El colorado Oscar de Isasi, no deja nunca de ser aquel camillero del Hospital de Niños que se lanzó a la militancia sindical. Es más, en la intimidad de sus afectos, se sabe que no tendría inconveniente alguno de volver a acarrear una de esas camillas para ayudar en las vidas de tanto pibe con problemas en ese entrañable hospital público de la ciudad de La Plata.