SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE .

Nota publicada el 10 / 09 / 2022

La intensidad, de Marta Dillon (Editorial Salta el pez)

En La Intensidad, su primer libro de poemas, Marta Dillon pone el dedo en la llaga. Ante la pregunta ¿cómo se atraviesa el dolor? aparecen escenas de extrañamiento profundo que hacen de este poemario una composición orgánica y cruda sobre la ruptura. Sin embargo, el poema es el lugar en donde se atrapa todo lo que se perdió, y muestra que se puede ir desde el terror al éxtasis. Con un tono desgarrado y expuesto, dice: “soy yo la que rompo”, asumiendo así una voz que busca nuevas configuraciones para las relaciones, el cuerpo, el placer y el dolor. Todas las heridas en una: quedarse afuera de un mundo conocido. Pero la fragilidad del cuerpo y de los planes de vida empujan a cambiar de piel.

La escritura de Dillon es perturbadora y precisa. Cada palabra está en el lugar justo sin estridencias aunque con peso, y se conjuga con un trabajo del ritmo y de lo fónico que resuena entre poemas y enlaza sentidos. Hay una asimilación afectiva y corporal con los animales: para hablar de un encuentro sexual entre tres mujeres, describe las pupilas y la postura de un ave de rapiña que observa a sus presas. Para hablar del hijx dice: “soy una mantarraya /voladora que guarda sus dientes / para cubrirlo en la cama sin devorarlo”.

Los sonidos son crujidos, cosas que se rompen, bichos que se aplastan o pasan dejando una estela que es como un roce. Así se quiebra también el silencio en un bellísimo efecto de amplificación sonora. Los espacios son hostiles, no sólo lo son las parejas o la muerte o la daga de la infancia dolorosa; pero está la reconfiguración, el buscar reparo en comunidad: “¿quiénes somos fumando entre cortaderas?”. 

¿Qué es la intensidad? Ser lesbiana es vivir en la intensidad tratando de aferrarla entre los dedos, después de limarse las uñas. Es tener eso que sucede cuando el yo se sale de sí mismo, cuando vive al máximo y no descansa porque nunca es una sola cosa la que está pasando, porque a veces no se puede. Somos fuertes hasta que no lo somos. Nadie gana en la guerra y lo peor “es haber jugado”. No es tristeza, es melancolía y es una huella de lo vivido intensamente. La autora de “Aparecida” y “Vivir con virus”, referente del feminismo y del buen periodismo nacional nos da un libro necesario, muy distinto a todo lo que se está escribiendo aquí y ahora. 

Noticias Relacionadas

La batalla cultural

La batalla cultural

En su cruzada por sentar las bases de un nuevo imaginario político, Milei cita a Gramsci, se pelea con estrellas pop y hace del barro de las redes su zona de confort. Con la efusividad de un trotskista y el ímpetu de los activistas, el libertario da mecha a la batalla cultural corriendo las fronteras y rivalizando contra todos.

El juego de la vida de la clase media argentina

El juego de la vida de la clase media argentina

Idas y vueltas de la clase social engrosada por la intervención virtuosa y planificada del Estado peronista. Sobre su ampliación desigual y fragmentada, pasando por la negación y el desprecio de su origen socio histórico, hasta el riesgo de la movilidad social descendente.

Látigo y billetera

Látigo y billetera

La avanzada de Milei sobre los fondos de las provincias y la pelea con los gobernadores es el primer movimiento en la cruzada del anarco libertario por demoler el sistema desde adentro e imponer un nuevo orden de ajuste y conflicto permanente. La posibilidad de nuevos liderazgos opositores. 

La repetición como dique de contención

Por Edu Guzman (@soloenelcine) 

La buena educación

Por Laureana Cardelino (@todas_lasfiestas).

Una red curiosa

Por Laureana Cardelino (@todas_lasfiestas).

Un atisbo de esperanza en este mundo amargo

Por Edu Guzman (@soloenelcine).

La verdad del poema

por Laureana Cardelino (@todas_lasfiestas).