Las buenas intenciones (Argentina, 2019)
Por Edu Guzman (@soloenelcine)
Primera mitad de la década del ´90, Gustavo es un treintañero divorciado con tres hijos y está lejos de los que se podría considerar el padre ideal. Muchas de sus responsabilidades recaen sobre Amanda, la mayor de la prole, de unos 11 años, que se ocupa de sus hermanos como una extensión de la figura materna. La posibilidad de la madre y su actual pareja de irse al exterior en busca de un mejor pasar económico será un sismo para Gustavo y para Amanda, que dudará entre irse con su mamá o quedarse con su papá. En unas pocas líneas de ello se trata Las buenas intenciones, una comedia familiar con tintes dramáticos, ópera prima de Ana García Blaya.
Desde el inicio, la película nos muestra las condiciones en las que los niños viven cuando están con su padre. En la primera escena vemos cómo los pequeños duermen en un living, en camas improvisadas, rodeados de instrumentos musicales y botellas vacías. Apenas se despierta, Amanda se pone a ordenar y a lavar los platos, mientras su papá se prepara para ir a la disquería que tiene con su amigo Néstor. En otra escena, una amante ocasional se levanta y se encuentra con que Gustavo no está y es Amanda la que se encarga de la situación.
Pero lo que este padre no ofrece en términos materiales o estructurales a sus hijos, lo compensa con un trato amoroso, horizontal y con múltiples actividades compartidas. Es un bohemio, seductor y carismático que parece tener la facultad de salir airoso de todas las vicisitudes que se le plantean. De esta manera, la película se posiciona de un modo que está lejos de denunciar las fallas paternales y es comprensiva de las dificultades en la crianza de los hijos a la vez que, desde su mirada, refuerza sentimientos como la ternura, el amor y el deseo de que las cosas salgan bien como fundantes del contrato familiar.
Las buenas intenciones está basada en las experiencias de la directora. En algunas escenas utiliza fragmentos de videos familiares, recurso que le otorga un registro más íntimo. Sin embargo, está lejos de quedarse en la anécdota particular, es una película sobre una época y sobre nuevos modos de organización familiar que empezaron a ser más frecuentes por aquellos años. Una comedia que divierte tanto como conmueve, con muchos elementos que ubican la época de manera sútil y precisa (entre ellos una muy buena banda sonora) y con la revelación de Amanda Minujín en el papel de su homónima y un notable Javier Drolas como Gustavo. La película se encuentra disponible para ver de manera gratuita en la plataforma Cine.Ar.