SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE .

Nota publicada el 17 / 07 / 2020

La independencia no tiene su día

Por Alfredo Grande.-(APe).- Uno de los mejores amigos que tengo y, por esas cosas del destino tengo muchos, me dijo: “¡por favor, terminala con el ultrismo!”. Reflexionando el pedido, llegué a la conclusión preliminar de que estaba siendo clasificado como “ultra”. Y que el “ultrismo” es el padecer esperable de los “ultras”.

Así planteadas las cosas, tuve que darle la razón. Tensar la cuerda del pensamiento crítico implica ciertos riesgos. En otros tiempos demasiados riesgos. Sólo los valientes supieron enfrentarlos.

AC (antes de la cuarentena) la crítica a las redes sociales era habitual entre los bien pensantes. Los milenian nos miraban con desprecio y nosotros respondíamos con una mirada envidiosa. Nativos digitales versus mamíferos de las cavernas. Sin embargo, lo presencial, lo analógico, la proximidad, todas las formas de cercanía, seguían disfrutando de merecida popularidad.

DC (durante la cuarentena) las diosas son las plataformas digitales. Los mamíferos de las cavernas se enfrentan a una digitalización salvaje. Zoom o Muerte. Paraísos digitales como instagram, aplicaciones para todo, tutoriales para poder hacer cosas como si supiéramos hacerlas, desde un dron de bolsillo hasta el arte misterioso de freír una milanesa. La cultura represora a sus anchas y largas. Los mandatos de la regresión absoluta sumada a la navegación por internet, logran mezclar agua y aceite.

Como buen ultra, todo este despliegue de asociación libre es apenas para decir que, después de perder muchas batallas, esta vez estamos por perder la guerra. Las máquinas de exterminio se han globalizado en una escala planetaria. Como siempre he dicho: la derecha siempre tiene razón. Pero es una razón represora. El ejército invisible y el enemigo sin rostro existen. Pero no es el virus. El COVID 19 apenas es el mensajero. Y lamentablemente seguimos matando al mensajero. Cuando deberíamos agradecerle los servicios prestados.

Ahora el COVID 19, en su insoportable pesadez del contagio, obliga tardíamente a una supuesta auto crítica de las castas gubernamentales, empresariales, clericales, militares. Análisis oportunista e hipócrita. Que se detiene justo donde debería empezar. No sea cosa que sean acusados de “ultras”. Siguiendo el noble refrán que describiendo tu tierra entenderás al mundo, diremos que para muestra mejor busquemos muchos botones. Con uno solo ya no basta. Y además es necesario compararlos para ver si son compatibles.

La cultura represora no es verdad ni es mentira. Es falsa. Y esa falsedad se sostiene en las paradojas pragmáticas. La clave es una simultaneidad incompatible. El padre le dijo al hijo: te amo y, al mismo tiempo, le da una trompada. En una lógica erótica, si te quiero no te aporreo. Pues mal. En la lógica de la cultura represora, siempre la letra con sangre entra. Y por lo tanto, algo debe sangrar para que la letra represora entre.

Esa paradoja se sostiene en una relación de poder absoluto. Sostenido por el victimario y tolerado por la víctima. Que se queja pero no combate. Denunciar esa paradoja sólo es para “ultras”. Pero “ultras” valientes. No denunciar puede terminar con la muerte.
Denunciarlo también. Génesis del feminicidio. Pero no solamente. Transcribo dos noticias:

-Los cuatro policías de la localidad chaqueña de Fontana que desde el 9 de junio estaban detenidos con prisión domiciliaria por haber atacado a la familia qom Fernández-Saravia a fines de mayo quedaron en libertad.

-La Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA envió una solicitud de información al ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina sobre la denuncia por la desaparición forzada de Facundo Astudillo Castro (visto el 30 de abril por última vez). Se piden informes al canciller Felipe Solá sobre “las acciones que el Estado estaría llevando a cabo para dar con el paradero o localización del joven y el avance en las investigaciones que se llevarían a cabo por los hechos alegados”.

Dos botones de una muestra infinita. La paradoja es que estas flagrantes violaciones a los derechos humanos son simultáneas al orden democrático. Si las denunciás, sos “ultra” y le hacés el juego a la derecha. Si no las denunciás, sos cómplice. No quiero resistir que sea justamente Felipe Solá quien tenga que dar explicaciones. A buen puerto vas por leña, decía mi santa madre.

