Un informe, elaborado por Claudio Lozano, coordinador del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP) junto a Tomás Raffo, y con el aporte de Pablo Tiscornia y Ana Rameri, permite observar quienes vienen siendo los claros beneficiados por las políticas de ajuste y despidos del gobierno del consenso conservador liderado por Mauricio Macri.
En la presentación de dicho informe, Lozano considera que “somos muchos los que hemos destacado el impacto negativo que la política del gobierno de Macri ha tenido sobre las condiciones de vida de la población. No menos de 360.000 nuevos desocupados y más de un millón de pobres justifican esa apreciación. Sin embargo, aún no se ha presentado lo suficiente, la contracara de este proceso, a saber, aquellos actores sociales que se han beneficiado con las medidas aplicadas. Aquellos que han sido favorecidos por el proceso de transferencia regresiva del ingreso puesto en marcha por la actual gestión.
Los autores establecen varios criterios de análisis al respecto:
Hemos analizado los resultados económicos obtenidos por 54 firmas que integran la cúpula empresarial y bancaria de la Argentina y que cotizan en Bolsa. Son muchas las informaciones y conclusiones que aporta este material, pero hay dos que vale la pena destacar. Por un lado, mientras el PBI corriente crece un 34,8% respecto al 2015, la facturación de las firmas de la cúpula lo hace al 53,4%. Es decir, la cúpula crece un 55% por encima del nivel general de la economía.
Dato este que muestra el efecto concentrador que el paquete de la devaluación, la quita de retenciones, los tarifazos, la suba en la tasa de interés y la apertura han tenido durante el 2016.
La contracara de la desocupación y la pobreza es la mayor concentración.
Por otro lado, el desagregado de la información de las firmas en el primer trimestre del año pasado, muestra el modo en que la devaluación impacta agravando la financierización de la economía, multiplicando ganancias extraordinarias sin inversión y beneficiando al sistema financiero.
En este sentido, mientras las ganancias netas de las firmas consideradas caen en un 14,5%, los bancos incrementan estas en un 36% y las firmas productivas las reducen en un 46%.
Pero lo más relevante es observar el papel determinante que el ítem Diferencias de Cambio adquiere en los balances empresarios. Los ingresos por este concepto crecen un 945% a consecuencia de la devaluación. E incluso lo hacen en mayor medida en las empresas productivas (1226%) que en las financieras (374%).
Dicho de otro modo, los ingresos financieros que por diferencias cambiarias obtienen las firmas productivas con la devaluación en razón de los activos en dólares que poseen, son los que les permiten salvar la ropa de sus balances.
En suma, concentración y ganancias extraordinarias de carácter financiero como resultado de la devaluación, son dos claves para observar a los ganadores de la nueva política económica. Así las cosas, en el panel de las 54 firmas consideradas, solo 12 bancos representan el 22% del número de empresas, el 26% de la facturación total y el 61% de las ganancias netas de la cúpula que cotiza en Bolsa. Como contracara, el sector productivo representa el 78% de las empresas de la cúpula, el 73% de la facturación y el 39,5% de las ganancias netas.
SINTESIS Y CONCLUSIONES
Las evidencias presentadas en este material permiten sostener que:
A. En los primeros 9 meses de la gestión Cambiemos, las firmas que componen la Cúpula Económica que cotiza en la Bolsa incrementó su facturación por encima del PBI (Información proveniente del tercer trimestre de los balances contables presentados por las empresas).Mientras el PBI crece en términos corrientes un 34,8% anual, la facturación de estas firmas lo hace al 53,4%.
B. Este mayor crecimiento de la facturación de la cúpula por sobre el PBI del conjunto de la economía indica -de manera aproximada- el efecto concentrador de la política económica del nuevo gobierno (devaluación, tarifazos, aumento de la tasa de interés, etc).
C. El impacto inicial, es decir en los primeros 3 meses de gestión (balances del primer trimestre) fue distinto. En primer lugar las ventas de estas firmas crecieron levemente por debajo del PBI (35,3% las firmas y 38,2% el PBI). Lo cual indica que el salto en la concentración económica provino en los 6 meses posteriores.
D. La devaluación lejos está de afectar de forma homogénea al conjunto de la economía y de resolver los problemas de acumulación de capital. En ese sentido, si bien en el primer trimestre del 2016 las ganancias netas del conjunto de las firmas cayeron un 14,5%, hacia el interior de los sectores, se reducen un 46% en las firmas productivas, pero se incrementan en las financieras, un 36%.
