Mientras el gobierno imanta el prime time televisivo, la oposición busca ganar audiencia desde las redes. Concentración y confusión, dos signos centrales de la actual batalla mediática. Opina: Martín Becerra, investigador del Conicet.
Por Redacción Malas Palabras
Ilustración: Juan Soto
Capítulo I- Concentración
Es una noche cualquiera en el prime time de los canales de noticias del cable. Hace días que el tema concéntrico de la agenda pública, por obvias razones, es la estafa con criptomonedas que involucra al presidente Javier Milei y a su hermana Karina. Si un ciudadano cualquiera pretende informarse en La Nación+, por ser una pantalla “más nueva” que TN y C5N, es factible que visualice a la conductora Cristina Pérez advirtiendo que “el verdadero riesgo país es el kirchnerismo”, con una foto gigante de Cristina Kirchner detrás. “Si ustedes lo hacen mal, señores, ellos vuelven”, avisa la pareja del ministro de Defensa a los libertarios, y les reclama: “Tienen que dar certeza económica pero también tienen el deber de dar certeza política”.
Los canales de noticias están, además, en su propia interna por el affaire de la entrevista que Jonatan Viale realizó a Milei en la señal TN y que fue interrumpida por el asesor Santiago Caputo. Pero, Viale retruca desde su programa que “le chupan un huevo Milei y Santiago Caputo” pero que apuesta al “cambio” en este país porque no quiere que vuelva el kirchnerismo. Habla de Alberto Fernández, de la pandemia, la cuarentena y de Cristina Kirchner. Y acusa a otros periodistas –sus colegas de La Nación+ o de A24–, de haber “agarrado” sobres para apoyar a candidatos de Juntos por el Cambio en las elecciones de 2023. ¿Y las noticias?
La figura de Cristina Kirchner, de hecho, parece ser el monotema de estos canales de la concentración oficialista. La misma noche de fines de febrero en que se anunció la millonaria compra por parte de Telecom, del Grupo Clarín, Luis Majul se dedicó a hablar en La Nación+ de “la pelea entre CFK y Axel Kicillof”.
Aquella noche, Majul también abordó las elecciones en Alemania, donde la ultraderecha quedó en segundo lugar. Lo analizó junto a la periodista Pilar Rahola, una española referente de la derecha. Se sumó a la mesa el director de cine Diego Recalde, ex habitué del programa de Viviana Canosa por la misma señal y famoso por decir cosas como que “los primeros desaparecidos son del peronismo” y que los desaparecidos de la dictadura “no son 30.000”.
El programa se conecta a un móvil desde la sede del PJ, donde Cristina Kirchner encabeza en ese momento de la noche una reunión con dirigentes. La cámara está con un senador del peronismo, José Mayans, que está diciendo que los senadores de su bloque no van a ir el 1° de marzo a escuchar a Milei al Congreso. Pero, Majul manda a cortar intempestivamente el móvil y dice “Chau, Mayans”.
A esa misma hora, TN hace foco en “La nueva vida de Fabiola”, la ex primera dama que denunció a Alberto Fernández por violencia de género. El ejercicio del zapping lleva de nuevo a La Nación+, donde en ese momento dialogan con “Quién es la gente que rodea a Kicillof” en el lanzamiento del Movimiento Derecho al Futuro, el espacio referenciado en el gobernador bonaerense.
Alternativas
Compite contra TN y La Nación+ el “renovado” A24, que fue vendido al público como la gran apuesta periodística del año electoral en la televisión por cable. Nuevas caras, periodistas que regresan, figuras del Grupo Clarín que cambian de camiseta para la pantalla. Es como si La Nación+ y A24 se hubieran convertido en un monstruo de dos cabezas.
Compite contra TN y La Nación+ el “renovado” A24, que fue vendido al público como la gran apuesta periodística del año electoral en la televisión por cable. Nuevas caras, periodistas que regresan, figuras del Grupo Clarín que cambian de camiseta para la pantalla. Es como si La Nación+ y A24 se hubieran convertido en un monstruo de dos cabezas.
A la noche, en el horario de la 21, Nicolás Wiñazki y Santiago Fioriti conducen un programa donde hacen lo mismo que en TN con su pose entre canchera y superada. Igual que Ignacio Ortelli, otro periodista proveniente de La Nación+, que está un rato antes que ellos y que también le habla a cámara con la misma altanería. Después de ellos, a las 22, tiene lugar “La mesa”, conducido por Pablo Rossi, otro periodista que estaba en La Nación+.