Otra paradoja: hay más cobertura de los actos extremistas de la patética derecha partidaria, que de los cientos de situaciones de gatillo fácil y causas armadas. Se insiste con el tabú del odio. Pero es un odio en abstracto. Por eso la violencia de los diferentes aparatos del estado apenas es mencionada. Se sigue repudiando al terrorismo de estado, lo que es necesario, pero se ignora al estado terrorista, lo que es grave.

El mensajero COVID 19 puso en evidencia que un país que tiene la identidad autopercibida de “federal”, es salvajemente unitario. Su nombre de pila: AMBA. O sea: la marca del desarrollo brutalmente desigual.

El separatismo mendocino podrá ser ridiculizado, pero su fundante debe ser registrado. Quizá no seamos más que las provincias nada unidas del Río de la Plata. Y la Argentina sea otra de las abstracciones que forman parte del alucinatorio político social.

Por eso el botón del día de la independencia es abstracto. Y necesariamente deviene reaccionario.

¿Algún juicio por traición a la patria?

Si quieren cuidarnos, que no paguen la estafa externa. Barbijos sí, ni un peso a los estafadores también. El botón del turismo (fuga) de capitales es simultáneo al botón de una IFE raquítica.

Para terminar con los “odiadores seriales” el tema no es la diversidad. Sino acorralar a las incompatibilidades. La fundante: capital y trabajo. Y por último, porque el “ultra” está agotado, la peor abstracción es pedirle a la pandemia COVID 19 la tarea de sellar la grieta. Que no sería otra cosa que convocar a la “hipocresía de clase”.

Por eso no hubo día de la independencia.

Porque estuvo el botón del día. Pero todavía estamos buscando el botón de la independencia.

Noticias Relacionadas

Manteras digitales

Manteras digitales

Corrido de la calle a bastonazos, el informalismo laboral se trasladó a internet. Eva, Carina y Sasha ocupan sus redes sociales para vender prendas usadas, muffins, cristales sagrados. Historias de mujeres que toman la fuerza del algoritmo para llegar a fin de mes

Por Mariana Portilla

La dialéctica del amo y el celular

La dialéctica del amo y el celular

El politólogo Matías Mora acuñó una innovadora categoría análitica – “manteros digitales”-  para pensar y entender mejor a la nueva informalidad laboral. ¿Se trata de un nuevo sujeto político? ¿Es un nicho sociólogo del mileísmo? ¿Qué lugar les da el peronismo en su doctrina? 

Por Nicolás Poggi

A ver quién tiene la sección más grande

A ver quién tiene la sección más grande

La singular elección legislativa bonaerense, por primera vez desagregada, expone las diferentes sociologías políticas de la provincia más extensa. ¿Qué mapa electoral primará más, aquel donde reside el precariado sur ambeño o el padrón de los conductores de Hilux? 

Por Emiliano Guido

¿Vamos las bandas?

¿Vamos las bandas?

Crónica periodística de días calientes por la fiebre del dólar. ¿Podrá el gobierno atenuar la suba de la divisa estadounidense? Opinan el ex presidente del Banco Central Alejandro Vanoli y el economista Martín Rapetti

Por Luciana Glezer

Héroes de la rosca

Héroes de la rosca

Los gobernadores definirán las leyes aprobadas en el Senado. Qué quiere ese sector de la política, ambiguo y sin liderazgo nacional pero con mucha capacidad de veto.  Con la opinión de la consultora Shila Vilker, el diputado nacional cordobés Carlos Gutiérrez y la periodista legislativa Verónica Benaim.

Por Mariana Portilla y Nicolás Poggi

Risas como piedras

El escritor platense Gonzalo Zuloaga (Editorial Cariño, 2024) revela en Chistes para llorar las fallas de la sociedad burguesa a partir del humor

Por Laureana Cardelino

Western alucinado

En “Los colonos”, ópera prima del chileno Felipe Gálvez, la dialéctica del amo y el esclavo tiene olor a pólvora y paisajes patagónicos de ensueño

Por Edu Guzman

Juegos de fe y poder

El film Cónclave de Edward Berger permite al espectador percibir la cruda atmósfera política interna del Vaticano. Una oportuna excusa para recordar a Francisco.