E. Lo que creció exponencialmente es el rubro “Diferencia de Cambio”, que es el resultado -observado a partir de los balances empresarios- del cambio en la cotización de las divisas extranjeras (el dólar como expresión más común) por efecto de la devaluación. Este impacto es mayor en la medida en que más activos financieros dolarizados presenten las firmas. Se trata de un concepto que mide el impacto en moneda local de los efectos de modificar el tipo de cambio. Este rubro tuvo un crecimiento exponencial del 945,9%anual.
F. El impacto de este rubro, netamente por efecto devaluatorio, supera el monto de ganancias netas. En efecto, mientras las ganancias netas fueron de $12.579 millones, las diferencias de cambio le permitieron a las firmas acumular $15.310 millones.
G. De este modo, las diferencias de cambio pegan un salto en los balances de las firmas. Representaban apenas el 10% de las ganancias netas en el primer trimestre del 2015 y llegan a alcanzar el 120% en el primer trimestre del 2016.
H. Al diferenciar el tipo de empresas, se observa un marcado sesgo Pro-Finanzas que es la contracara de una vocación Anti-Productiva.En efecto, mientras las empresas productivas expanden un 32% su facturación, las financieras lo hacen un 46%.
I. En el rubro “Diferencias de Cambios” el impacto es inverso. Si bien las Financieras presentan un importante incremento del 374%; las Productivas son las que tienen el salto exponencial, en ellas este rubro crece al 1226%. Este dato indica la imbricación que tienen estas supuestas empresas productivas en la lógica de la valorización financiara de capitales.
J. Son las empresas directamente vinculadas con el mercado mundial, las exportadoras, las que mejor impacto económico tuvieron en los primeros 3 meses de gestión. En efecto, las firmas del sector “Agropecuario”, de “Alimentos y Bebidas” y de “Automotriz” son las que presentan incrementos en la facturación y las ganancias netas por encima del promedio de la cúpula.
K. El sector de “Energía, Gas y Agua” es, de los 5 sectores más importantes, el que más expandió su facturación. La misma creció un 116%; mientras el sector de “Petróleo y Derivados” lo hizo un 32%, el de “Siderurgia” lo hizo un 1%, el de “Alimentos y Bebidas” un 43%, y el de “Telecomunicaciones” lo hizo un 36%. Este comportamiento no es ajeno al contexto de los tarifazos decretados por la Gestión Macri.
L. Por último, es el sector de “Pétroleo y Derivados” el que concentra más del 90% de la acumulación positiva de las diferencias de cambios en la firmas productivas. Son YPF y Pan American Energy las que de conjunto aumentaron en $15.117 millones por este concepto, mientras que el conjunto de sectores productivos con diferencias de cambio productivo acumularon $16.507 millones
Paritarias 2017: la decisión de reactivar sin aumento salarial
En otro informe del equipo de trabajo, liderado por Claudio Lozano se deja en claro que “en el marco del terremoto social desatado por las políticas oficiales, el Paro y la que han repetido tanto el propio Presidente como la Gobernadora de la Provincia de Buenas Aires.
Como si fueran movilización multitudinaria de los docentes aparecen como principal emergente del conflicto social. Conflicto social que una vez por año se juega en torno de la ronda de paritarias que el sector inaugura como testigo para el resto de los gremios. La posición del Gobierno de Macri es clara, “los salarios no crecerán más que la inflación” es la muletilla generosos, las dos principales referencias del gobierno, nos dicen que este año, los “salarios no tendrán un crecimiento real”. Que los salarios crezcan igual que la inflación quiere decir lisa y llanamente que no habrá aumento salarial, que el valor real de los mismos (es decir la cantidad de bienes y servicios que podrán adquirir) será, a lo sumo y en el mejor de los casos, igual al del 2016. Pero que tenemos que estar agradecidos porque “estaremos un poco mejor que en el 2016”, año en el cual el salario creció por debajo de la inflación (se estima que la caída osciló entre un -5% y un -13% según la categoría ocupacional o fuente que se trate).
Que en el 2017 vamos a estar mejor que en el 2016 es la operación discursiva que esconde la intención oficial de contener al salario creciendo a la par de la inflación. Pretenden con el árbol taparnos el bosque. Lo que queda oculto, y que pasa desapercibido, es que si efectivamente durante el 2017 no habrá pérdida salarial y en el 2016 sí la hubo, entonces, la pérdida sufrida por el salario durante el primer año de gestión del nuevo gobierno no se recuperará durante el 2017.
