SE VIENEN TIEMPOS DE RESISTENCIAS Y LUCHAS
El pasado 4, 5 y 6 de noviembre se realizó una nueva elección estudiantil en la Universidad Nacional de La Plata. La izquierda, que históricamente ha conducido, perdió varios centros de estudiantes y los avances fueron para el kirchnerismo y la Franja Morada. ¿Efecto Balotaje?
Mientras los militantes de “La minga” -pertenecientes a la agrupación Patria Grande- esperaban los resultados en las inmediaciones de la facultad de Veterinaria, varios integrantes de Franja Morada pasaban por la avenida 60 a los bocinazos. Más tarde comenzaron con un festejo privilegiado, en la que se vieron varias explosiones de fuegos artificiales en el cielo.
Veterinaria volvió a ser de la histórica Franja Morada, que en estas elecciones estudiantiles de la Universidad Nacional de La Plata supo aprovechar, gracias a la “ola de Cambiemos” que se instaló en las elecciones nacionales.
Los resultados fueron un golpe duro para la izquierda, un alivio para el kirchnerismo y un avance de la Franja Morada.
De los siete centros de estudiantes que supo cosechar el brazo estudiantil Patria Grande, denominado “La Mella”, solo le quedaron tres.
Mientras que un kirchnerismo desesperado por volver a tener poder en la universidad, logró arrebatar el centro en la facultad de Bellas Artes y triunfar en Psicología, más los centros que ya conducía en Informática y Periodismo.
Franja Morada salió de su maleficio, por décadas había sostenido tan solo tres facultades, el año pasado logró ganar en Agronomía pero perdió en Arquitectura y volvió a quedarse con el número tres. Pero en estas elecciones superó ese piso y hoy es el centro en Veterinaria, Agronomía, Abogacía y Económicas.
La conclusión pareciera ser que el “efecto balotaje” tuvo su repercusión en el mundo universitario, donde los grandes cambios se vieron protagonizados por el kirchernismo, que representaba al candidato Daniel Scioli, y por la Franja Morada, que representaba a Macri.
Por otra parte, nunca antes una agrupación de izquierda había sostenido siete centros de estudiantes, incluso en los mejores momentos de la Franja durante la década de los 90´, pero ese logro se fragmentó considerablemente en estas elecciones.
A pesar de eso, el Presidente de la Federación Universitaria de La Plata (FULP), Darío Estévez, de Patria Grande, analizó que: “nosotros somos la fuerza que más tenía para perder. Pero hay que recordar que en el 2009 nos quedamos con solo dos centros de estudiantes y las demás fuerzas decían que íbamos a desaparecer. El año pasado logramos lo que nunca nadie había hecho, y hoy estamos en mucha mejor situación que en el 2009”.
Las palabras de Darío se dieron ante cientos de estudiantes y militantes que se concentraron en la Facultad de Trabajo Social, donde inesperadamente la agrupación “26 de junio” (Patria Grande) perdió el centro por tan solo 10 votos a manos de “Insurrectos” (Marcha Guevarista).
A pesar de esa demoledora derrota, la facultad estaba literalmente tomada y los vencedores tuvieron que irse de la casa de estudios sin poder festejar. El ambiente estaba teñido de llantos y de cantos de aliento, porque como muchos allí sostuvieron: “Se vienen tiempos de resistencia y de lucha”.
De esta manera “La Mella” solo pudo retener los centros históricos de Humanidades, Medicina y Exactas.
Las elecciones fueron enérgicas y desgastantes como siempre, pero esta vez se pudo intuir que los militantes de las facultades se mostraban expectantes por las verdaderas definiciones que estaban por llegar.
La Universidad que viene
Hace algunas semanas el Congreso sancionó la ley de gratuidad de la universidad pública y de su ingreso irrestricto. El macrismo votó en contra y en alguna oportunidad ni se presentó en la votación.
Por su parte, Daniel Scioli había definido que su ministro de Educación sería Alberto Barbieri, el rector de la UBA que había sido denunciado por el propio kirchnerismo en supuestos casos de corrupción.
En consecuencia, el panorama que se espera para las políticas universitarias no son alentadoras, ya que todo indica que se profundizará el recorte presupuestario y se aplicará más de lleno la Ley de Educación Superior (LES), sancionada en la década menemista.
Respecto a esto Darío Estévez decía: “Esto a nosotros nos pone una serie de desafíos, el más claro y concreto es aumentar el nivel de organización y movilización de los estudiantes. Otro va a ser seguramente el de ampliar los márgenes de unidad, reduciendo un poco las mezquindades de cada organización para resistir juntos el ajuste”.
Sin embargo, la mayor preocupación radica en el avance de la derecha más retrógrada de nuestro país, hoy representada en Macri. Por eso mismo se consideró más alarmante el triunfo de la Franja Morada, que en la Universidad platense se conforma como un bloque más homogéneo, que a los del kirchnerismo, que se presenta fragmentado en al menos dos grandes espacios (JUP y Miles).
Una nueva elección universitaria culminó en La Plata y sus resultados deberán ser tenidos en cuenta como parte de ese termómetro que incidirá en el país que se viene.
Sin dudas, serán tiempos de mayor movilización y militancia del movimiento estudiantil.
Serán tiempos de resistencias, pero también de luchas por una Universidad popular.
La que se viene construyendo desde abajo hace tanto tiempo y que ahora no puede dar marcha atrás.
Por Julián Pilatti