Los seis paneles que le dieron carnadura a las jornadas de debate que organizó la Asociación Trabajadores del Estado arrojaron variada cantidad y calidad de ideas que permitieron discutir “hacia dónde va a ir nuestro país, y a la necesidad de construir un Estado democrático, popular y abierto a las organizaciones libres del pueblo.
Casi como un anticipo del debate que hoy se ha instalado en el país, tras la derrota electoral del gobierno, los tres días del seminario ‘El Estado que necesitamos para superar Pandemias’ dejó en claro que para llegar al objetivo buscado se requiere la articulación de distintos sectores, la definición de un camino común para las políticas públicas de los Estados Nacional, provinciales y municipales, todo esto a partir de la participación popular y con la creación de nuevas instituciones.
Entre las propuestas que se expusieron durante las tres jornadas, se pueden destacar estas:
–La creación de un Salario Universal
–La creación de un Consejo de Empleo y Formación en ciencia y técnica para “que ese conocimiento colectivo no lo apropien solamente los dueños de las empresas del sistema financiero”;
–el fomento de las pymes y el sistema productivo;
–la necesidad de salir del extractivismo ya que “hay que apuntar a un desarrollo soberano de los pueblos y necesitamos un modelo productivo que respete el medio ambiente”.
Podríamos sintetizar que necesitamos un Estado que promueva políticas sociales que generen trabajo y que al mismo tiempo generen nueva forma de intervención de los actores sociales, atendiendo la problemática de la niñez, las problemáticas de género, los derechos de la mujer e incorporando a estos movimientos nuevos que se están desarrollando en los territorios”.
Resultaría imposible, dar cuenta en esta nota de la totalidad de conceptos y propuestas escuchadas en las siete mesas de debate. Pero si rescatar algunas a manera de síntesis de lo que se dijo sobre justicia, participación popular, desarrollo social para los sectores más empobrecidos o rumbo económico a adoptar desde una mirada popular.
“Cerca el pueblo y lejos de las embajadas”
Una de las alocuciones que elegimos rescatar fue la del juez Juan Ramos Padilla quien cuestionó el lawfare y recorrió vínculos históricos del Poder Judicial con sectores dominantes.
Ramos Padilla opinó que “los jueces tienen que estar con los trabajadores, con el pueblo, y muy lejos de las embajadas, sobre todo de la de Estados Unidos. Por eso uno se nutre de los problemas de la gente, del Fuero Laborar, por eso hay que terminar con esa cosa ritual de que los jueces son `Su Señoría´, `Vuestra Excelencia´. Eso lo único que hace es alejarlos de la gente”.
“El problema no es solamente el lawfare, -añadió- todo el sistema está basado en la Justicia, para tener un servicio público adecuado necesitás una buena Justicia porque sino la Corte, presidida por Rosenkrantz, que es un representante de Magneto, va a decidir que el señor Clarín no pague”.
“La ley está hecha para equilibrar entre los poderosos y los débiles, no es para extorsionar a los pobres, es una intermediación que hace el Estado para igualar. Hay que pensar en un Poder Judicial de servicio y no de privilegio para un determinado sector social”, sentenció el magistrado.
Sobre la discusión de la reforma judicial, Ramos Padilla sintetizó: “Hay que repensar el modelo de juez, el Poder Judicial nació para defender a la oligarquía vacuna, hoy es prácticamente un defensor de la oligarquía financiera y los intereses de la Embajada de Estados Unidos, y eso se tiene que terminar, eso es el lawfare”.
Durante su intervención, Ramos Padilla reflexionó: “Como jueces debemos pensar en nuestra patria y en nuestro pueblo. La palabra patria nos la están robando últimamente, pero la palabra pueblo, cuando uno mira los fallos y la jurisprudencia, no aparece, aparece gente, cliente, usuario, parece que el pueblo no está muy presente ahí”, cuestionó.
