El nuevo año no esperó con el inmenso dolor de perder a una compañera irremplazable, como Sandra Romo.
Luchadora sin descanso por los derechos de los laburantes y, muy en especial, por los pibes y pibas que el sistema no termina nunca de dejar al costado del camino, Sandra fue una constructora sin par.
Cuando llegaba desde Berisso, junto a Juan y, antes, también a Cecilia, te estallaba una sonrisa con solo verla venir.
Porque allí residía su otra característica saliente. Militar con alegría parecía su consigna.
El Foro por la Niñez, del que fue parte fundante, la despidió con palabras desde el corazón:
“Difícil definirla con palabras usadas y gastadas.
En los momentos buenos, pero en especial en los difíciles ahí estaba con su chaleco del Foro y acompañada de «las chicas» y de «sus chicos», ya fuera una marcha, una Llamadas de Pibes y Pibas, un encuentro, una charla, una reunión. Siempre con su optimismo y una confianza plena en los proyectos colectivos, difícil de encontrar en tiempos tan mezquinos.
Era una de esas personas que te ponen contenta cuando llegaba a algún lugar.
Siempre generosa, generosa con los abrazos, generosa con los espacios que ocupaba, generosa con el amor, generosa en las iniciativas.
Siempre tenía la palabra justa para no bajar los brazos, para que no nos gane la bronca, el enojo o la desesperanza. Siempre apostando a seguir en la lucha por un mundo más justo, siempre del lado de lxs laburantes, de los pibes, de las mujeres.
Desde Berisso y desde su lugar de militante gremial y barrial pero pensando y sintiendo más allá, cómo cuando propuso el seminario de niñez trans.
Siempre optimista, solo la vimos llorar una tarde por «sus chicos», esa banda de pibes y pibas de Berisso de los Angelitos de Santa Cruz, los Chiquitos de Villa Roca, l@s peques del Carmen.
Nos deja un ejemplo enorme y la tarea de continuar sus luchas.
Seguro Sandra Romo ya está con Carlitos Cajade, conspirando desde el cielo por un mundo mejor para todes, segura de que tarde o temprano, con ternura venceremos”.
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Compañera
La propia Sandra tenía ilusiones y capacidad de lucha para levantar la cuesta y derrotar a la enfermedad.
En su propia cuenta de facebook recibió el nuevo año expresando su amor por sus compañeros, con un texto de oriental Mario Benedetti:
“Bienvenido 2021:
¿Qué es un compañero?
¿alguien dispuesto a andar como nosotros?
¿alguien que se acomoda a nuestros sueños?
¿Qué nos mira a los ojos sin prejuicios?
¿Qué sabe de la vida y de la muerte
y pugna en las etapas intermedias?
¿alguien que nos abraza sin anuncio
y nos deja en custodia
un poco de su fe?
Con el tenemos odios compartidos
Una suerte de solidaridad
que nos sirve de escudo frente al mundo
Un compañero es una coyuntura
puede durar instantes o una vida
es un reflejo que contagia el aire
y respiramos con estos pulmones
Un compañero tiene piernas
tiene memoria y tiene alma
y si nos dice adios sabemos
que volveremos a encontrarlo