Es impresionante como todos los grandes medios (y cuando digo todos incluyo desde Clarin, por una lado, a Pagina 12 por el otro) hicieron un enorme esfuerzo por hacer parecer que la reciente Marcha Federal, fue una construcción del PJ (K o no K), o de los popes de la CGT, o de los Moyano que quieren ser los popes de la CGT, y no una movilización que recorrió el país de la mano de las tres organizaciones de la economía popular (la CTEP, la CCC y Barrios de Pié) junto a la CTA Autónoma, el Frente Darío Santillán y el FOL.
Destacaron la presencia en el acto final de Baradel, Palazzo o Smith, quienes en realidad fueron al final para no quedar afuera de una movida multitudinaria que se vio durante una semana en cada rincón del país, y que tuvo a muchos de sus actores, sí protagónicos, siendo parte días después del lanzamiento de un nuevo frente electoral. Por fuera de todos los impresentables nombrados en los diarios.
Si solo quieren ver a Baradel, que apareció para la foto, o lo sucia que quedó la Plaza de Mayo, pues que lo sigan haciendo. Pero se estarán perdiendo un proceso de construcción social y político, que, deseamos, tendrá una fuerte expresión a la hora de votar en 2019.
La historia determina que los grandes sucesos de la vida argentina pueden ser contados desde mejores lugares, que la cantidad de papelitos que quedaron tirados en las veredas. En lo personal no creo que ese haya sido el saldo más destacado del 17 de octubre del ’45, o el acto de Alfonsín en la 9 de Julio, en el ’83. O de la anterior Marcha Federal en los ’90, por mencionar solo algunos de los grandes episodios de la historia.
El sector de la sociedad que se enfurece porque inmigrantes senegaleses venden pulseritas en las veredas, o que sufren un ataque de patriotismo cuando otro llegado de Bolivia es atendido en un hospital público, se habrá puesto como loco cuando vio marchar a tanto habitante del subsuelo de la Argentina.
Y ni que hablar, cuando a muchos de ellos los volvió a ver lanzando una nueva expresión político-electoral de cara al año venidero.
La gravísima verdad que hoy ronda a los argentinos y que fue definida por Claudio Lozano con la advertencia de que, con el préstamo del FMI saltó por el aire el gradualismo con el que igual nos ajustaban, avizora tiempos más difíciles todavía en materia de conflictividad social.
Por eso, para nada es menor que los más sumergidos del país hayan ganado las calles para hacer oír sus voces, cargadas de reclamos más que justos.
Y mucho menos que varios de sus líderes hayan decidido que esas voces, se transformen en propuestas para también dar batalla en el terreno del voto democrático.
Si, claro, hubo muchos papelitos por el aire.
Y habrá más…..muchos más…hasta que estos tipos sean derrotados con otros millones de papelitos.
Depositados adentro de las urnas.