Economía pero desde las personas
“Nosotros creemos que tiene que haber mercado y que es el Estado el que tiene que conducir la economía”. La frase fue dicha por Silvina Batakis, secretaria del área de Provincias del Ministerio del Interior de la Nación, quien en otro tramo de la segunda jornada de debate, también expresó que “en la economía estudiamos la corriente de pensamiento neoclásica, que es la que alimenta a esta corriente política que está con neoliberales y después tenemos lo que estamos viendo acá, que es este extremo, los que se llaman libertarios que directamente quieren arrasar con el Estado”.
“El Papa hace muy poquito también estaba convocando a jóvenes economistas para hablar de esto, de que la economía tiene que ser conducida por la política porque si no podemos ser seducidos, envueltos y atracados por estos conceptos de los derechos individuales y de libertad, que en realidad esconde la defensa a los peores intereses”, agregó.
Como dato curioso, para refutar a esta corriente que fue la novedad política de los recientes comicios la economista recurrió a la fuente menos pensada: Adam Smith. “En su primer Manual sobre política y moral decía que una sociedad no se desarrolla si vemos el padecimiento de los otros que no pueden acceder a los mismos derechos a los que accedemos algunos. Pero los economistas esta parte no la leemos, nos dedicamos solamente a hacer números hablando de la macroeconomía”, provocó.
Desde ese lugar, reivindicó la necesidad de “un Estado fuerte e inteligente que debata y que esté dispuesto a recibir comentarios y a tener diálogo para saber también cómo tiene que ser esa intervención. Por supuesto sin que eso sea una imposición, pero sí tiene que haber un diálogo y sí tiene que haber una planificación”.
Ese mismo día, la diputada nacional Fernanda Vallejos desenmascaró el rol de la deuda como condicionante de la intervención y políticas estatales. En tal sentido afirmó que “si la democracia es el gobierno del pueblo, el pueblo quiere darse un gobierno propio para ser el dueño, el decisor y el conductor de su destino. Así se podrá decidir si es necesario garantizar un ingreso mínimo y vital a todos aquellos que no tienen ingresos o que los perdieron durante la pandemia. O si es prioritaria la deuda con la salud del pueblo o la deuda financiera con un organismo multilateral. Desde este punto de vista, de lo que estoy convencida es que el debate sobre la deuda criminal con la que el gobierno de Macri y el FMI sujetaron a la Argentina se trata, al fin de cuentas, también de un debate sobre la democracia misma, porque de alguna manera lo que estamos discutiendo es sobre cómo recuperamos una verdadera democracia”
“Se trata en el fondo de una batalla por la libertad. No de la libertad de esta que se declama en los medios, no la libertad de los mercados, sino la auténtica libertad de conducir nuestro propio destino; no la de un puñado de vivos que pueden salir a acumular, dolarizar y fugar libremente a costas del pueblo, sino la de decidir como pueblo , cuánto queremos acumular, invertir, producir, consumir y cómo queremos distribuir lo que se produce en nuestro territorio con nuestros recursos”, enfatizó.
A su turno, el economista Tomás Raffo observó que “el Estado siempre interviene en la economía para bien o para mal, por acción u omisión. Macri intervino brutalmente. Tomó el Estado para intervenir la economía asumiendo una deuda que no estaba asumida con los fondos buitres, haciendo que fuera mucho más difícil del pago de esa deuda y beneficiando a los factores concentrados con reducción de retenciones para aumentar las ganancias de las empresas concentradas en exportaciones, haciendo tarifazos de servicios públicos. Y hubo una buena intervención del Estado de nuestro gobierno, del gobierno del Frente de Todos diciendo que la deuda no la pagamos, la negociamos y hasta ahora no se paga casi nada. Hay que ver cómo se discute una deuda con el Fondo Monetario diciendo que no se puede aumentar más las tarifas, aumentando la retenciones y hasta con intervenciones adecuadas en espejo con lo que hizo la intervención burda de Macri”.
Precarización laboral y políticas sanitarias
Otro pasaje que queremos destacar es el que tuvo a Ana Rameri, coordinadora del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) quien habló del concepto de trabajo y de la remuneración por ese trabajo realizado. Explicó que “hay un paisaje ampliado de trabajo por fuera de la norma salarial clásica. De la mano de la multiplicación de las formas de trabajo lo que se multiplicó también son los dispositivos de captura de valor”.
