Un nuevo bloque de gremios, con las dos centrales CTA como protagonistas, ocupan la calle para desafiar la retracción salarial y los despidos a mansalva mientras la conducción de la CGT demora la convocatoria de un nuevo paro general. Opinan: Hugo Godoy, secretario general de la CTA-A; Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE; y Natalia Zaracho, diputada nacional de Patria Grande.
Por José Maldonado
La marcha federal de protesta sindical que culminó el jueves 5 de diciembre con una masiva concentración frente a la Casa Rosada dejó una radiografía precisa del escenario político y gremial con el que Javier Milei cierra su primer año de gestión.
En la histórica Plaza de Mayo, las columnas de las dos centrales sindicales CTA reunificadas convergieron con las de la UTEP, que agrupa a los trabajadores de la economía popular, mientras las emblemáticas pecheras verdes del gremio estatal ATE se entremezclaban con la presencia de la Corriente Federal de los Trabajadores, el sindicato de Mecánicos SMATA, o de organizaciones sociales como Territorios en Lucha.
En medio del silencio de la CGT, atravesada por la crisis y las renuncias de figuras como Pablo Moyano y Mario Manrique, un nuevo frente sindical y político, con los gremios combativos como eje emerge, para consolidarse como el gran motor opositor al gobierno libertario.
En medio del silencio de la CGT, atravesada por la crisis y las renuncias de figuras como Pablo Moyano y Mario Manrique, un nuevo frente sindical y político, con los gremios combativos como eje, emerge para consolidarse como el gran motor opositor al gobierno libertario.
La presencia en la Plaza de Mayo de representantes del gobierno bonaerense, como el ministro de Trabajo Walter Correa, y de diputados nacional de La Cámpora y otras corrientes del peronismo, es un dato clave para entender la expectativa que tiene la política tiene sobre este movimiento de protesta que salió a la calle el 5 de diciembre.
«Miles de personas se movilizaron y desbordaron la Plaza de Mayo en una expresión altísima de unidad. Las dos CTA lanzamos la convocatoria y se sumaron gremios de la CGT, UTEP, territorios en lucha, el bloque piquetero. Todos contra la política de hambre de Milei, convencidos de que se puede construir una salida distinta frente a la crisis económica, social y política», expresó Hugo Godoy, titular de la CTA Autónoma.
La diputada nacional de Patria Grande, Natalia Zaracho, también participó de la movilización y destacó la importancia de combinar la lucha institucional con la movilización en las calles. «Más allá de la indiferencia de este gobierno inhumano que estamos viviendo, es importante salir a la calle. No solamente pelear por la vía legal, sino también dentro del Congreso y recuperar las calles. Quieren romper el tejido social y la gente no está dispuesta a dejar que nuestros pibes se mueran de hambre, que el narco siga avanzando en nuestros barrios, que le peguen a nuestros jubilados. Nosotros vamos a estar acompañando todas las luchas populares que existan», advirtió la dirigente del gremio que agrupa a los trabajadores cartoneros.
Tensiones en el sindicalismo
En medio del intento del gobierno por instalar una narrativa de «recuperación económica» tras meses de ajuste, inflación persistente y conflictividad social, la movilización cumplió uno de los principales objetivos que se había planteado: evidenciar las fracturas internas dentro del movimiento sindical.
Por un lado, la nueva coalición sindical evidenció el «dialoguismo» que encarna la conducción de la CGT; por otro, se mostró la decisión de los gremios opositores de avanzar con un plan de lucha más contundente contra las políticas de Milei, especialmente en lo relacionado con reformas laborales, ajustes presupuestarios y privatizaciones.
La expectativa está puesta en profundizar la confluencia de todos los gremios críticos de la actual conducción de CGT, como un sector de Camioneros, de SMATA, y los sindicatos de la Corriente Federal. El faltazo en la plaza del dirigente Pablo Moyano, que acaba de renunciar a su cargo de triunviro en la CGT, fue un paso en sentido contrario.
