A tan pocos días del plazo final para nominar las candidaturas de cara a las elecciones de este año, el Gobierno se muestra desdibujado para definir el armado que intente llevar a Macri a una reelección. Y, mientras varios parecen los rumbos en el núcleo amarillo, en la oposición sigue abierto el mercado de pases.
La mayor preocupación macrista, según se dice, se concentra en las encuestas también muestran a María Eugenia Vidal con dificultades para ganar octubre, fundamentalmente por el estorbo que le representa Mauricio Macri en el conurbano, donde su imagen es pésima.
Por más que en los últimos días se hayan difundidos mediciones que aseguran una mejora, respecto de otras de semanas anteriores, los números de la economía, las elecciones provinciales y los armados con otras fuerzas se siguen cayendo a pedazos.
La decisión de intentar colgar a Vidal de otros candidatos a presidente expone el nivel de desesperación del Gobierno. Para que ello resulte Macri debería dar marcha atrás con el decreto que él mismo generó este año (el 259/19) en el que justamente prohíbe a las colectoras. “Basta de estas listas acople, que claramente no ayudaban a respetar la decisión democrática del pueblo”, aseguraba en 2016 en su búsqueda de una profunda reforma política.
Por otra parte, es claro que el gobierno trabaja para bajar las candidaturas de Roberto Lavagna, Gómez Centurión y José Luis Espert para que no le resten votos a Macri, al tiempo que no deja de tentar a los miembros de Alternativa Federal para tenerlos cerca en su armado.
El zigzagueante Sergio Massa hizo volar en pedazos a esa tercera alternativa, cuando llamó a un gran frente opositor para derrotar a Cambiemos y dio una fuerte señal de acercamiento con el espacio liderado por la fórmula Fernández-Fernández. De esta manera, despejó las dudas de acordar con el Gobierno – en el documento que viralizó hace pocas horas habló varias veces sobre el “fracaso de Macri”– mientras busca contrareloj la manera de alistarse cerca del peronismo/kirhnerista para saldar viejas deudas. Trascendió, por ejemplo, que negocia con Alberto Fernández la conformación de listas de unidad para el Congreso, la Legislatura de la provincia de Buenos Aires y los municipios.
Queda la duda, en paralelo, de ver cual termina siendo la salida elegante de Juan Manuel Urtubey, Miguel Pichetto y Juan Schiaretti, abanderados en no negociar con la oficialidad del PJ y con la ex presidenta.
Otra duda en la amplitud de este frente opositor será ver si el oficio en la rosca política de varios de los expertos pejoteanos, termina por dejar en manos de sus propios delfines las nominaciones a las bancas legislativas, o si esta vez se escucha la voz de las organizaciones del pueblo que piden que sus luchadores de la clase trabajadora alcancen espacios fecundos para la generación de políticas publicas populares, luego de años de saqueo y de perdida de derechos.