A24 tuvo una renovación de esa magnitud gracias al regreso del productor Juan Cruz Ávila, que había estado en La Nación+ y que se llevó de ese canal a todas las estrellas (Eduardo Feinmann, Luis Novaresio, Antonio Laje y Marina Calabró, entre otros). Pero, el rating de la señal no lo acompañó y llegó a quedar muchas noches por debajo de Canal 26.
Incluso, llama la atención la estética del nuevo A24: por un lado es muy parecida al canal de La Nación+, y por otro sus graphs de fuerte tonalidad roja se asemejan a los del Partido Republicano de Estados Unidos.
Malas Palabras consultó a Martín Becerra, investigador del Conicet, sobre la concentración mediática oficialista: “A24 y LN+ son los estandartes, pero también las radios Rivadavia, Mitre, El Observador y canales de streaming como Neura; además, obviamente de los medios ya definidamente partidarios alineados con Milei, como La Derecha Diario y Carajo, por ejemplo”.

“La novedad de este gobierno son las tácticas con las que subordina a medios de comunicación, animadores y periodistas: lo hace maltratándolos, restándoles publicidad oficial en forma directa pero, también, habilitando colectoras de pauta oficial a través de YPF o Banco Nación. Es decir, hay un uso más retorcido, menos directo, de las herramientas clásicas que habían usado todos los gobiernos anteriores para volcar a su favor el accionar de los medios”, concluye Becerra.
«La novedad de este gobierno son las tácticas con las que subordina a medios de comunicación: lo hace maltratándolos, restándoles publicidad oficial en forma directa pero, también, habilitando colectoras de pauta oficial a través de YPF o Banco Nación. Es decir, hay un uso más retorcido, menos directo, de las herramientas clásicas que habían usado todos los gobiernos anteriores”
Martín Becerra, especialista en medios.
Capítulo II- Confusión
En la era de la hipercomunicación, la política argentina atraviesa una transformación donde la imagen y el impacto digital parecen pesar más que el contenido. Con la irrupción de Javier Milei como figura disruptiva, varios dirigentes opositores intentan replicar su estilo de comunicación directa, provocadora y omnipresente en redes sociales. A continuación, analizamos tres casos de este fenómeno.
Miguel Pichetto, “bookfluencer” político
Miguel Ángel Pichetto, diputado nacional por Encuentro Federal, es un apasionado de la literatura. En la Feria del Libro 2023, contó que el cuento Biografía de Tadeo Isidoro Cruz, de Jorge Luis Borges, lo ayudó a justificar una decisión clave: dejar la jefatura del bloque justicialista en el Senado, tras casi dos décadas, para acompañar a Mauricio Macri en la fórmula presidencial de Juntos por el Cambio. “Cualquier destino, por largo y complicado que sea, consta en realidad de un solo momento: el momento en que el hombre sabe para siempre quién es”, citó del relato.
Más allá de su trayectoria legislativa, en los últimos años desarrolló una faceta como escritor y divulgador. Publicó libros como Capitalismo o Pobrismo (Esa Es La Cuestión) y Cómo Recuperar el Desarrollo Argentino, donde plantea su visión sobre los problemas estructurales del país.
Su interés por el análisis político y la literatura también lo llevó a incursionar en las redes sociales donde descubrió una nueva forma de comunicación con su público. A través de Domingos de Lectura cada semana muestra su faceta intelectual y recomienda libros sobre el ejercicio del poder y la toma de decisiones, todo desde un sillón en el altillo de su casa, con una extensa biblioteca de fondo. En octubre de 2024, su primera recomendación fue Personalidad y poder de Ian Kershaw, más tarde presentó las obras del escritor italiano Giuliano da Empoli: Los Ingenieros del Caos y El Mago del Kremlin, y dos biografías de políticos franceses: Fouché, el genio tenebroso de Stefan Zweig, y Talleyrand de Duff Cooper.
A través de Domingos de Lectura, cada semana Miguel Pichetto muestra su faceta intelectual y recomienda libros sobre el ejercicio del poder y la toma de decisiones, todo desde un sillón en el altillo de su casa, con una extensa biblioteca de fondo.