Para Rodolfo Aguiar, el titular de ATE, uno de los gremios más combativos contra Milei, el nacimiento de un frente combativo homogéneo en la calle fue exitoso a pesar de la estrategia contraria plasmada por los gremios dialoguistas, como su par de UPCN Andrés Rodríguez, que sostienen que no hay clima para movilizar a los trabajadores contra Milei.
“Hubo una buena parte del sindicalismo que decidió desalentar cualquier tipo de manifestación contra este gobierno para ir a tomar café a la Casa Rosada”, dijo el rionegrino Aguiar, en diálogo con Malas Palabras. “Más temprano que tarde ese sindicalismo deberá dar explicaciones sobre a cambio de qué está tomando esta actitud”, agregó.
“Hubo una buena parte del sindicalismo que decidió desalentar cualquier tipo de manifestación contra este gobierno para ir a tomar café a la Casa Rosada. Más temprano que tarde ese sindicalismo deberá dar explicaciones sobre a cambio de qué está tomando esta actitud”
Rodolfo Aguiar, titular de ATE.
En línea con estas críticas, Zaracho enfatizó la necesidad de construir confluencia en campo popular bajo una nítida dirección política. «Estoy convencida de que frente al gobierno de Milei tenemos que fortalecer la unidad de las organizaciones del campo popular. La unidad tiene que ser para entender que este personaje que está gobernando el país va a ser muy perjudicial para nosotros, los últimos de la fila, los que la venimos pasando mal», enfatizó.
Reunificación y alianzas
Un dato político relevante detrás de esta marcha es el proceso de reunificación de las dos CTA, que comenzó hace algunos meses tras 14 años de división. Tanto Hugo Godoy, líder de la CTA Autónoma, como Hugo Yasky, titular de la CTA de los Trabajadores, lograron sellar una alianza estratégica que buscó potenciar la capacidad de convocatoria y presión de los sectores combativos.
El proceso de reunificación no solo tiene impacto a nivel gremial, sino también en términos políticos. Godoy y Yasky volvieron a moverse tándem, en diálogo permanente con todos los sectores de las dos CTA, los críticos de la CGT como Pablo Moyano, el gobierno de Axel Kicillof, diputados nacionales de Unión por la Patria y dirigentes de la izquierda.
Godoy y Yasky volvieron a moverse tándem, en diálogo permanente con todos los sectores de las dos CTA, los críticos de la CGT como Pablo Moyano, el gobierno de Axel Kicillof, diputados nacionales de Unión por la Patria y dirigentes de la izquierda.
En paralelo, la UTEP, liderada por Alejandro Gramajo, se consolida como un actor fundamental en esta alianza, aportando la fuerza de los trabajadores sin patrón, es decir de la economía popular. En definitiva, la presencia de referentes de distintos espacios políticos y gremiales —desde el peronismo más crítico hasta sectores de izquierda— refleja un frente heterogéneo pero con un objetivo en común: frenar las medidas de ajuste y resistir las reformas impulsadas por el gobierno.
Godoy subrayó el horizonte que se plantea este bloque sindical y social: «El conjunto de organizaciones que convocó a la marcha asume el compromiso público de armar un bloque sindical, social, cultural y productivo que sea capaz de sostener la resistencia para derrotar lo antes posible a este gobierno y alentar el protagonismo del pueblo en una salida que termine con esta noche cruel que Milei hace sufrir a la mayoría de los argentinos».
Lo que viene
El cierre del primer año de gobierno de Milei marca también el inicio de un año electoral, lo que promete intensificar las tensiones entre los distintos actores sociales y políticos. Desde el oficialismo intentan proyectar una imagen de estabilidad económica, pero la persistencia de protestas como la marcha federal sindical muestra un frente de descontento que no retrocede.
Los gremios combativos ya anunciaron que esta movilización no será la última. «Este es solo el comienzo de un plan de lucha que no va a detenerse mientras persistan estas políticas de ajuste», advirtió Hugo Yasky desde el escenario montado en Plaza de Mayo.