En “Los colonos”, ópera prima del chileno Felipe Gálvez, la dialéctica del amo y el esclavo tiene olor a pólvora y paisajes patagónicos de ensueño
Por Edu Guzman
A fines del siglo XIX, en la Patagonia chilena, Segundo, un trabajador mestizo, es reclutado por un ex militar británico llamado MacLennan para una expedición que, aunque aparenta ser administrativa, requiere su destreza con el rifle. La tarea implica asegurar una ruta para el comercio ganadero del terrateniente español José Menéndez.
A ellos se les unirá un tercer integrante designado por el propio Menéndez, Bill, una suerte de cowboy mercenario reconocido por su habilidad para lidiar con los indios. Ese es, a grandes rasgos, el planteo inicial de “Los colonos”, la impactante ópera prima del director chileno Felipe Gálvez.
En la primera escena, MacLennan asesina a un operario que tiene un accidente mientras trabaja en la colocación de un cerco. Segundo asiste en silencio y con incredulidad la respuesta violenta e inhumana del capataz. La crueldad será uno de los aspectos que conforme el tono de la película de ahí en adelante. La expedición para la que el trabajador mestizo es reclutado luego de ganar una competencia de tiro al blanco tiene como objetivo trazar una ruta comercial, pero detrás de ese simple enunciado se esconde la masacre de la población indígena con la que se crucen en el camino.
En la primera escena, MacLennan asesina a un operario que tiene un accidente mientras trabaja en la colocación de un cerco. Segundo asiste en silencio y con incredulidad la respuesta violenta e inhumana del capataz. La crueldad será uno de los aspectos que conforme el tono de la película de ahí en adelante.
A medida que el grupo avanza, la desconfianza entre ellos crece y el contexto se enrarece con una fotografía cruda y un trabajo de sonido y música que contribuyen a la experiencia inmersiva de los viajeros.

En un momento del itinerario, hay una escena pintoresca en la que aparece un regimiento argentino en el que se encuentra el famoso Perito Moreno, interpretado por Mariano Llinás (quien colaboró con el guión). La secuencia, cargada de ironía histórica, expone las contradicciones de un proceso que la historia oficial narró como heroico y opera como puerta de ingreso a la parte más violenta del film.
En un momento del itinerario, hay una escena pintoresca en la que aparece un regimiento argentino en el que se encuentra el famoso Perito Moreno, interpretado por Mariano Llinás (quien colaboró con el guión).
La historia está basada libremente en hechos reales y utiliza los recursos del western clásico para contar un pasado silenciado bajo el eufemismo de Pacificación de la Araucanía (equivalente chileno a nuestra Conquista del Desierto), donde el «proceso civilizatorio» encubrió un genocidio.
La trama no se limita a la denuncia histórica, mediante un ritmo deliberadamente incómodo y diálogos escuetos, Gálvez construye una reflexión sobre la violencia fundacional que aún resuena en la identidad chilena. La figura de Segundo, atrapado entre la complicidad y la supervivencia, encarna las contradicciones de un territorio forjado a sangre y fuego.
Ganadora del premio de la crítica FIPRESCI en Cannes 2023 y candidata del país trasandino a los premios Oscar, “Los colonos” es un relato crudo y desgarrador que evita el maniqueísmo para sumergirse en las sombras de la historia. La película se encuentra disponible en las plataformas Mubi y Max.