¿El reel más visto? Desobediencia civil y la libertad responsable, del férreo antiperonista Juan José Sebreli, con 6.700 reproducciones en Instagram. ¿El más inesperado? La reseña de Mujeres, de Charles Bukowski, nacido en Alemania pero símbolo del realismo sucio de Los Ángeles. Pichetto subraya que, aunque suele verse como un relato de sexo y borracheras, en realidad es “más que una maratón de sexo y mujeres, es una obra sobre el amor y el dolor”.

Lo más reciente de su giro como “bookfluencer” es el ciclo Negro, una serie de recomendaciones literarias para el verano. En la presentación se ve a Pichetto, con clara intervención de la Inteligencia Artificial, caminar con paso firme en un día frío y gris, vestido con un abrigo y sombrero, al estilo detective clásico. Parece un personaje salido de una novela negra. La escena respira melancolía e intriga, en línea con los policiales que anuncia todos los viernes. En este ciclo, sugiere clásicos de Raymond Chandler, autores actuales como el nórdico Arnaldur Indriðason, y nacionales como Jorge Fernández Díaz. Sus recomendaciones están disponibles en sus cuentas de Instagram (@miguelangelpichetto) y X (@MiguelPichetto).
Cristina Brítez, la Cámpora stremea
Por otro lado, Cristina Brítez, ex diputada camporista de Misiones, optó por una estrategia completamente diferente, aunque igualmente mediática. En marzo de 2024, lanzó Rompiendo el Molde, un ciclo de entrevistas a dirigentes políticos y sociales que se transmite en streaming y por redes sociales. “Salí de mi zona de confort para meterme en el territorio digital con un programa crudo, porque realmente necesitamos construir una Argentina con la mirada de todos”, anunció durante la presentación del ciclo, con la cúpula del Congreso como fondo.
Entre sus invitados estuvieron el ex secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti; el diputado de Unión por la Patria, Leandro Santoro; y el sacerdote Francisco «Paco» Olveira, referente del Grupo de Curas en Opción por los Pobres.
Recientemente, Brítez le dio un giro a su estrategia digital al asumir el rol de cronista callejera. Con un estilo fresco y casual, y cuidando la estética visual de cada encuadre, entrevista a vecinos de distintos barrios misioneros para mostrar sus realidades. En uno de sus videos más virales en Tik Tok, con más de 3 mil reproducciones, abre la heladera de una vecina y le pregunta: “Cora, ¿qué tenés en la heladera desde que Milei es presidente?”. “Nada”, responde la mujer, dando paso a un relato sobre su día a día en medio de la crisis.

Rodolfo Tailhade, militancia digital
Un caso aún más extremo es el del diputado de Unión por la Patria, Rodolfo Tailhade, quien ha convertido su canal de YouTube en una verdadera trinchera política. A través de El Noticiero del Lawfare, se dedica a denunciar a jueces, fiscales y periodistas a quienes acusa de operar en contra del kirchnerismo.
Con un estilo provocador y un uso intensivo de recursos audiovisuales, como sátiras y montajes, Tailhade se ha consolidado como un «denunciador serial». En su canal, que cuenta con 52 mil suscriptores, recurre a pelucas, gorros, bigotes y emojis, buscando acentuar lo absurdo de la escena y no dudando en abrazar el ridículo para resaltar su mensaje.

Su video más popular tiene 200 mil vistas y está dedicado a “la incompetente ministra vitivinícola”, como se refiere a Patricia Bullrich, y en él repasa un top 10 de sus “papelones”: desde reprimir a jubilados y lanzar gas lacrimógeno contra niños hasta perseguir terroristas imaginarios. “Ignorancia, ridículo y mentira: las tres aptitudes de Patricia Bullrich que la convirtieron en la ministra ideal para un gobierno de mentirosos”, sentencia.
Su estilo irreverente y su estrategia de comunicación lo han convertido en un personaje polémico dentro y fuera del ámbito político. En cualquier caso, al igual que Pichetto y Britez, ha logrado instalar su propia versión de la realidad en un ecosistema donde la hiperpresencia digital es una condición casi obligatoria para cualquier dirigente que aspire a mantenerse vigente. Ya sea a través de YouTube, podcasts o transmisiones en vivo, los políticos han comprendido que en la era de las redes sociales no basta con tener ideas: hay que saber cómo venderlas.