El feminismo, según María Elena Walsh
Muchos, muchos años antes de que la ola verde y el “Ni una menos” reavivara el fuego de la militancia feminista en Argentina, María Elena Walsh ya cantaba o escribía poemas con muchas de las ideas que hoy atraviesan al movimiento de mujeres.
La denuncia a la misoginia y a la violencia machista y el cuestionamiento al rol que se imponía a las mujeres estaban en muchas de las letras de quien quizás haya sido una de las artistas populares más importantes del siglo XX en Argentina.
En marzo, en coincidencia con el Día Internacional de la Mujer, la editorial Alfaguara publicó un libro que reúne textos que Walsh escribió a lo largo de 50 años, muchos de los cuales permanecían inéditos. “El feminismo”, como lleva de título, muestra a la autora de “El reino del revés” como una verdadera pionera del movimiento de mujeres.
Los textos, “lanzados desde diarios y revistas, columnas radiales, discos y escenarios como piedras preciosas y filosas”, como presenta la editorial, van desde ensayos sobre el feminismo, poemas y algunas de sus intervenciones públicas más recordadas.
En 1976, el año más sangriento de la dictadura, María Elena Walsh lanzaba una canción llamada Orquesta de Señoritas:
“Quien no fue mujer / ni trabajador / piensa que el de ayer / fue un tiempo mejor / y al compás de la nostalgia / hoy bailamos por error”, dice la canción.
“Las mujeres, como los negros, los colonizados, la clase trabajadora, a medida que tomamos conciencia, menos queremos dádivas; queremos lo que nos pertenece por derecho y nos arrebatan día a día, es decir, todo”, dice María Elena Walsh. “Las mujeres, que fuimos custodias de la vida -para que fuera rifada en guerras-, queremos más que nunca defenderla de los fabricantes de muerte. Pero según, cómo y cuándo lo determinemos nosotras”.
En las Malas Palabras de marzo, reproducimos “Qué es el feminismo”, uno de los poemas que permanecieron inéditos hasta hoy.
Qué es el feminismo
Es una respuesta al odio que la sociedad masculina, pasada y presente, siente por la mujer.
Es una toma de conciencia individual y grupal.
Es búsqueda de fraternidad entre las mujeres.
Es justa indignación.
Es conocerse a sí misma, no competir con el varón.
Es denunciar la segregación.
Es comprender que muchas desgracias femeninas no son ordenadas por Dios ni la Naturaleza sino por los hombres para su comodidad.
Es pretender reinar no sobre los hombres, sino sobre nuestros propios cuerpos y destinos.
Es rechazar las imágenes con que la sociedad nos encasilla: prostitutas o diosas, mártires o brujas.
Es comprender que vivimos deformadas y traicionadas por una educación falsa.
Es comprender que todas las revoluciones que trajeron algún progreso parcial no contemplaron los problemas específicos de la mitad de la humanidad.
Es buscar la libertad sin atender a dómine o que nos sigan señalando cuándo, cómo y cuánto.
Es querer integrarnos a la sociedad como criaturas enteras, no sólo como madres y amas de casa.
Es querer, una vez integradas, cambiar radicalmente una sociedad basada en la violencia, la explotación y la represión.
Es señalar y combatir la misoginia, porque lo que empieza por una simple palabra puede terminar en quema de brujas o campos de concentración.
Es comprender que las mujeres excepcionales no hacen sino confirmar la regla general.
Es rechazar milenarias etiquetas.
Es comprender que la caridad empieza por casa, pero casa es el mundo.
Es darse cuenta de que las excepciones poco cuentan porque todas las mujeres tenemos los mismos problemas.