El candidato presidencial de la coalición progresista, Yamandú Orsi, hijo político del ex presidente José “Pepe” Mujica, llega como favorito. ¿Qué pasaría en un eventual ballotage?
Por Dacil Lanza– Analista internacional
Más de dos millones y medios de uruguayos irán a las urnas el 27 de octubre, pero con altas chances de tener que volver en noviembre, para definir el reemplazo del presidente Luis Lacalle Pou. Las encuestas muestran las preferencias por un cambio y el favorito es el candidato del Frente Amplio (FA), Yamandú Orsi. El candidato opositor presentó su programa centrado en cuidar la macroeconomía, pero también con un foco en las políticas sociales. Es el favorito y se esperanza con liderar el Ejecutivo después del resultado de las primarias de junio, cuando contó con el acompañamiento de su máximo referente, José “Pepe” Mujica, actualmente corrido de la escena política por su cáncer de esófago. Del lado del oficialismo, la coalición “Multicolor” debe ir dividida en primera vuelta por las reglas del juego electoral, pero en un eventual balotaje podría tener más competitividad.
La salida de Lacalle Pou y las chances de un cambio
El presidente y su conservador Partido Nacional (PN) -“los blancos”- llegan al final de un mandato con promesas incumplidas, pero con un alto índice de aprobación de la gestión. En un país que impide la reelección consecutiva, ese capital simbólico parece no alcanzar para ungir a su sucesor. Lacalle Pou llega al fin de su presidencia afectado por varios escándalos que van desde una causa por supuesto espionaje a líderes sindicales, hasta las sospechas de corrupción de sus funcionarios por facilitar un pasaporte al narcotraficante prófugo, Sebastián Marset. Además, el presidente del Partido Nacional, Pablo Iturralde, renunció en mayo después de difundirse conversaciones que mantuvo con el exsenador Gustavo Penadés, investigado por presunto abuso y explotación sexual de menores, donde queda expuesto por intentar beneficiarlo con la designación de una fiscal amiga.
El sistema electoral uruguayo no permite que haya coaliciones en la primera vuelta. En concreto, la Coalición Republicana, más conocida por su nombre anterior “Multicolor” -integrada por los partidos Nacional (PN), Colorado (PC), Independiente (PI), y Cabildo Abierto (CA)- no puede llevar una candidatura única. Por el momento, de los distintos postulados por el oficialismo, el favorito es Álvaro Delgado, quien fue secretario de la Presidencia de Lacalle Pou.
La Coalición Republicana, más conocida por su nombre anterior “Multicolor” no puede llevar una candidatura única. Por el momento, de los distintos postulados por el oficialismo, el favorito es Álvaro Delgado, quien fue secretario de la Presidencia de Lacalle Pou.
Pero si se unen de cara al balotaje, la historia podría ser otra. Las encuestas marcan que cerca de un 50% de la población aprueba su gestión, a pesar de los escándalos, pero así como las manchas que salpicaron a los funcionarios de Lacalle Pou no terminaron de golpearlo del todo, sus cucardas parecen no trasladarse automáticamente a un sucesor como Delgado.
Los casi 2.8 millones de uruguayos que están registrados para votar parecen estar dando señales de ir por la alternancia con la fórmula frenteamplista posicionada como favorita, con Yamandú Orsi como candidato a presidente y la ex intendenta de Montevideo (2020-2024) Carolina Cosse como vice.
La oposición quiere volver a ser gobierno
Después de un largo proceso de debate interno para la elaboración de un extenso aprobado en diciembre pasado, el lunes 16 de septiembre el FA “tradujo” el documento en un acto en Colonia de Sacramento. Allí no solo se habló de grandes ejes programáticos, con una veintena de prioridades dentro de cada uno, sino también la reivindicación de una ética que reivindica la transparencia y “un compromiso con la honestidad”, como dijo Orsi.
En ese escenario de desorden oficialista, el FA se entusiasma y quiere capitalizar desde la moral, pero también desde las propuestas. En el acto en Colonia, el espacio expuso su primer eje que está centrado en el crecimiento y desarrollo económico del país. “Ahí no hay grandes innovaciones. Es más bien la receta de cuidar la macroeconomía, de promover la inversión. Me parece que hay una novedad en el énfasis que pusieron en el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas y de los trabajadores independientes. Hay un foco en la economía de quienes no son asalariados, pero que también forman parte de la economía por ser pequeños emprendedores, o trabajadores independientes”, comentó a Malas Palabras el politólogo uruguayo Mauro Casa.
«Hay un foco en la economía de quienes no son asalariados, pero que también forman parte de la economía por ser pequeños emprendedores, o trabajadores independientes”
Mauro Casa, politólogo uruguayo
Un segundo eje programático versó en la protección de la seguridad social y de las políticas sociales. “Se habló de una batería realmente muy potente, tales como de ayudas y de apoyos sociales, que es un poco la tónica de lo que fue el primer gobierno del FA. En 2005 cuando asume, su gran buque insignia fue la creación del Ministerio de Desarrollo Social. Esa fue una de las grandes innovaciones y el desarrollo de varias políticas sociales frente a la crisis que había dejado el neoliberalismo”, agregó el también especialista en políticas públicas y administración de la London School.
Qué dicen los números
La mayoría de las encuestas muestran el pedido por un cambio en el país, pero el conductor privilegiado para liderarlo es Orsi. Según datos agregados de 72 encuestas de intención de voto publicadas desde el 1º de enero de 2021 al 16 de septiembre, el FA se ubica en un 44%; el PN en 25%, el Partido Colorado con 13% y luego siguen Cabildo Abierto con 3%, Partido Independiente con 1%, otros partidos con 3%. Las mediciones realizadas por las empresas Equipos Consultores, Cifra, Opción Consultores, Factum, Nómade y Usina de Percepción Ciudadana, ubican a los indecisos en el 11%.
“El FA es el partido más potente, con mayor arraigo, más afiliados, más penetración en organizaciones sociales, por eso tiene un piso electoral del 40%, muy sólido. Eso a nivel estructural. A nivel coyuntura, en estos últimos cinco años, viene de una reestructuración que implicó recorrer el país y abrir comités de base, y a tener un vínculo muy aceitado con la sociedad. A partir de eso, hizo mucho músculo estos años, además de una oposición sistemática, sobre todo contra los escándalos de corrupción del Gobierno”, dijo Casa y agregó que en cuanto a lo que cabe esperar en adelante es que el FA comience a designar referentes: “Empezar a nombrar potenciales ministros para que eso haga que la discusión se enriquezca y que Yamandú no aparezca tan solo en la campaña, que aparezcan otros cuadros técnico-políticos para mostrar otra potencia”.