SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE . SUSCRIBITE .

Nota publicada el 03 / 05 / 2023

Platos vacíos en el “granero del mundo”

En un país que se publicita como “productor de alimentos”, cada día es más difícil acceder a frutas, verduras y carnes. Los sectores populares son los más afectados por la disparada inflacionaria. Las políticas gubernamentales ineficientes e ineficaces, la propuesta de restar poder a los grandes formadores de precios y reducir la intermediación.

A través de Agencia Tierra Viva

Por: Julio C. Gambina

Un acumulado de más del 100 por ciento de inflación en los últimos doce meses preocupa en general, pero más aún en los sectores sociales empobrecidos. Es un tema agravado, aún más, cuando observamos el precio de los alimentos, que creció un 9,8 por ciento en febrero, un 17,2 entre enero y febrero y 102,6 por ciento en el acumulado de 12 meses.

Con ingresos populares en baja —sean salarios, jubilaciones o asistencia social diversa—, el deterioro de las condiciones de vida cotidiana de la mayoría de la población agrava la situación de empobrecimiento.

Un dato de la realidad es la desigualdad, manifiesta en la concentración de ingresos y riqueza en muy pocas manos y una ampliación del empobrecimiento social.

Hace rato que preocupa el tema inflacionario, y no alcanza con señalar que se trata de un fenómeno mundial, ya que la inflación en Estados Unidos se ubicó entre el 8 y 9 por ciento anual y ahora está cerca del 6 por ciento. En general, sea en Europa u otros países del sistema mundial, la inflación anualizada ronda entre el 8 y el 20 por ciento, claro que hay países con registros menores, muchos de ellos en la región latinoamericana y caribeña.

La especificidad de Argentina es que la inflación que es anual para varios países: es mensual en los registros locales. No es un tema nuevo, sino de largo aliento, que, en la última etapa, con alzas y bajas empezó a escalar desde el 2006.

Teoría, política, alimentos y pobreza

Hay un debate teórico y político sobre las causas de la inflación y las políticas antiinflacionarias. Es un debate inconciliable, sustentado en bases teóricas y políticas que pretenden objetivos diferenciados y expresan intereses económicos, políticos y culturales particulares.

Desde el liberalismo se sostiene un enfoque monetarista que desemboca en políticas de ajuste fiscal, elevando al déficit fiscal y a la emisión monetaria como los problemas esenciales.

La escuela keynesiana, con sus variantes, sustenta políticas de “acuerdos” entre distintos eslabones del proceso de producción y circulación, y resuelven el diagnóstico abusando de una multi-causalidad que puede explicitar variadas causas y efectos.

Obvio que en cada corriente existen matices, como los hay en quienes polemizan desde el marxismo, que asientan sus posiciones en la ley del valor de Marx y, por ende, el carácter monetario mercantil de la sociedad capitalista.

El debate está inacabado y puede parecer un diálogo sin escucha, imposible de sintetizar, y en el mientras tanto, los precios generan la creciente desigualdad, lo que supone la extensión del empobrecimiento.

La suba de precios afecta en primer lugar a las y los generadoras/es de la riqueza social: las y los trabajadores. A ello se suman un conjunto de sectores pequeños de la producción y la actividad económica en general, sin capacidad de intervenir en la disputa por el excedente económico.

Desde esta preocupación, del deterioro agravado de los empobrecidos, es que nos interesa específicamente qué ocurre con el precio de los alimentos, el rubro de mayor incidencia en el índice de inflación, que oscila entre el 25 por ciento en el Gran Buenos Aires (GBA) y el 38 por ciento en el Noreste.

El gasto de los sectores empobrecidos es principalmente en alimentos y si éstos crecen en precio implica el deterioro de los ingresos populares, queda claro el resultado de mayor indigencia y pobreza.

Algunos datos provistos por el Indec para febrero y el GBA evidencia una suba de precios respecto de enero del 35 por ciento en carne picada común; 34,3 el cuadril; 33,5 la paleta; 32,8 la nalga y 28,6 por ciento el asado. En línea similar, aumento del 14,6 por ciento el arroz blanco; 13,2 los huevos de gallina; 9,9 el queso cremoso y yogur firme; y más aún: 72,4 por ciento la naranja.

Son solo algunos datos que ilustran la mayor suba de alimentos respecto del promedio de los precios que subieron 6,6 por ciento en febrero pasado y, recordemos, 9,8 por ciento los alimentos.

Claro que también se explica que la sequía agrega problemas, que genera escasez y pérdida de calidad en la mercadería. Es un tema asociado a otros países y vinculado al cambio climático, que pone de manifiesto que es un tema que transciende la coyuntura y que todo indica que es escasa la planificación de iniciativas que contemplen un problema estructural que debiera resolverse en el marco de la integración regional.

