Por Juliana Godoy
En septiembre de 2015, en San José de Jáchal, una pequeña ciudad a 150 kms. de la capital sanjuanina, se produjo lo que hoy se conoce como el mayor incidente minero de la historia de nuestro país: Se calcula que 5 millones de litros de agua cianurada se derramaron sobre las cuencas del río Jachal. Fueron los vecinos del lugar, organizados en asambleas, quienes reaccionaron ante este incidente y alertaron a la opinión pública nacional. La presión de los autoconvocados puso en la mira a las autoridades provinciales y nacionales de ese entonces. Hoy, cambio de gobierno nacional mediante, los derrames en la mina Veladero, la ‘Mina Maldita’ como se la llama en el exterior, se siguen contando, al mismo tiempo que se acentúa en nuestro país el modelo extractivista y se rifan nuestros territorios en busca de inversiones a cualquier costo.
El último derrame se produjo en marzo. La población jachallera y sanjuanina rápidamente reaccionó con una serie de actividades que buscan concientizar a la población y exigir el cierre, la remediación y la prohibición de la actividad de la mina Veladero, de Barrick Gold.
Ramón Cabanay, integrante de un grupo de vecinos autoconvocados de Jáchal, dijo a Malas Palabras que “lo que está sucediendo acá en Jachal es que la empresa Barrick Gold está trabajando irresponsablemente y contaminando nuestras aguas, que es el agua que nosotros utilizamos para regadío y cuidado de animales. Tiempo atrás, esa agua se utilizaba para consumo humano, pero al tiempo que se empezó a determinar la contaminación del agua, se cortó ese suministro humano“.
La Barrick Gold informó de cuatro derrames sobre el río Jachal, pero entre los vecinos se hablan de derrames no informados…
Nosotros tenemos la sospecha de que en los primeros días de enero de este año hubo otro derrame, cuando aparecieron miles y miles de peces muertos en el dique Cuesta del Viento, camino a río Jachal. A partir de ahí es que nosotros venimos ejerciendo cada día más presión sobre las autoridades y los jueces para que tome una determinación y de una vez por todas cierren esta mina que está contaminando, que ha demostrado que no es sustentable para el pueblo. Están saqueando nuestra patria, nuestra cordillera, están dejando toda la porquería que ellos utilizan, y nosotros lo único que queremos como pueblo, es que Barrick Gold se vaya de nuestro territorio y que vuelvan a dejar la tierra como estaba.
¿Qué acciones están llevando a cabo en el territorio?
En estos momentos estamos llevando a cabo un corte de ruta selectivo en la localidad de Pismanta, un nodo turístico en donde la Ruta Nacional 149 se bifurca con las rutas que van hacia Rodeo y Tudcum. Las veces que hemos ido a hacer corte de rutas, bloqueando el paso a la mina, nos han reprimido muy fuertemente. Las fuerzas armadas nacionales y la policía provincial están defendiendo a la empresa Barrick. Por eso esta vez nos pusimos en la ruta provincial y a la policía le explicamos que no vamos a cortar el paso, sino que vamos a dar información a los vecinos y turistas. En el comunicado “A la Barrick la echamos entre todos”, los Vecinos Autoconvocados de Iglesia, Jáchal y Gran San Juan, denuncian que “los poderes del Estado, en todas sus esferas, nos han vendido por monedas y han desoído vilmente el reclamo desesperado de todo un pueblo, tanto el Ejecutivo, en su negamiento sistemático de la realidad, el Legislativo frente al reclamo de prohibición de la megaminería en San Juan, y el Judicial con su proceder incompetente y servicial a las mineras”.
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En La Rioja
El espionaje macrista a un pueblo en lucha
También Jenny Luján, integrante de la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC), e integrante de la Asamblea de chilecito, La Rioja, dialogó con la revista y dejó en claro, entre otras cosas, que “estamos viviendo una profundización del modelo extractivista que no sólo se da de la mano de la minería, sino también de la extranjerización de la tierra, la pérdida de soberanía, y la entrega de nuestros bienes comunes”.
Si bien el modelo extractivista en nuestro país no es nuevo sino que se remonta a gobiernos anteriores, ¿cómo caracterizan desde el movimiento de asambleas anti mineras el accionar del actual gobierno?
