel, analista y consultor político.
Por José Maldonado
La tercera semana de noviembre Cristina Fernández asumirá por primera vez la presidencia del Partido Justicialista, desde donde intentará ordenar el frente opositor contra Javier Milei. Será su primer movimiento en el camino hacia las elecciones legislativas del año que viene y, más allá, las presidenciales de 2027.
La llegada de CFK al PJ encuentra al partido en estado de ebullición. A un año de la derrota en el ballotage que marcó el final de la fallida experiencia del Frente de Todos, la discusión en el peronismo sobre cómo debería ser la reconstrucción para derrotar a Milei en 2025 y volver al poder en 2027 abrió una interna que llegó a niveles impensados.
Muy lejos del operativo clamor que algunos imaginaban para ella, a CFK le apareció en el camino hacia el PJ no solo una lista opositora -la de Ricardo Quintela- dejada fuera de la competencia a último momento por falta de avales, sino también un gesto de distanciamiento de Axel Kicillof que dañó el vínculo entre ambos a un nivel que parece de no retorno.
AK se negó a respaldar a Cristina y se mantuvo neutral, con el argumento de que Quintela, un gobernador muy cercano, no podía ser corrido a un costado solo por el dedo de la ex presidenta.
La guerra de guerrillas que se abrió desde entonces entre el Instituto Patria, La Cámpora y la sede de la Gobernación en La Plata tuvo capítulos explícitos, con fuego cruzado en medios y redes sociales entre Máximo Kirchner y su agrupación y las segundas líneas de Kicillof, especialmente los intendentes que promueven su candidatura presidencial, como Mario Secco o Jorge Ferraresi.
La guerra de guerrillas que se abrió desde entonces entre el Instituto Patria, La Cámpora y la sede de la Gobernación en La Plata tuvo capítulos explícitos, con fuego cruzado en medios y redes sociales entre Máximo Kirchner y su agrupación y las segundas líneas de Kicillof, especialmente los intendentes que promueven su candidatura presidencial, como Mario Secco o Jorge Ferraresi
La ruptura tuvo una escenificación cinematográfica en el Teatro Argentino, en un homenaje a Estela de Carlotto en el que CFK y Kicillof apenas se saludaron. “Parecían chicos”, los retó al día siguiente la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo en una entrevista radial.
El intento de Kicillof por construir una identidad política propia había empezado hace un año atrás, cuando planteó la necesidad de “componer nuevas canciones”. Fue un mensaje que el kirchnerismo duro y La Cámpora interpretó como un intento de jubilar a CFK y que desde entonces le viene reprochando.
Sin posibilidad de reelección, AK empezó entonces su camino hacia la presidencia de 2027 con un movimiento esperado: el alejamiento de CFK para ampliar sus fronteras electorales mucho más allá del voto duro kirchnerista.
Dos caminos separados
Para Raúl Timerman, analista político y director de la Consultora Grupo de Opinión Pública, toda la saga de la pelea entre CFK y Kicillof preanuncia una interna inevitable en la provincia de Buenos Aires para el año que viene. “Hay mucha fragmentación y no veo posible que haya una lista única en el peronismo”, dice en una charla con Malas Palabras.
Para Timerman, lo novedoso que dejó el capítulo por la discusión de la llegada de CFK al PJ fue el operativo de presión para que Kicillof se defina y la negativa del gobernador bonaerense a subordinarse a ese planteo.
“Axel no se quiso definir porque entendía que su futuro no es estar subordinado a Cristina. Y el kirchnerismo tiene una forma de ordenamiento que es de subordinación total. Eso quedó en evidencia cuando Mayra Mendoza dice: `Si Cristina decide ser candidata, todos tienen que hacer saludo uno y saludo dos`”, especifica.
