Desde hace décadas, la pesquería argentina viene descartando pescados al mar por distintas razones que van desde el tamaño de las capturas, el poco o nulo interés comercial de la especie (en éstos últimos tiempos una de las excusas preferidas de las empresas) o cuestiones vinculadas con las Cuotas Individuales Transferibles de Captura (lo que el Estado permite pescar).
Excusas puede haber muchas y de todo tipo, pero la realidad es que nuestra flota pesquera – sin contar las flotas que pescan ilegalmente en torno a Malvinas ni las que lo hacen en la milla 201- descarta 1.000tn diarias de pescado aproximadamente. Los cálculos de los más optimistas indican que 300.000tn de la mejor proteína animal (solo comparable desde el punto de vista nutricional con la leche materna) son descartadas por año en nuestro mar para comida de peces mayores y aves.
300.000tn son 300.000.000kg = 300.000.000.000gr. Cada porción de pescado se calcula en 250 gramos. Dividiendo nos da 1.200.000.000 (Mil doscientos millones de porciones), que divididas por 365 días nos da 3.287.671 de personas comiendo TODOS LOS DÍAS la mejor proteína, con lo que significaría una mejora a futuro en salud sobre todo. Podemos discutir aquí el número final acerca de cuantos argentinos podrían comer del mal llamado Descarte. Sea el número final al que arribemos, es obsceno.
El Descarte, mas allá de las actuales excusas, se viene dando desde siempre (otra excusa), sin que hasta el momento el Estado Nacional (dueño del recurso por ley, junto a las provincias con litoral marítimo) viene desentendiéndose de la cuestión adoptando los mismos argumentos y excusas que utilizan las empresas.
Argentina posee uno de las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) más extensas y ricas del planeta, una de las causas por la que los británicos usurpan Malvinas y 2 millones de km2 de Atlántico Sur, pero también extrañamente descuidadas por los sucesivos gobiernos. Solamente con saber que quien rige los destinos de nuestra pesca es un Subsecretario de pesca (actualmente el santacruceño Carlos Liberman, ex secretario de pesca de Santa Cruz), inmerso dentro de la estructura del Ministerio de Asuntos Agrarios, Ganadería y Pesca.
Pero los principales culpables son los dirigentes que entendiendo la cuestión, no hacen nada o casi nada por resolverla. La ley de Pesca que nos rige es de 1998 y, según los que entienden de la cuestión , salió de las cabezas de la Fundación Mediterráneo (Cavallo). Es urgente la modificación de ésta Ley (Habló Alberto de ésto el 1/3/2020 pero sin muchas exactitudes).
La cosa es simple: El recurso ES DEL ESTADO. Las empresas obtienen permisos de pesca que otorga el estado a través del Consejo Federal Pesquero (integrado por 5 miembros del Estado Nacional y las 5 provincias con litoral marítimo), que otorga la cuota de pesca según recomendaciones del INIDEP (Instituto Nacional de Desarrollo Pesquero) que es quien científicamente estudia la biomasa de cada especie para que no se produzca depredación.
El Consejo Federal Pesquero y el Subsecretario de Pesca tienen la llave para destrabar ésta cuestión referida al descarte. Falta decisión política y políticas de Estado a mediano y largo plazo que reviertan ésta situación.
Si el Estado y las provincias son las DUEÑAS DEL RECURSO POR LEY; las empresas pesqueras han hecho fortunas en éstas últimas décadas a través de la pesca con barcos congeladores (congelan y exportan sin pasar por el continente) que no generan ningún puesto de trabajo en tierra ni valor agregado al producto extraído, ¿Como puede ser que no le exijamos que traigan el mal llamado descarte a puerto?
La respuesta es bastante simple. Hay muchos, muchísimos dólares en juego.
Es obsceno que, mientras todo un pueblo intenta darle de comer a la población más necesitada (generalmente a base de harinas y alimentos pobres en proteínas) estemos tirando al mar lo que a las Empresas Pesqueras no le resulta comercialmente viable.
Y el Estado es cómplice de ésta situación que tiene que revertirse. Y, tal vez sea el momento
—————–
La opinión del Cecim
Acá hay un inmenso negocio que nadie, hasta hoy, se anima a tocar. ¿Por qué? No lo sabemos, pero habiendo tanto dinero de por medio, lo imaginamos.
El descarte lo denuncian desde especialistas en el tema, como el Dr César Lerena (vinculado a Pino Solanas, fue su asesor en temas del AS) y también Jorge Frías, del Gremio de los Capitanes de Pesca. Con Lerena tenemos contacto, con Frías, no.
El Dr Lerena tiene un proyecto de Ley escrito para el Descarte. Se basa fundamentalmente en traer a puerto todo lo que se pesca. Se controla con instalación de cámaras en los barcos y estricto control de los desembarques, no es tan complicado, pareciera. Lo que falta, es decisión política.
Así lo está haciendo Europa, con mucha oposición de las empresas españolas que, casualmente o no tanto, son las que dominan la pesquería argentina desde hace décadas. “La pesca argentina se maneja desde el Puerto de Vigo”, se dice entre los que están en tema. Se han apropiado de muchas empresas argentinas e intentan manejar el recurso que se agota en los mares del planeta.
Nosotros, desde el CECIM La Plata (Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas LP), tratamos de alertar, de abrir los ojos, en nuestro intento de entender los motivos por los que nuestros compañeros cayeron en 1982. Y le damos sentido a esas vidas, desentrañando lo que está pasando en el AS ante la pasividad de muchos y las urgencias de todos. No somos expertos en el tema pesca y descarte, pero existen expertos, científicos, sindicalistas que sí lo son. Nosotros tratamos de poner voces y militancia en éstos temas porque para el CECIM LP el mejor Homenaje a la vida de nuestros compañeros muertos en el ´82 por el Imperio Británico es continuar la lucha por la Soberanía. Y en la pesca y sus cuestiones está la clave para empezar a recuperar la usurpación. Pero ese es otro tema.
Hugo Robert. Vicepresidente CECIM LP.