Nosotros desde la UAC venimos discutiendo mucho esto. Para nosotros este gobierno vino a profundizar el modelo extractivista, es un gobierno que gobierna para los grandes empresarios. Una de sus primeras acciones fue quitarles las retenciones a las mineras, y eso ya pinta cuáles son sus lineamientos políticos. Acá en La Rioja, en épocas de campaña electoral, Cambiemos sumó a sus filas a gente que militaba en las asambleas anti mineras, incluso a un chileciteño en particular bastante aceptado por la comunidad, que es Julio Martinez, actual Ministro de Defensa de la Nación. Martinez, si bien no pertenecía a la organización, se pegó mucho a un sector de las Asambleas de Famatima y Chilecito, desde donde incluso salieron candidatos que integraron la lista de Cambiemos. En su discurso de campaña habló de no tocar los cerros, de no avanzar con la política minera que venía de gobiernos anteriores, y eso confundió bastante. Y hubo mucha gente que le creyó y votó a Cambiemos. Más allá de lo que ocurre en nuestra provincia, el análisis que nosotros hacemos a nivel nacional es que estamos viviendo una profundización del modelo extractivista que no sólo se da de la mano de la minería, sino también de la extranjerización de la tierra, la pérdida de soberanía, y la entrega de nuestros “recursos naturales“, como les llaman ellos, pero que para nosotros se tratan de bienes comunes. Acá en la Rioja tenemos un 30% de territorio entregado a empresas mineras, eso habla a las claras de cuál es la política, y de la complicidad con la que cuentan las mineras de los gobiernos nacional y provinciales. A la par de todo esto, la política macrista viene llevando adelante acciones para neutralizar a los movimientos sociales, y criminalizar la protesta. Es un avance muy preocupante. Nosotros estamos a la par no sólo denunciando sino también trabajando en algunas estrategias para continuar con las luchas, para seguir en los territorios dando batalla. En estos momentos tenemos compañeros de todo el país que viven una situación de militarización de sus territorios. Esto viene acompañando de un gran espionaje que se viene haciendo sobre todos los que estamos en estos espacios, espionaje a través de las redes sociales y los teléfonos. Sentimos una gran desprotección, sabemos que no hay independencia de poderes, denunciar en la justicia es inútil, a pesar de que lo seguimos haciendo semana a semana en todos los territorios. Sabemos que en todos los poderes hay lobbistas de estas empresas trasnacionales, que este gobierno ha dado muestras de beneficios a los poderosos, y que se pronuncia cada vez más la brecha entre ricos y pobres. Hay muchísimos compañeros y compañeras que cada día pierden sus fuentes de trabajo porque cierran fábricas y pequeños y medianos emprendimientos, porque las economías locales y regionales están devastadas. Esto es una estrategia que tiene el gobierno para luego ofrecer la minería como una solución mágica que nos va a sacar de la pobreza. Sabemos que esa estrategia la tienen en todo el mundo, y que también la hacían los gobiernos anteriores. Acá en Chilecito apareció una fundación que se llama Argentinitos, que está encuestando sobre todo al sector de los jóvenes sobre posibilidades laborales, y en esa encuesta figura la minería como una de las alternativas, argumentando que ofrece muy buenos sueldos, estabilidad laboral, y formación y capacitación permanente en los puestos de trabajo. Eso suena muy seductor en este momento cuando tenemos un alto porcentaje de jóvenes en nuestras comunidades que no consiguen trabajo ni están estudiando porque no tienen posibilidades. El panorama no es bueno, el post neoliberalismo que nos atraviesa, saquea no sólo las montañas y los minerales, sino que nos saquea también el acceso a la justicia, a la educación pública de calidad, el trabajo digno, la salud… nos saquea hasta nuestros sueños y proyectos de vida. Yo soy docente y es muy triste conversar con los chicos y sentir que están con muchísimas dificultades para generar un proyecto, porque no saben para donde agarrar.
¿Cómo recibieron en el movimiento de asambleas anti mineras el anuncio de este gobierno de eliminar completamente las retenciones a la industria minera?
No nos sorprendió, porque quienes estamos en las asambleas ya veníamos denunciando desde la época de elecciones que Macri y compañía tenían intereses empresariales y específicamente mineros. Pero sí salimos inmediatamente a repudiar y denunciar, y a tratar de socializar toda esta información con los vecinos, porque también pasa que los medios de comunicación están absolutamente cooptados por los gobiernos nacionales y provinciales y no están informando, todo lo contrario, parece ser que hay toda una sintonía para tapar todas esas problemáticas y mostrar los supuestos logros de este gobierno.