“Axel no se quiso definir porque entendía que su futuro no es estar subordinado a Cristina. Y el kirchnerismo tiene una forma de ordenamiento que es de subordinación total. Eso quedó en evidencia cuando Mayra Mendoza dice: ‘
Raúl Timerman, analista políticoSi Cristina decide ser candidata, todos tienen que hacer saludo uno y saludo dos
‘”
Después de todo lo que se dijeron entre los dos campamentos en los últimos meses, la única posibilidad de que el vínculo se componga realmente es que Axel Kicillof se subordine a CFK, dice Timerman. “Pero si se subordina, sus chances electorales son mínimas”, plantea.
Para la ex presidenta, el camino parece más claro, dice el analista. “Cristina es muy competitiva en Buenos Aires y le va a ir bien y ella va a intentar ser candidata presidencial en 2027, para lo que tiene que retener la provincia de Buenos Aires sí o sí. Y Axel no tiene dónde ir, carece de reelección y partido”.
¿Un divorcio sin vuelta atrás?
¿La ruptura de relaciones entre CFK y su creación política Axel Kicillof derivará en una interna abierta que cristalice el enfrentamiento entre el kirchnerismo y el resto del peronismo bonaerense? El analista y consultor político Juan Courel ve poco probable un divorcio definitivo que derive, por ejemplo, en un enfrentamiento en las PASO 2025 entre dos listas.
“No visualizo una ruptura. Es difícil que estando Cristina en la cancha alguien le venga a disputar el lugar si no es desde un antagonismo directo. Y hay que ver si hay alguien que tenga ganas de ir detrás de eso. Ya lo ensayaron varios: Massa, Randazzo, Schiaretti, Lavagna. A ninguno le funcionó”, dice.
“No visualizo una ruptura. Es difícil que estando Cristina en la cancha alguien le venga a disputar el lugar si no es desde un antagonismo directo. Y hay que ver si hay alguien que tenga ganas de ir detrás de eso. Ya lo ensayaron varios: Massa, Randazzo, Schiaretti, Lavagna. A ninguno le funcionó”
Juan Courel, consultor político
Es que el movimiento que hizo Cristina para ponerse nuevamente en el centro de escena al frente del PJ la volvió a ubicar como la referente de la oposición a Milei con más potencial de intención de voto.
“Cuando ella asume más protagonismo -explica Courel-, revierte algo que se venía dando desde el inicio del gobierno de Milei que era la preeminencia de Axel Kicillof como líder opositor con intención de voto presidencial. Muchos de esos votos que lo veían a Kicillof como `heredero’ de Cristina volvieron a ella”.
Con todo, para Courel una competencia en las PASO sería saludable: “El peronismo viene postergando hace mucho tiempo una interna. El hecho de no traducir ese enfrentamiento en una disputa electoral nunca termina de medir el peso relativo de cada sector y eso a la larga termina deteriorando la calidad de la discusión. Sería saludable una PASO, pero a Cristina no le gusta ir a las primarias”.
La pipa de la paz
Después de largas semanas de tensiones, declaraciones cruzadas y actos con mensajes teledirigidos entre uno y otro sector, en los últimos días la temperatura de la interna parece haber bajado. La inminencia de una posible condena a CFK por la causa Vialidad, la avanzada del gobierno con el proyecto de “ficha limpia” en el Congreso para impedirle a la ex presidenta candidatearse y la primacía del sentido común parecen haber confluido para distender. La declaración de Kicillof de enfático respaldo a CFK por el fallo judicial en su contra fue otra señal del fin del capítulo de hostilidades abiertas.
Mientras se encamina al primer año con Milei en el gobierno, en el peronismo la gran pregunta que dejó esta saga es si habrá margen para dar vuelta de página o fue recién el primer capítulo de una pelea que no terminará sino en un divorcio político.
Cerca de Kicillof aseguran que la energía está puesta cien por ciento en la gestión y que esa es, también, una manera de mostrar lealtad política. Pero, en La Plata están lejos de correrle el cuerpo a la discusión de fondo. Seguirán con su construcción propia, más allá de la postura que tome CFK.
Las nuevas canciones pedidas por el gobernador para adecuarse a este particular tiempo político, por ahora, tienen la vieja música de la interna sin fin.