“¿Qué pasa con la regulación estatal que no reacciona? Tiene enormes dificultades para llamar trabajo a lo que es trabajo, para reconocer los dispositivos de captura de valor y generar instrumentos para una captura pública y redistribuir, y por eso pierde capacidad redistributiva. La pobreza no tiene que ver con la falta de trabajo: tenemos una pérdida de estatus social del trabajo. Tenemos que disputar el sentido común de la política social y transformarla para que sea capaz de intervenir disputando la riqueza social frente a las renovadas formas de capital y trabajo”, detalló.
También la pandemia en el contexto de crisis global existente y las consecuentes políticas sanitarias fueron otro de los ejes del seminario para pensar el Estado.
Daniel Godoy, director del IDEP Salud, abordó la cuestión y aseguró: “El fenomenal shock sobre la capacidad instalada del sistema de salud argentino se hizo sobre las ruinas que dejó el macrismo. Están en juego esos dos modelos: de salvaguarda, cuidado y atención de la salud de todos nosotros y nosotras, o de tributación al sistema de negocios. Creo que hay una oportunidad histórica. Hay un proceso de reacomodamiento de las fuerzas populares en la región, un esbozo de agotamiento en la aceptación popular de las doctrinas neoliberales, y hay una atmósfera que empieza a respirarse de posibilidad de recuperar los sistemas de salud de Ramón Carrillo”.
Godoy, titular también del IEF CTA-A y del IPID, le dio continuidad al debate sobre salud tomando “el desafío narrativo de este seminario”, respecto a que “no solo tenemos un problema sanitario en el mundo, sino que hay otros como la inequidad, la injusticia, la pobreza, el hambre, la falta de trabajo”.
Como primer punto, el dirigente reivindicó la postura sanitaria que ATE ha construido históricamente, con referentes clave como Carlos Casinelli, Pelusa Carrica, Silvia León, y que ya es parte de una identidad: la de una “visión socio-sanitaria”. Otro aporte, agregó, es “imaginar el sistema de salud que necesitamos”. En ese sentido, “hablar de sistema integral versus sistema actual queda chico. El sistema actual reproduce desigualdad y hay que recuperar la eficacia, que no es eficacia biológica sino social”. Entre los temas a resolver, destacó el tema del acceso -donde rescató al sistema cubano, de carácter extra-hospitalario, con figuras como las de promotores de salud comunitarios-, el de la soberanía sanitaria -que se puso en evidencia en la pandemia-, y por último, la “democratizacion del sistema de salud”. “Que sea una cuestión de expertos está perimido”, dijo para cerrar.
Variedad de voces
El Seminario contó con voces diversas que nos ayudaron a pensar el Estado que tenemos que constrtuir. Junto al anfitrión Hugo” Cachorro” Godoy de ATE, dijeron presente el titular de la CTA Autónoma Ricardo Peidro; la directora nacional de Cuidados Integrales del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Brandariz; la reconocida socióloga feminista Dora Barrancos; Fernando Huanacuni, ex canciller de Bolivia durante el Gobierno de Evo Morales; y Ariel Pennisi, editor de Red Editorial y colaborador de Canal Abierto, Oscar de Isasi, secretario general de ATE Pcia de Buenos Aires. Silvina Batakis, Fernanda Vallejos, Victoria Policchio del Movimiento PyME para el Desarrollo Nacional y Cesar Crocitta del Movimiento Bolívar.
Claudia Baigorria, secretaria Adjunta de Conadu Histórica y la CTA Autónoma; el diputado nacional (PTP-Frente de Todos) Juan Carlos Alderete; Oscar Trotta, pediatra y miembro del consejo directivo del Hospital Garrahan; Daniel Godoy, director del IDEP Salud; Omar Giuliani, secretario General de la Federación Nacional Territorial (Fenat-CTAA); y Ana Rameri, coordinadora del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), entre otros.