Cuando el ministro Berman visitó Jachal y se reunió con los vecinos dijo que “va a haber minería y va a haber control para cuidar la vida y el ambiente“, ¿es compatible la actividad minera con la posibilidad de una vida sustentable?
No, para nada. Ni siquiera hace falta que nosotros lo digamos, las pruebas están en los once derrames que lleva Veladero en los nacientes de los ríos que atraviesan toda la provincia de San juan y el resto del territorio hasta llegar hasta el atlántico. El gobierno siempre tuvo ese discurso de que existe la posibilidad de hacer minería responsable, y de que se van a profundizar los controles. Veladero tiene una impunidad pornográfica, porque con todos los derrames que tuvo, las negaciones y las violaciones a todas las leyes ambientales, penales y demás, sigue siendo protegida por el gobierno de San Juan y el gobierno nacional. El ministro Berman estuvo acá y en todas las provincias mineras. Así como fue a Jachal a reunirse con los compañeros que aceptaron ese encuentro, vino a La Rioja y nosotros no aceptamos ninguna reunión. No tenemos que reunirnos con él para escuchar sus mentiras. Justamente en la provincia de La Rioja le mojó la oreja a Julio Martínez diciéndole que ya no estaba en campaña, que ya era hora de dejar de usar esa banderita de que el Famatima no se toca, el agua no se toca, que ahora era parte del gobierno de Cambiemos y debía aceptar las reglas de juego. Nosotros denunciamos que aquellos que hablan en nombre de las asambleas desde adentro del espacio de Cambiemos, no son la voz de las Asambleas, sino de un partido político. Por otro lado, a quienes dicen defender el medio ambiente, defender el cerro, defender el Famatima, defender el agua, les estamos exigiendo que renuncien a sus cargos porque no es coherente que ocupen lugares de funcionarios en este gobierno que tiene una línea muy fuerte en el desarrollo de la minería en todo el país. Para nosotros no hay posibilidad alguna de que pueda convivir el desarrollo de las comunidades, de la agricultura y del turismo donde hay minería. Lo venimos diciendo hace diez años. Incluso lo dice el informe de impacto ambiental de Barrick Gold acá en el cerro Famatima, que lo hace la misma empresa y que son un copia y pega, porque cuando accedimos a otros informes de otros lugares son lo mismo. En esos informes ellos mismos reconocen que es incompatible el desarrollo de la agricultura y el turismo con la mega minería. Por supuesto que cuando lo denunciamos empezaron a sacar ese párrafo, pero nosotros lo tenemos. Si hay una cuestión acá que es real, es que no hay pueblo en el mundo, ni siquiera en los países desarrollados, que haya crecido humanamente teniendo actividad minera. Y no hablamos de un crecimiento económico como habla el capitalismo. Todos aquellos pueblos en donde hubo minería, quedaron destrozados.
¿Cómo siguen adelante si el panorama es tan desalentador?
Si nosotros seguimos es porque estamos absolutamente convencidos de que se puede, y cuando nosotros las comunidades, los de abajo, los nadies como dice Galeano, nos empoderamos y tomamos conciencia que depende de nosotros, es posible. Acá en La Rioja logramos echar cinco emprendimientos mineros. Sabemos que no se van definitivamente, que están esperando que bajemos la guardia para volver, pero lo que sí podemos asegurar es que cuando la lucha se hace genuinamente, por la defensa de nuestras comunidades, de los bienes comunes, de la calidad de vida de nuestros territorios, se puede y se hace con alegría. Estamos absolutamente convencidos de que va a llegar ese momento en que le vamos a torcer el brazo a este modelo del capitalismo que nos ha transformado a todos en mercancía.
Lo más maravilloso es que acá que estemos o no estemos en las Asambleas importa muy poco, porque ya son los pueblos: todos saben que ese cerro no es un cerro más, es nuestra identidad que nos define a todos los que vivimos alrededor del cerro. Es el lugar donde pisan nuestros pies. Y nuestra cabeza piensa donde nuestros pies pisan, como dice Freire. Siempre tratamos de dar ese mensaje esperanzador porque si nos hubiésemos resignado ante esta situación, tendríamos que dejar de luchar y cruzarnos de brazos. Todo lo contrario: estamos absolutamente convencidos de que somos como el amaranto, estamos contaminando el país de resistencia y cada vez somos más, aunque no parezca, aunque se abran quinientos frentes de lucha y pensemos que nos faltan manos y pies, cara y boca para enfrentarlos. La cosa va a cambiar de abajo para arriba y no al revés.