Por Edu Guzmán

Duelo y posesión en la llanura entrerriana

En “Jesús López”, disponible en los catálogos fílmicos de CineAr y Mubi, el director Maximiliano Schonfeld retrata una saga familiar herida en tonos semifantásticos.

Por Edu Guzmán

El azar fundamental

Con Error geográfico, la poeta brasileña Marília Garcia teje una poesía de viaje y observación por los Pirineos franceses. Una editorial del sur bonaerense tuvo el don de publicar, a dos idiomas, una pieza elogiada por la crítica pero fuera de circulación.

Por Laureana Buki Cardelino

Manteras digitales

Corrido de la calle a bastonazos, el informalismo laboral se trasladó a internet. Eva, Carina y Sasha ocupan sus redes sociales para vender prendas usadas, muffins, cristales sagrados. Historias de mujeres que toman la fuerza del algoritmo para llegar a fin de mes

Por Mariana Portilla

La dialéctica del amo y el celular

El politólogo Matías Mora acuñó una innovadora categoría análitica - “manteros digitales”-  para pensar y entender mejor a la nueva informalidad laboral. ¿Se trata de un nuevo sujeto político? ¿Es un nicho sociólogo del mileísmo? ¿Qué lugar les da el peronismo en su doctrina? 

Por Nicolás Poggi

A ver quién tiene la sección más grande

La singular elección legislativa bonaerense, por primera vez desagregada, expone las diferentes sociologías políticas de la provincia más extensa. ¿Qué mapa electoral primará más, aquel donde reside el precariado sur ambeño o el padrón de los conductores de Hilux? 

Por Emiliano Guido

¿Vamos las bandas?

Crónica periodística de días calientes por la fiebre del dólar. ¿Podrá el gobierno atenuar la suba de la divisa estadounidense? Opinan el ex presidente del Banco Central Alejandro Vanoli y el economista Martín Rapetti

Por Luciana Glezer

Héroes de la rosca

Los gobernadores definirán las leyes aprobadas en el Senado. Qué quiere ese sector de la política, ambiguo y sin liderazgo nacional pero con mucha capacidad de veto.  Con la opinión de la consultora Shila Vilker, el diputado nacional cordobés Carlos Gutiérrez y la periodista legislativa Verónica Benaim.

Por Mariana Portilla y Nicolás Poggi

El hombre de las novelas siamesas

El escritor Juan José Becerra presenta en Canal Abierto y Malas Palabras su díptico de novelas: Un hombre y Dos mujeres. Dos novelas publicadas en simultáneo, con una portada común partida en hemisferios; evidentemente, Becerra (Junín, 1965) hace de la ambición una estrategia de creación audaz.  Un encuentro con un hombre inmerso en la aventura de escribir.

Por Walter Lezcano

Hay olor a bosta en San Isidro

Tras el escrache al diputado mileísta Espert en su domicilio de zona norte, el Poder Judicial inició una persecución política sin precedentes contra militantes feministas y peronistas. ¿Se inicia una etapa más cruenta del lawfare? Opinan la dirigenta Myriam Bregman, el abogado Adrián Albor y Diego Morales, en representación del CELS.

Por Luciana Bertoia

La extorsión de la realpolitik

El realismo capitalista ha corroído la imaginación y la discusión política. La incapacidad de imaginar futuros posibles emancipadores restringe los contornos de la agenda de nuestros dirigentes y funcionarios.

Por Esteban Rodíguez Alzueta

Ningún tuit nace chorro

El Gobierno otorgó a la Policía Federal la facultad de monitorear las opiniones políticas en redes sociales. El ciberpatrullaje de Bullrich busca despejar la calle digital para blindar la presencia violeta en Internet. Opinan: Victoria Darraidou, coordinadora del CELS; y, Gastón Wahnish por la ONG Derechos Digitales. Información exclusiva sobre el primer detenido por tuitear contra Milei

Por Nicolás Poggi y Mariana Portilla

Censura o bala

¿Por qué no hay estallido ni originalidad, sino método y calco, en la batalla de Milei contra todo el sistema de medios? Con testimonio del periodista de El Destape Web Ari Lijalad

Por Emiliano Guido