El precio de los alimentos: diagnóstico y propuestas

Mucho se discute sobre la fijación de precios en general, donde existen ramas monopolizadas en la producción y circulación de alimentos. Al tiempo que existe una diversidad de productores de frutas y verduras distribuidos por todo el territorio que producen, en simultáneo con una red inmensa de puestos de ventas diseminados por todo el país.

Consultados los pequeños comerciantes de barrio, productores de frutas y verduras, incluso profesionales que atienden a esos pequeños empresarios del campo o la ciudad, todos coinciden que un problema central está en la intermediación, por lo que una primera conclusión que habría que sacar remite a la necesidad de organizar la articulación entre esa masa de productores y distribuidores al menudeo, acercando la producción al consumo.

No se trata de establecer vínculos individuales entre productores y consumidores, sino que bien podrían desarrollarse formas comunitarias, cooperativas y de autogestión para la producción y circulación de frutas y verduras, sin perjuicio de otros alimentos en los que el país tiene elevada experiencia y desarrollo tecnológico, sea en carnes o lácteos, por ejemplo.

La propuesta involucra a trabajadores y consumidores, incluso con participación universitaria en la asistencia técnica y ámbitos específicos de las administraciones municipales provinciales y nacionales.

El mercado de alimentos, especialmente frutas y verduras, demanda la extensión de los “mercados centrales”, no solo los que hoy existen en varios territorios, sino que debiera extenderse como política de articulación de la producción, la circulación, el intercambio y el consumo, vía “ferias” o “mercados populares” con participación de trabajadores, productores y usuarios, impulsado por la política estatal.

Debe reconocerse que el precio aparece inducido por las grandes cadenas de circulación, fuertes concentradores de la producción y formadores de precios, a los que se adecúan los pequeños establecimientos.

Es un dato que el productor pequeño es el que menos posibilidades tiene de intervenir en la fijación de precios.

Eliminar o disminuir la intermediación resulta estratégico, lo que requiere una deliberada política estatal con recursos para sostener una logística adecuada y una planificación participativa que involucre a trabajadores, productores y consumidores.

La especulación intermediaria solo puede resolverse con planificación y participación, aunque es cierto que detrás de todo está la ley del valor y, por ende, unos precios atados al régimen de producción capitalista que domina las relaciones económicas y sociales en su conjunto.

Noticias Relacionadas

La noche siempre llega

La noche siempre llega

Las personas en situación de calle enfrentan un presente hostil: los municipios fuerzan su desplazo permanente y les niegan contención; a su vez, la derecha los vandaliza en el discurso. Crónica de ciudadanos a la deriva cuya presencia inquieta y, ante todo, disciplina.

Por Mariana Portilla y Emiliano Guido

“Al odio respondemos con organización”

“Al odio respondemos con organización”

Líderesa en la formación de brigadas solidarias, Mariana González promete llevar a la Legislatura porteña la voz y las demandas de los sectores sociales “cancelados” por las políticas públicas del macrismo.

Por Nicolás Poggi

Ampliación del campo de batalla (cultural)

Ampliación del campo de batalla (cultural)

Mauricio Kartún es una referencia ineludible del teatro argentino. Hace 50 años que escribe y dirige obras que lo volvieron uno de los máximos exponentes de la cultura nacional. Ahora, decidió dar un paso hacia la narrativa con una novela “Salo solo” y el reciente volumen de cuentos “Dolores 10 minutos”. 

Por Walter Lezcano

La corrupción como farsa narrativa

La corrupción como farsa narrativa

La política, en complicidad con el poder judicial, utiliza las tramas del desfalco para condicionar a sus rivales de turno. A su vez, el tópico del robo al erario público, al tomar mucha relevancia en el debate público, despolitiza a la sociedad y fortalece a los actores de poder concentrado

Por Esteban Rodríguez Alzueta

Manteras digitales

Manteras digitales

Corrido de la calle a bastonazos, el informalismo laboral se trasladó a internet. Eva, Carina y Sasha ocupan sus redes sociales para vender prendas usadas, muffins, cristales sagrados. Historias de mujeres que toman la fuerza del algoritmo para llegar a fin de mes

Por Mariana Portilla

Foto del escritor Juan José Becerra sobre placa de texto

Distintas siluetas humanas superpuestas en la tapa del libro de Susy Shock "La Loreta"

“Quiero entender lo que siento”

La performer Susy Shock publicó “La Loreta/Pibe roto”, un díptico feminista con ilustraciones de “Male” Guerrero. Relatos autobiográficos de una artista “trans sudaka”.