El golpe al poder adquisitivo del salario que supuso el coctel de medidas adoptado por la administración macrista, resulta ser que se hizo no porque las circunstancias así lo imponían y luego, superadas estas se modificaría, sino que vino para quedarse. Tuvo por objeto fijar un deterioro en la pauta distributiva que no se va a revertir. Es una de las “tareas de fondo” como lo enunciara recientemente el Presidente (en su discurso de apertura de sesiones) en los que el Gobierno se empeñó en su primer año de gestión. Una medida de fondo que supone llevar el salario al fondo.
Las malas noticias que encubren la postura oficial no culminan aquí. En efecto y mal que le pese a la exactitud de la que pretende hacer gala el Presidente, si se cumplen sus pronósticos, el salario va a experimentar una pérdida aun cuando crezca igual que la inflación. Esto es así, porque otro de los repetidos pronósticos del gobierno es que la economía crecerá un 3%. Si la economía crece en términos reales un 3% y los salarios no crecen en términos reales (salarios = inflación) entonces, en el marco de un estancamiento del empleo como el actual, la participación de los salarios en la economía descenderá un 3%. Entonces hasta aquí el planteo oficial impone una doble pérdida salarial: a) La no recuperación de lo perdido en el 2016 y b) La pérdida de participación en caso de que la economía crezca.
“El Gobierno tiene la estrategia de reducir los salarios”
Para sumarle a todo el panorama, puesto a la luz en el informe anterior, Lozano precisó, en dialogo con el portal Canal Abierto, que Cambiemos busca generar un deterioro salarial y que la inflación anual será del 25%
Un par de días antes de que se conocieran los datos del INDEC, que mostraron que la inflación de febrero trepó al 2,5%, y de que la Universidad Católica Argentina informara que los pobres ya llegan a 13 millones, el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas que coordina el economista Claudio Lozano dio a conocer un informe que afirma que esos números eran previsibles, y que no son casuales.
“El golpe al poder adquisitivo del salario que supuso el coctel de medidas adoptado por la administración macrista vino para quedarse. Tuvo por objeto fijar un deterioro en la pauta distributiva que no se va a revertir”, afirma el estudio Paritarias vs. Reducción de los Costos Laborales. La decisión de reactivar sin aumento salarial.
En diálogo con Canal Abierto, Lozano afirmó que este deterioro, que empuja a muchos hogares bajo la línea de pobreza, “es el resultado de una estrategia y de un enfoque de política económica que piensa que el problema central de la Argentina son los costos laborales altos”.
-Con estos números, ¿es viable seguir pensando una inflación del 17% para este año?
-Para que esto se pudiera cumplir necesitaríamos que la inflación sea de acá en más del 1,3%, cosa que es difícil pensar. El propio gobierno está demostrando que esa proyección está en alza, porque está modificando todas las decisiones que tenían en materia tarifaria: están postergando los aumentos en transporte, van a modificar lo que iban a actualizar en el precio del gas. Está claro que lo que habían previsto no se está cumpliendo. Pensar que vamos a tener una inflación del orden del 17 o 18% es francamente una quimera. Si se mantiene la tendencia inflacionaria actual, ya estamos en el 24 o 25% seguro.
-Pero el Gobierno quiere que las paritarias no superen el techo del 18%…
-Lo que el Gobierno está planteando al plantear una paritaria del 18% es que los salarios que ya cayeron el año pasado van a caer este año también. Es el resultado de una estrategia y de un enfoque de política económica que piensa que el problema central de la Argentina son los costos laborales altos. Para ellos, son una razón de presión inflacionaria, y son los que generan los problemas de competitividad. Toda una falsedad. En la Argentina hoy el ingreso promedio del que trabaja son $10.000, el 60% gana menos que eso. Si se cumpliera con el 18%, como los trabajadores van a cobrar en cuotas, ya hoy perderían”
-¿Reactivar la obra pública cambiaría la ecuación?
– Si hay algún tipo de reactivación, en tanto no haya regulación de los mercados oligopólicos que tiene la Argentina, esa mayor actividad se va a transformar en precio.
Así que en todos los escenarios, lo que hay por parte del Gobierno es la decisión de reactivar sin incremento de los salarios en términos reales, porque su estrategia es seguir reduciendo los costos laborales. En esa dirección va la reforma de ART, la idea de revisar los Convenios Colectivos de Trabajo, van todas las medidas que están tomando.
-¿Cuáles son, entonces, los problemas de la economía argentina?
-El problema argentino es la insuficiencia y mala calidad de la inversión, que está vinculada al hecho objetivo de la fuga permanente y sistemática de capitales que tenemos en el país; y a la no inversión, que sería lo que efectivamente podría dinamizar la economía.