Por Laureana Buki Cardelino

Risas como piedras

El escritor platense Gonzalo Zuloaga (Editorial Cariño, 2024) revela en Chistes para llorar las fallas de la sociedad burguesa a partir del humor

Por Laureana Cardelino

Western alucinado

En “Los colonos”, ópera prima del chileno Felipe Gálvez, la dialéctica del amo y el esclavo tiene olor a pólvora y paisajes patagónicos de ensueño

Por Edu Guzman

Juegos de fe y poder

El film Cónclave de Edward Berger permite al espectador percibir la cruda atmósfera política interna del Vaticano. Una oportuna excusa para recordar a Francisco.

Por Edu Guzmán

Duelo y posesión en la llanura entrerriana

En “Jesús López”, disponible en los catálogos fílmicos de CineAr y Mubi, el director Maximiliano Schonfeld retrata una saga familiar herida en tonos semifantásticos.

Por Edu Guzmán

La noche siempre llega

Las personas en situación de calle enfrentan un presente hostil: los municipios fuerzan su desplazo permanente y les niegan contención; a su vez, la derecha los vandaliza en el discurso. Crónica de ciudadanos a la deriva cuya presencia inquieta y, ante todo, disciplina.

Por Mariana Portilla y Emiliano Guido

Matiana González con buzo y pantalón oscuro sentada en una silla de un estudio de televisión.

“Al odio respondemos con organización”

Líderesa en la formación de brigadas solidarias, Mariana González promete llevar a la Legislatura porteña la voz y las demandas de los sectores sociales “cancelados” por las políticas públicas del macrismo.

Por Nicolás Poggi

Hombre mirando a cpamara posando con la cabeza de un muñeco con sombrero

Ampliación del campo de batalla (cultural)

Mauricio Kartún es una referencia ineludible del teatro argentino. Hace 50 años que escribe y dirige obras que lo volvieron uno de los máximos exponentes de la cultura nacional. Ahora, decidió dar un paso hacia la narrativa con una novela “Salo solo” y el reciente volumen de cuentos “Dolores 10 minutos”. 

Por Walter Lezcano

Dibujo de un hombre de traje y anteojos oscuros mirando a cámara, sentado en un sillón y con una chimenea de fondo

La corrupción como farsa narrativa

La política, en complicidad con el poder judicial, utiliza las tramas del desfalco para condicionar a sus rivales de turno. A su vez, el tópico del robo al erario público, al tomar mucha relevancia en el debate público, despolitiza a la sociedad y fortalece a los actores de poder concentrado

Por Esteban Rodríguez Alzueta

Manteras digitales

Corrido de la calle a bastonazos, el informalismo laboral se trasladó a internet. Eva, Carina y Sasha ocupan sus redes sociales para vender prendas usadas, muffins, cristales sagrados. Historias de mujeres que toman la fuerza del algoritmo para llegar a fin de mes

Por Mariana Portilla

Foto del politólogo Matías Mora, en la Plaza de Mayo, a espaldas de la Casa Rosada

La dialéctica del amo y el celular

El politólogo Matías Mora acuñó una innovadora categoría análitica - “manteros digitales”-  para pensar y entender mejor a la nueva informalidad laboral. ¿Se trata de un nuevo sujeto político? ¿Es un nicho sociólogo del mileísmo? ¿Qué lugar les da el peronismo en su doctrina? 

Por Nicolás Poggi

Foto de la Bandera de la Provincia de Buenos Aires flameando en un mástil, con fondo de cielo.

A ver quién tiene la sección más grande

La singular elección legislativa bonaerense, por primera vez desagregada, expone las diferentes sociologías políticas de la provincia más extensa. ¿Qué mapa electoral primará más, aquel donde reside el precariado sur ambeño o el padrón de los conductores de Hilux? 

Por Emiliano Guido

Foto de un billete de cien dólares

¿Vamos las bandas?

Crónica periodística de días calientes por la fiebre del dólar. ¿Podrá el gobierno atenuar la suba de la divisa estadounidense? Opinan el ex presidente del Banco Central Alejandro Vanoli y el economista Martín Rapetti

Por Luciana Glezer

Héroes de la rosca

Los gobernadores definirán las leyes aprobadas en el Senado. Qué quiere ese sector de la política, ambiguo y sin liderazgo nacional pero con mucha capacidad de veto.  Con la opinión de la consultora Shila Vilker, el diputado nacional cordobés Carlos Gutiérrez y la periodista legislativa Verónica Benaim.

Por Mariana Portilla y Nicolás Poggi